Instituciones científicas y ambientalistas elaboraron un plan para proteger las 320 especies de sapos, ranas y salamandras (cinco por ciento del total mundial) que habitan en Venezuela. Varias de ellas están en peligro de extinción en los deteriorados bosques y cuerpos de agua en los que son endémicas.
«Aunque se desconocen las razones concretas por las que desaparecen especies como la rana arlequín (Atelopus cruciger) y otros de los llamados sapitos rayados, se las relaciona con la disminución mundial de anfibios, imputable a la degradación ambiental», dijo a Tierramérica Jon Paul Rodríguez, co-redactor del Libro Rojo de la Fauna Venezolana.
El Ministerio del Ambiente revisa este plan, que prevé un laboratorio de conservación de anfibios, seguimiento de especies, campañas educativas e inclusión de la herpetología en la formación de biólogos, explicó Celsa Señaris, de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales.
