AGUA-ASIA: Guerra a la mala gestión

Funcionarios, donantes, representantes de la sociedad civil y expertos en salubridad coinciden en que el abastecimiento de agua potable y los problemas de saneamiento en Asia deben abordarse con la misma urgencia que se atiende un desastre.

"La gente no esperará de cinco a 10 años para tener agua. La van a tomar ahora, e ilegal si fuera necesario. El tiempo es primordial", señaló K. E. Seetharam, especialista en saneamiento y agua del Banco de Desarrollo Asiático.

Un equipo de especialistas que trabaja día y noche para preparar un documento de previsiones, financiado por el Banco de Desarrollo Asiático, se reunió tres días en Singapur a fines de agosto.

Se espera que el documento, "Perspectivas de Desarrollo y Agua en Asia", oficie de guía para los responsables de diseñar políticas de esta región.

Se prevé que el informe sea publicado antes de la primera Cumbre del Agua Asia-Pacífico que tendrá lugar en Japón del 3 al 4 de diciembre.

El documento incluirá indicaciones acerca de las actividades vinculadas al servicio de agua y saneamiento que los funcionarios competentes deben implementar en forma integral.

Se dieron grandes pasos en ese sentido en Bangladesh e India para superar la defecación a cielo abierto gracias a los esfuerzos de donantes, gobiernos locales y organizaciones no gubernamentales.

"Es importante que los gobiernos actúen ahora, cuando el momento es propicio. Un pequeño esfuerzo puede dar grandes resultados", arguyó Arthur McIntosh, especialista en temas de agua que trabajó para el Banco de Desarrollo Asiático.

Aunque una de las figuras más destacadas del equipo que redacta el documento, el profesor canadiense de origen indio Asit Biswas, advirtió acerca de la inconveniencia de una única solución para todos los problemas.

"Hay distintos problemas en Asia e incluso en cada país", señaló Biswas, quien además ganó el premio de Agua de Estocolmo 2006. "Hay que buscar las soluciones apropiadas".

"También debe comprenderse que el agua no sólo es un recurso, sino también un servicio", apuntó Wouter Arriens, especialista en gestión de agua del Banco de Desarrollo Asiático.

Con vistas a la cumbre de diciembre, el vicepresidente del consejo rector del Foro de Agua de Asia Pacífico, Ravi Narayanan, indicó que el informe de los especialistas debe ser "un documento dinámico, no algo que se proponga y luego se olvide".

El foro trata de contribuir a la gestión sustentable del agua afín de alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM) en Asia-Pacífico.

En la Cumbre del Milenio, como se conoce a las instancias inaugurales de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2000, se acordaron ocho grandes metas para el desarrollo.

Ellos son reducir a la mitad, con base en los indicadores de 1990, la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.

También combatir la expansión de virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, el paludismo y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental, y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.

Desde hace un tiempo la falta de agua y saneamiento se consideran factores importantes del desarrollo. Cuando mejora su disponibilidad, se registran avances en salud, educación y en la económica.

Fue ampliamente reconocido que la falta de gobernanza es una de las causas de los problemas de las naciones pobres.

La gobernanza no ha sido más que una retórica vacía en la mayor parte de Asia, con excepción de algunas pocas islas de excelencia como Singapur, según Biswas.

"Un caso típico son las zonas urbanas de India donde el suministro de agua de forma intermitente se aceptó como un estilo de vida", indicó Biswas, quien sostiene que la crisis de agua en Asia de la que habla la prensa no es tal, sino que es más bien una crisis de gestión del recurso, no su escasez.

La voluntad política obstaculizó, en especial, la causa del agua y del saneamiento, y no tanto la falta de financiación o de recursos físicos. La cumbre de Japón buscará promover la disposición de los políticos de la región, indicó Biswas.

"Nuestro mensaje clave es que los problemas de agua de la región tienen solución", subrayó.

De hecho, no faltan relatos de iniciativas exitosas que lo prueben, desde un programa comunitario para construir inodoros en la central ciudad de Pune, India, hasta la mejora del suministro a cargo de la Compañía de Agua de Manila, Filipinas, impulsado por el sector privado.

"El papel de las mujeres como importantes gestoras del agua fue bien recibido en el ámbito comunitario", señaló Narayanan, también ex director de la organización no gubernamental Water Aid, con sede en Gran Bretaña.

Las mujeres también encabezan el movimiento a favor de ampliar el saneamiento en muchas zonas de Asia.

"Está documentado que la disponibilidad de baños separados por sexo en muchas escuelas rurales y semiurbanas disminuye en forma drástica su escaza utilización", añadió Seetharam, del Banco de Desarrollo Asiático.

Pero no hay muchas mujeres en puestos altos, indicó Erna Witoelar, la única que hay en el consejo rector del Foro de Agua de Asia-Pacífico y que participó en forma activa en las deliberaciones.

Otro desafío que se plantea en Asia es la falta de información acerca de la calidad del agua de los ríos, la cantidad de conexiones o detalles de las cañerías subterráneas, por lo que los especialistas buscan a tientas datos confiables.

"Es ridículo que en esta época, no tengamos un banco de datos para acceder a toda la información", se quejó McIntosh.

Es tan grave la falta de información que se hace difícil realizar comparaciones internas o entre los países respecto del buen estado de las instalaciones de abastecimiento de agua y saneamiento.

Con la intención de solucionar esa carencia, el especialista indio en gestión de agua Bhanoji Rao creó un Índice de Adecuación del Agua Potable para Asia.

"El índice puede ser utilizado por los urbanistas como herramienta de evaluación, control y como parámetro en el futuro", señaló Rao.

La cuenta regresiva comenzó y los ODM ya recibieron muchas críticas de especialistas por apuntar sólo a la mitad de la población que carece de agua y saneamiento.

"Cuando hay gente sin agua por cañería ni saneamiento, se está ante un desastre que hay que afrontar en pie de guerra", subrayó McIntosh. "Hay que dejar de lado las viejas reglas y ponerse a trabajar de inmediato".

* Este artículo pertenece al Centro de Comunicación e Información de Medios Asiáticos, de Singapur, y forma parte de un acuerdo de distribución con IPS Asia-Pacífico.

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