El gobierno brasileño entregará, hasta fin de año, la mayor parte de las 335 máquinas para reciclaje de los gases de dispositivos de aire acondicionado instalados en automóviles, camiones y otros vehículos. El gas será recogido, reciclado por las máquinas y reinyectado, en pocos minutos, en los propios aparatos. Estas tareas son parte del Programa Brasileño de Eliminación de Clorofluorocarbonos (CFC), gases que destruyen la capa de ozono.
«Las primeras máquinas se entregaron en septiembre en San Pablo, estado donde existe mayor consumo», dijo a Tierramérica Marcio Marques Perrut, director de la Unidad de Ozono del Ministerio de Medio Ambiente, quien señaló que se está trabajando junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Desde que se eliminó la producción de CFC en Brasil, en 1999, la fabricación y uso de estos gases disminuyeron 82,8 por ciento.
