AZÚCAR-CUBA: Optimismo oficial por próxima zafra

Cuba lanzó esta semana mensajes optimistas sobre su próxima cosecha de azúcar, en la que espera mantener una producción cercana a 1,5 millones de toneladas, pese al fuerte impacto de los huracanes Gustav y Ike en sus plantaciones cañeras.

En un breve contacto con periodistas, el ministro del Azúcar, Ulises Rosales, afirmó que la llegada de los recursos necesarios para la agroindustria se ha estabilizado. "Ya tenemos un nuevo sistema: se contratan con dos años de anticipación y este año disfrutamos de esas condiciones", señaló.

Rosales añadió que en el sector se están haciendo "fuertes inversiones" y se trabaja para aumentar la producción cañera y la eficiencia. "Si no hay caña, no hay azúcar", dijo el ministro tras asistir a una de las sesiones del Congreso Internacional sobre Azúcar y Derivados, que finaliza este viernes en La Habana.

Según otras fuentes de la cartera, el proceso inversor para elevar la producción azucarera abarca refinerías, destilerías y áreas energéticas. También está destinado a incrementar las capacidades de almacenaje y la compra de combinadas (cañeras) de alta productividad.

La llegada tardía de herbicidas, fertilizantes, equipamiento y otros insumos suele ser señalada por especialistas como una de las causas de los pobres resultados alcanzados en las zafras de 2006 y 2007, cuando con producciones de alrededor de 1, 2 millones de toneladas el país debió importar azúcar para abastecer su mercado interno.
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Fuentes académicas consultadas por IPS culparon de tales bajas productivas a la descapitalización de la industria en los últimos 14 años, que llevó la maquinaria agrícola y el transporte automotor casi al colapso. Tampoco faltaron problemas técnicos con el equipamiento fabril, además de factores climáticos, comentaron.

Pero este año hubo una mejoría, y estimaciones independientes situaron la producción entre 1,4 y 1,5 millones de toneladas, lo que permitió al país satisfacer su demanda interna y la venta comprometida a China de 400 millones de toneladas, dejando inclusive un pequeño margen para colocar en otros mercados, según especialistas.

A mediados del mes pasado, las autoridades informaron que el paso de los huracanes Gustav y Ike, entre el 30 de agosto y principios de septiembre, causó estragos en áreas sembradas de caña de azúcar, por efecto de las inundaciones y los vientos. El impacto de los fenómenos climáticos frenó las intenciones de crecimiento de 30 por ciento para la zafra que comienza en diciembre respecto de la cosecha de este año, aunque se mantiene la aspiración de llegar a un resultado similar.

Cuba fue una de las mayores exportadoras azucareras del mundo, pero a raíz de la baja de los precios de esa materia prima, en 2002 inició un proceso de reestructura, con el cierre de la mitad de sus fábricas y la reducción de la superficie dedicada al cultivo de esa gramínea a solo 700.000 hectáreas.

De los 156 ingenios existentes hasta comienzos de esta década, hoy operan solo 61. Las cotizaciones comenzaron a mejorar a fines de 2005, en un repunte que llevó al gobierno cubano a dedicar recursos para reactivar el sector y aumentar la siembra.

De los ingenios desactivados, 11 serán modernizados e instalados en Venezuela, junto con la transferencia de tecnología para la industria de los derivados de la caña de azúcar y asesoramiento técnico. "En ese país estamos ayudando a fortalecer la industria azucarera", dijo el ministro Rosales.

Los primeros cuatro deberían estar operando en 2010, aunque el proyecto de cooperación está programado hasta 2012 y tiene un énfasis especial en el sector alimentario y en el desarrollo rural, dijo a periodistas el director de la división agrícola del gigante estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Egly Ramírez.

Los planes incluyen el desarrollo de alcoholes para sustituir el plomo y otros elementos contaminantes de la gasolina, además del incremento de la producción de levadura de tórula o forrajera, bagazo hidrolizado (para piensos balanceados) y fitomas, un bioestimulante para elevar los rendimientos azucareros.

Cuba decidió reactivar la industria de derivados de la caña, tras convencerse de que el sector es incosteable si sólo produce azúcar, aun teniendo en cuenta los precios actuales de 13 ó 14 centavos de dólar por libra (460 gramos) en el mercado internacional.

En el campo de los subproductos, unos 80 según fuentes oficiales, se concentra hasta ahora la inversión extranjera en la industria azucarera, aunque Rosales confirmó esta semana que se podrían estudiar propuestas también en áreas como la producción directa del dulce.

"Estamos abiertos a proposiciones… Yo aspiro a que alguien se acerque", dijo el ministro del sector considerado otrora la locomotora de la economía cubana. Hasta el momento existen seis empresas mixtas y una de producción cooperativa, con presencia de capitales de España, Italia, Canadá y México.

Discretas negociaciones realizadas hace unos dos años por algunas compañías extranjeras interesadas en invertir en el cultivo y producción azucarera no fructificaron por razones no explicadas oficialmente.

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