ALIMENTACIÓN-IRAQ: Extrañando a Saddam con el estómago

Los iraquíes que ya sufren hambre por el desempleo y la pobreza deben soportar ahora la reducción de la asistencia alimentaria mensual.

Los iraquíes sobrevivieron a las sanciones internacionales por la invasión a Kuwait (1990) y tras la derrota en la Guerra del Golfo (1991) gracias a la entrega de raciones a través del Sistema de Distribución Pública.

Ese esquema de ayuda se instauró en 1996 con fondos procedentes del programa Petróleo por Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que admitía la venta de crudo iraquí si el dinero obtenido se utilizaba sólo con fines humanitarios.

Las sanciones fueron devastadoras. El ex director del programa de la ONU Hans von Sponeck dijo en 2001 que equivalían a una "soga al cuello del ciudadano iraquí promedio". Von Sponeck señaló que 150 niños iraquíes morían entonces cada día a causa del castigo.

El ex coordinador humanitario de la ONU para Iraq Denis Halliday, quien renunció a ese cargo en protesta contra las sanciones, dijo a IPS que esas medidas fueron "genocidas".
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Pero la situación se volvió aun peor en los más de cinco años que lleva la ocupación estadounidense. El sistema de racionamiento viene desmoronándose en un marco de corrupción y mala administración.

Desde inicios de este año, las raciones distribuidas se redujeron de 10 a cinco artículos.

"Utilizamos el Sistema de Distribución Pública como propaganda contra el régimen de Saddam Hussein (1979-2003) antes que comenzara la ocupación estadounidense de Iraq, en 2003", dijo a IPS Fadhil Jawad, del Partido Dawa, liderado por el primer ministro Nouri al-Maliki.

"Luego nos dimos cuenta que era necesario mantener un apoyo básico para el pueblo iraquí bajo la ocupación. Culpamos a Saddam Hussein por alimentar a los iraquíes como animales con simples raciones de alimentos, pero ahora nosotros no logramos proporcionarlas", agregó Jawad, entrevistado en Bagdad.

"Cuando los estadounidenses llegaron para ocupar Iraq, nos prometieron una vida mejor. Luego de matar a nuestros hijos y esposos, nos están matando de hambre a nosotros", dijo a IPS Ina'm Majeed, maestra en una escuela para niñas en la central ciudad de Faluya.

"La ración alimentaria antes suficiente para nuestra supervivencia ahora es prácticamente nada, y los precios están increíblemente altos en el mercado. Para 80 por ciento de los iraquíes es imposible comprar los mismos elementos que solían obtener en las raciones del régimen anterior", agregó.

El esposo de Ina'm fue asesinado en un ataque aéreo de Estados Unidos durante el sitio de su ciudad, en abril de 2004. Ella quedó sola a cargo de sus cuatro hijos.

Un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) publicado en mayo de 2006 halló que poco más de cuatro millones de iraquíes atravesaban una situación de inseguridad alimentaria y sufrían una "desesperada necesidad de diferentes clases de asistencia humanitaria".

De los cuatro millones de iraquíes que regularmente no pueden comprar suficiente comida en abril de 2007, apenas 60 por ciento tuvieron acceso a raciones del Sistema de Distribución Pública, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Hoy la situación es peor.

El Ministerio de Comercio del régimen de Saddam Hussein solía distribuir bastante alimento, pero con las sanciones de la ONU la calidad cayó. Las sanciones duraron más de lo esperado, y al cabo de algún tiempo la cantidad también se redujo.

Pero Iraq firmó en 1996 un memorando de entendimiento con la ONU. La calidad y cantidad de alimentos mejoraron notablemente.

"No culpen a los iraquíes por llamar a la época de las sanciones 'los buenos viejos días', porque eran definitivamente buenos comparados con los días oscuros que estamos viviendo bajo la ocupación estadounidense", dijo a IPS el abogado Abu Aymen, de 45 años y padre de ocho hijos.

"Todos los iraquíes se quejaban de la vida bajo Saddam Hussein porque era malo, pero parece que todas las cosas buenas, pequeñas como eran, se las llevaron junto con sus estatuas", añadió Aymen, que vive en Faluya.

"Conseguíamos queso, leche en polvo para nosotros y nuestros hijos, crema de afeitar y hojas de afeitar, extracto de tomates, alimentos especiales para niños, frijoles, jabón y detergentes, e incluso pollo, así como harina, arroz, aceite para cocinar, té y azúcar. Ahora obtenemos balas y misiles, y medicinas y alimentos contaminados", se lamentó.

Haj Chiad, agente de reparto del Sistema de Distribución Pública en Faluya, dijo a IPS que ahora también distribuye enfermedades. "En los últimos cuatro años ocurrió muchas veces que los alimentos que nos daba el Ministerio de Comercio estaban o bien podridos o bien envenenados", aseguró

"Distribuimos arroz y azúcar almacenados mucho tiempo en lugares húmedos, y extracto de tomates cuya fecha de expiración había vencido mucho antes de que lo recibiéramos", agregó.

El Comité para la Integridad, del parlamento iraquí, reclamó una exhaustiva interrogación del ministro de Comercio Abdul Falah al-Sudany por la "vasta corrupción" en su cartera. Pero como ocurrió con otras demandas por corrupción, Maliki no adoptó ninguna medida.

*Alí al-Fadhily, nuestro corresponsal en Bagdad, trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail, nuestro experto en temas de Iraq radicado en Estados Unidos).

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