PETRÓLEO-AMÉRICA LATINA: De la españolización a la rusificación

El sector petrolero de América Latina, que en los años 90 vivió un proceso de españolización, está en vías de «rusificarse», ante la anunciada compra de 30 por ciento de las acciones del grupo Repsol-YPF por parte de la compañía rusa Lukoil.

Sin embargo, una incógnita se abrió este martes cuando las bolsas europeas registraron grandes bajas de Sacyr Vallehermoso, la empresa que negocia la venta de sus acciones de Repsol-YPF a la firma rusa.

La caída se constató luego de que Lukoil anunció que no aportaría más que las acciones cuya compra negocia como garantía por las deudas de Sacyr Vallehermoso con 48 bancos.

Repsol-YPF, integrada por 121 empresas, está presente en una docena de países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Repsol, empresa creada por el Estado español en 1986, se fue privatizando entre 1989 y 1997, y en 1999 se convirtió en Repsol-YPF al comprar en Argentina la entonces estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
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El gobierno de España recibió entonces una "acción de oro" que le permitía vetar decisiones de la dirección de la empresa, pero ya no dispone de ella pues caducó en febrero de 2006.

Tampoco tiene relevancia en la toma de decisiones una especie de acción de oro que en 1999 recibió el gobierno argentino, a pesar de que 65 por ciento de las ganancias netas del grupo proceden de ese país. Esa prerrogativa solo es aplicable en territorio argentino y no en España, donde la compañía tiene su sede legal.

Una gran polémica se suscitó al anunciarse que la empresa rusa Lukoil negociaba con las españolas Sacyr Vallehermoso (privada) y Caixa Cataluña (asociación con objetivos sociales) la compra de 29,98 por ciento de las acciones de Repsol-YPF, sobre la cual ya hay un principio de acuerdo.

Para concretar la operación, Lukoil necesitará invertir 9.976 millones de euros (12.660 millones de dólares), 5.175 millones (unos 6.567 millones de dólares) para la compra a Sacyr Vallehermoso por 20 por ciento del capital y 4.800 millones (6.091 millones de dólares) a Caixa Cataluña, por 19,9 por ciento.

El director general de la Caixa, Juan María Nin, afirmó que esas cifras podrían variar mucho a medida que avance la negociación, aunque se abstuvo de precisar si las variaciones serían al alza o a la baja.

Pero lo que está seguro es que Lukoil no solo no cuenta, al menos todavía, con créditos para afrontar la inversión en su totalidad, sino que tampoco ha logrado los 1.350 millones de euros (1.713 millones de dólares) que se comprometió a abonar por la compra de una de las refinerías más importantes de Europa, en Sicilia, Italia.

De esa cantidad debe pagar en la primera quincena de diciembre 600 millones de euros (761,4 millones de dólares).

Aunque no tiene solo esos problemas, ya que también compró una empresa turca por 400 millones de euros (507,6 millones de dólares), que todavía no abonó, y se le vence una deuda de 1.200 millones (1.523 millones de dólares) con el banco ruso VEB.

El diputado socialista español Diego López Garrido dijo a IPS que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mantiene su posición de que Repsol-YPF continúe siendo una empresa española e independiente.

También pretende, dijo, que se apliquen las leyes pertinentes de regulación del intercambio comercial y de mercado, incluido el suministro estratégico de petróleo en España y en el resto de la Unión Europea.

Otro influyente diputado, Manuel de la Rocha, afirmó este martes en la reunión a puerta cerrada celebrada por el Grupo Parlamentario Socialista que su gobierno debería plantearse la posibilidad de intervenir, "aunque sea temporalmente", para evitar que la empresa pase a ser controlada por capitales extranjeros.

El propio De la Rocha explicó luego del cónclave, en rueda de prensa, que para eso es preciso lograr que Repsol-YPF siga teniendo mayoritariamente capital español y bajo control de las leyes de este país.

Pero, además, se deberá mantener en ella "uno de los principios de la socialdemocracia: la economía mixta", advirtió. Eso obliga al Estado a participar de manera directa o indirecta en la empresa, tal como ocurre con otras en Francia, Alemania e Italia.

Rodríguez Zapatero subrayó este martes ante la prensa que su gobierno "no es parte implicada" en la relación entre Lukoil y Repsol-YPF, y que "a problemas empresariales deben darse respuestas únicamente empresariales", por lo que no habrá ninguna intervención pública.

Momentos antes, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Antonio Alonso, afirmó a la prensa que "lo que importa es que el gobierno garantice el suministro energético a España", y que sus acciones "tienen que estar orientadas a la preservación de la energía".

Una cuestión que los políticos, sean oficialistas u opositores, no han puesto sobre la mesa es el vínculo de Lukoil con mafias rusas que actúan en España. La Audiencia Nacional, cuerpo que agrupa a los tribunales penales españoles, recibió el 29 de marzo de 2007 un documento al respecto enviado por la fiscalía de Suiza. Ese informe indica que Sacar Kalashov, detenido en Dubai y trasladado a España en 2006 por requerimiento de la justicia, poseía "una parte significativa de una de las sociedades más grandes de petróleo rusas, es decir la empresa Lukoil", para la cual estaba negociando en España acuerdos que fracasaron con su arresto.

La principal fuerza opositora, el centroderechista Partido Popular (PP), criticó al gobierno y anticipó una posición dura respecto a la entrada de Lukoil en la sesión de control parlamentaria convocada para el jueves.

Y desde el gobierno ya se anticipó la respuesta, recordando que fue bajo el gobierno del PP, presidido por José María Aznar, que se privatizó Repsol-YPF, sin introducir ninguna medida cautelar.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se manifestó en contra de la venta a Lukoil, pues el gobierno "quiere una Repsol española". Aunque aclaró también que "una cosa es preferencia y otra interferencia". "¿Cómo hacemos para conjugar nuestra defensa pública y respetar las reglas del mercado?", se preguntó.

Así queda planteado el tema. Repsol-YPF continuará recibiendo la mayor parte de sus ganancias de América Latina y la duda, bastante justificada, es si su "rusificación" significará que ellas llegarán hasta Rusia.

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