Vecinos de Bouwer, en la central provincia argentina de Córdoba, protestan contra un gran basural que las autoridades pretenden mantener en su ciudad hasta 2016. Con este fin colocaron carteles que rezan «Peligro: zona contaminada» junto a señales de tránsito en la ruta nacional 36, para que los turistas conozcan sus denuncias.
La medida «no va a frenar la decisión de extender el contrato con Cliba», la empresa de residuos, «pero al menos difundimos lo que pasa: tenemos animales que se mueren y el olor es inaguantable», dijo a Tierramérica una vecina, Mónica Rescala.
El vertedero inaugurado en 1982 recibe 2.000 toneladas diarias de residuos. Según la municipalidad de Córdoba, 96 por ciento proviene de esa ciudad. La Fundación para la Defensa del Ambiente señala que es «uno de los lugares más contaminados de Argentina».
