La única forma de encarar de modo positivo el fenómeno de la inmigración es luchar contra la pobreza, señaló este jueves el jefe del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, tras conocer la muerte de 15 africanos en su intento de cruzar el mar para llegar a Europa.
Zapatero ofreció una rueda de prensa en Atenas, donde está de visita oficial, inmediatamente después de enterarse del fallecimiento de los inmigrantes cerca de las costas de la sureña provincia española de Almería, sobre la costa norte del mar Mediterráneo.
La barcaza en la que intentaban arribar a España sin pasar controles fronterizos fue interceptada la madrugada de este jueves por el servicio marítimo de la Guardia Civil, policía militarizada, en la que fueron rescatados 33 inmigrantes vivos, aunque muchos de ellos en deplorable estado de salud.
Además se encontró a una mujer muerta y los rescatados contaron que otras 14 personas que iniciaron el viaje murieron durante el mismo y sus cuerpos fueron arrojados al mar.
Seis de los muertos eran adultos y nueve bebés, algunos de los cuales una vez fallecidos sus propios padres "con gran dolor y sufrimiento" los tiraron al agua, informó a IPS Francisco Vicente, coordinador provincial de la Cruz Roja, la organización no gubernamental que se ocupa de atender a los heridos y enfermos que sobrevivieron.
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El jefe del gobierno español se mostró muy dolorido por esto suceso y declaró que su país seguirá incrementando su porcentaje del producto interno bruto (PIB) destinado a la ayuda al desarrollo, que pasó de 0,2 por ciento a 0,5 por ciento y que prevé llevarlo a 0,7 por ciento antes de finalizar esta legislatura, en 2012.
Y sobre África, de donde llegan las frágiles embarcaciones llamadas cayucos, manifestó que la opción está en ayudar a ese continente, en especial en la lucha contra la pobreza y la miseria o que se ponga en cuestión el bienestar del futuro colectivo europeo.
"Dolor tenemos y podemos tener todos, incluso el presidente del gobierno, pero también hay que ser consecuentes con lo que se dice y actuar", retrucó ante IPS Khar Moya, de la Asociación Solidaridad con África Negra.
"Zapatero, además de expresar su dolor y pedir apoyo a África, debería modificar la política migratoria emergente del acuerdo con Francia", añadió el activista.
Sus palabras fueron dirigidas al apoyo formal de Madrid al Pacto Europeo de Inmigración, aprobado el lunes en la ciudad francesa de Cannes por los 27 países miembros de la Unión Europea (UE), y que fue presentado por el gobierno anfitrión, esperando que sea aprobado formalmente en el Consejo Europeo convocado para octubre.
El texto original del Pacto presentado por Francia era más duro que el finalmente aprobado y para ello mucho tuvo que ver la participación de España.
Su ministro del Interior, José Antonio Rubalcaba, subrayó que, impulsando cambios en prácticamente todo el texto, "España trató de situar en el acuerdo su visión de la inmigración".
Sin embargo, si bien se alivió algo la dureza de la propuesta francesa, el texto final recoge fuertes posiciones contra los extranjeros que llegan de fuera de la UE.
En primer lugar califica de "inmigración ilegal" a la llegada de extranjeros sin los documentos requeridos para su ingreso y "garantiza" el regreso de los mismos a sus países de origen o de tránsito. Además pide cooperación entre los Estados miembros de la UE para que los extranjeros sin papeles abandonen su territorio, o sea que sean expulsados.
Asimismo el texto del Pacto puntualiza que el comportamiento de un país "puede afectar los intereses de los otros", por lo que considera imperativo que cada Estado miembro de la UE "tenga en cuenta los intereses de sus socios en la definición y aplicación de sus políticas de inmigración, integración y asilo". O sea que no admitan extranjeros sin papeles y que mantengan un férreo control de sus fronteras.
Además del refuerzo de Frontex, la Agencia Europea de Fronteras Exteriores, el Pacto aconseja que a comienzos de 2012 se utilicen en toda la frontera europea los visados biométricos, o sea que a cada persona que ingrese o salga del continente se le tomen las huellas dactilares sin tinta, por medios electrónicos y que se les tome una fotografía digital.
Otro punto negativo para los inmigrantes pactado por los gobiernos europeos se refiere a la reagrupación familiar, aconsejando que los Estados antes de conceder autorización para el ingreso de parientes de inmigrantes residentes tengan en cuenta sus propias capacidades de acogida. Esto significa anular la legislación actual, que permite ese reencuentro sin problemas.
Sobre este tema, la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que esa directiva o pacto es positiva y que "garantiza los derechos de los inmigrantes", incluso los de aquellos que se encuentran en situación irregular.
La vicepresidenta puntualizó que en España rige una legislación más garantista que lo exigido en el Pacto y que no cambiará, ya que la aprobada en Cannes "no es aplicable a España".
En relación al drama vivido este jueves, el delegado del gobierno en Andalucía, comunidad a la que pertenece Almería, informó que está estudiando la posibilidad de dar papeles y regularizar a los inmigrantes supervivientes "por razones humanitarias y con carácter excepcional".
El canciller, Miguel Ángel Moratinos, quien se encuentra de visita en Túnez, también expresó sentir "un desgarro intelectual, moral y ético" ante lo ocurrido en Almería, a la vez que aseguró que el gobierno que integra quiere evitar esos sucesos con una política euroafricana "para combatir y disuadir la inmigración ilegal".
Para ello considera fundamental tratar el tema migratorio de manera "global, integral y co-responsable con los países de origen, tránsito y destino".
La embarcación interceptada este jueves es una zodiac de apenas seis metros de eslora y llevaba cinco o seis días navegando, cuatro de ellos a la deriva, desde que partió desde un punto todavía no identificado del norte de África.
