Parte de las mesas, estantes y otros objetos de madera que adquiere el gobierno de México por montos que este año sumarán unos 180 millones de dólares, provienen de bosques cortados de manera irregular, denuncian ambientalistas. El Poder Legislativo aprobó el 5 de septiembre una ley que obliga al gobierno a comprar productos que expresamente tengan certificación verde. Sin embargo, el gobierno no asumió la orden.
«Falta un compromiso de las autoridades. Aunque están obligadas a comprar productos que cuenten con un certificado verde –que otorga el Consejo de Administración Forestal y que en México abarca más de 700 mil hectáreas de plantaciones–, el gobierno autorizó adquisiciones de otros aprovechamientos forestales, lo que es distinto e insuficiente», dijo a Tierramérica Héctor Magallón, de Greenpeace México.
«Los legisladores deben protestar, pues se está violando flagrantemente la ley», agregó.
