Una nueva regulación brasileña exige que los pedidos de patentes biotecnológicas comprueben la legalidad del acceso a los recursos genéticos involucrados en los productos e innovaciones que se pretenden registrar. La exigencia del Consejo de Gestión del Patrimonio Genético y del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, vigente desde el inicio de este año, se aplica también a los conocimientos tradicionales aprovechados en la investigación.
“Es un paso importante para frenar la biopiratería y promover el reparto de los beneficios de la biodiversidad, como prevé el Convenio sobre la Diversidad Biológica (1992)”, señaló a Tierramérica Fernando Mathias, abogado del no gubernamental Instituto Socioambiental.
Sin embargo, esta medida pionera en el mundo necesita controles para asegurar los beneficios de las patentes a los poseedores del recurso genético y de los conocimientos tradicionales que sirvieron de base al desarrollo del producto, acotó Mathias.
