Organizaciones sociales y ambientales, lideradas por la Red de Acción en Plaguicidas (RAP-Chile), iniciaron una campaña para que se prohíba el uso de lindano en el tratamiento de la pediculosis y la sarna, por sus efectos nocivos para la salud y el ambiente. «Es vergonzoso que el lindano, un organoclorado prohibido desde 1998 por el Ministerio de Agricultura para su uso agrícola, se siga aplicando en las cabezas de nuestros niños», dijo a Tierramérica María Elena Rozas, de RAP-Chile.
Rozas aseguró que su registro está totalmente cancelado en 11 países latinoamericanos y en la Unión Europea por sus efectos cancerígenos y por provocar daños neurológicos, anemia aplásica infantil y síndrome de Charge.
Se distribuirá un manual informativo –con alternativas comerciales y naturales al lindano– y se recolectarán firmas para enviarle una carta a la presidenta Michelle Bachelet.
