ECUADOR-COLOMBIA: La última frontera

Las repercusiones de la guerra civil colombiana en la zona fronteriza de Ecuador volvió a poner en dificultad las relaciones entre los dos gobiernos.

La Comisión Binacional de Frontera (Combifron), integrada por militares y diplomáticos de ambos países, analiza esta semana la infiltración en territorio ecuatoriano de militares y guerrilleros izquierdistas colombianos. Quito espera los resultados del encuentro, que finalizará este viernes, para luego decidir los nuevos pasos a seguir.

El traslado de escenario del enfrentamiento armado interno de Colombia hacia el otro lado de la frontera fue informado a comienzos de esta semana por el ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval.

Los combates entre el ejército ecuatoriano y fuerzas irregulares del vecino país del norte se registraron la semana pasada en una zona cercana a la comunidad indígena de Yana Amarun en la nororiental provincia de Sucumbíos, en la frontera. En ese marco murió una guerrillera y resultó herido un solado, señaló Sandoval.

En ese mismo lugar, varias viviendas fueron baleadas desde aviones y helicópteros colombianos que incursionaron en territorio ecuatoriano a principio de este mes, cuando supuestamente perseguían a insurgentes, lo cual motivó una protesta formal de Quito a Bogotá.

El día 19, cuando se iniciaron los enfrentamientos que entonces aún no habían sido divulgados, Sandoval afirmó en rueda de prensa que el gobierno de Colombia no controla y no ejerce soberanía en la zona fronteriza de 600 kilómetros con Ecuador.

Los incidentes militares confirman, "una vez más, las declaraciones que he hecho hace algunos días" en el sentidos de que "tenemos un problema crónico, grave y que realmente tenemos que conversar con el gobierno colombiano para ver si tenemos una salida lógica", dijo Sandoval días atrás. Agregó que el sur del país limítrofe está controlado por las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, por lo tanto Ecuador no limita con el Estado colombiano sino con la guerrilla.

Para Adrián Bonilla, experto en asuntos internacionales y director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Quito, la denuncia del ministro es parte de un reclamo reiterado de Ecuador en los últimos años.

Es que "dentro de las tácticas de combate y movilización militar en el conflicto interno, Bogotá ha dejado un hueco en la frontera que afecta a nuestro país", indicó Bonilla a IPS.

"Dependiendo del estado de tensión entre los dos países, la Combifrón puede transformarse en un elemento de solución a los problemas comunes o de exacerbación de los debates", aunque esa comisión no sustituye las políticas exteriores de cada gobierno, añadió.

Bonilla no cree que exista relación entre el mal momento de las relaciones de Ecuador con Colombia y el enfriamiento de los vínculos de ese país con Venezuela, aunque los problemas se hayan dado en los mismos días.

"Ecuador busca mantener una política exterior desvinculada de los intereses de cualquier otro país. En el caso de las relaciones entre Ecuador y Colombia, no existe ninguna influencia de Venezuela, la mayor influencia externa y el mayor intento de presión en esas relaciones son de Estados Unidos", aseguró.

La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, confirmó esta semana el malestar de su país porque el Estado colombiano no controla efectivamente la frontera con Ecuador y, como consecuencia de ello, se producen incidentes como los enfrentamientos de los últimos días. "Hay que estar concientes de una cosa: Colombia es un país que tiene conflictos internos, violencia interna, que lamentablemente afecta la paz interna de nuestro país; que afecta, incluso, las energías y la inversión en defensa que hace el Ecuador, eso es evidente", declaró.

"Por lo tanto, nosotros mantendremos la posición que siempre hemos mantenido, que es una posición de defensa de la soberanía, del interés nacional y del bienestar de la población fronteriza", argumentó Espinosa. Por su parte, el embajador colombiano en Quito, Carlos Holguín, manifestó que el hecho de los enfrentamientos, es un problema de Ecuador, intentando minimizar los acontecimientos.

"Ese es un tema totalmente del Ministerio de Defensa ecuatoriano. De parte de Colombia, nosotros hacemos todas las labores de seguridad del lado nuestro en la frontera. Esas son operaciones que se realizan acá en el Ecuador", afirmó Holguín.

El presidente de la Federación de Organizaciones de la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos (Fonakise), Paco Chuji Gualinga, señaló a IPS que desde el 2 de este mes la comunidad de Yana Amarúm ha debido soportar directamente la violencia del conflicto colombiano.

"Los incidentes han sobrepasado ya la capacidad de resistencia de los habitantes de Yana Amarun, pues, además de los continuos enfrentamientos entre el ejército colombiano y la guerrilla, que se dan a sólo 200 metros de sus viviendas", ahora tuvieron que "soportar a militares ecuatorianos que incursionaron en tu territorio".

El presidente de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), Luis Ángel Saavedra, comentó a IPS que en los terrenos de la comunidad pudo constatar que se encuentran casquillos producto de los enfrentamientos y denunció agresividad de los militares ecuatorianos hacia la comunidad.

Fonakise e Inredh exhortaron a las autoridades ecuatorianas a constatar el estado de temor y preocupación en que se encuentra Yana Amarúm.

Otro elemento que distorsionan las relaciones colombo-ecuatorianas son las aspersiones aéreas con el herbicida glifosato a las plantaciones de coca en la frontera común.

Tras las declaraciones de Wellington Sandoval, el canciller colombiano Fernando Araújo afirmó que el gobierno que representa considera "inoperante" la comisión científica binacional conformada para revisar las fumigaciones de coca con glifosato.

Según Quito, esas aspersiones han dañado cosechas e intoxicado personas y animales del lado ecuatorianos de la frontera, por lo que piensa presentar una demanda en contra de Colombia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. La comisión fue creada a comienzos de año por los presidentes Álvaro Uribe, de Colombia, y Rafael Correa, de Ecuador.

"Desafortunadamente esa comisión se ha reunido en tres oportunidades y no ha logrado definir un mecanismo para ir al campo a mirar cuáles son esos posibles daños", indicó Araújo agregó que por eso "ha sido inoperante".

Según Araujo, para su país es "inadecuado" el anuncio de Quito de presentar una demanda en La Haya.

"Preferimos que eso sea resuelto por canales directos", aseguró y agregó que Bogotá espera "construir no sólo soluciones para el tema de las fumigaciones", sino también "seguir trabajando en todos los otros temas de la agenda" bilateral como por ejemplo el de los desplazados colombianos en Ecuador.

Un día después de estas declaraciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador emitió el 20 de este mes un comunicado aclarando al canciller colombiano que la política evasiva para solucionar los problemas fronterizos era del gobierno colombiano.

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