¿Prudencia o censura? El debate lo abrió el canal estatal chileno al postergar la emisión de un filme documental sobre la guerra entre Chile, Perú y Bolivia (1879-1883), accediendo a una petición del canciller Alejandro Foxley, quien actuó a instancias del gobierno peruano.
La suspensión representa "un grave caso de censura a una expresión artística, a un trabajo de investigación que a todas luces es serio, ya que fue aprobado por todas las instancias del canal" dijo a IPS Felipe Portales, coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la estatal Universidad de Chile.
Contrariamente a la "política de la avestruz de esconder la cabeza ante los problemas, el documental podría haber sido útil para enfrentar los conflictos pendientes" que siguen afectando la relación bilateral, planteó Portales, sociólogo especializado en derechos humanos y relaciones internacionales.
El lunes, el ministro Foxley reconoció que había conversado con el presidente del directorio de Televisión Nacional de Chile (TVN), Francisco Vidal, sobre la posibilidad de suspender la difusión del documental "Epopeya" ante un pedido del gobierno peruano.
El audiovisual fue realizado durante dos años por la productora Nuevo Espacio, con fondos del gubernamental Consejo Nacional de Televisión y la colaboración de las Fuerzas Armadas de los tres países involucrados, y el primero de sus tres capítulos iba a ser emitido por la señal pública este miércoles 14 en horario estelar, a las 10 de la noche hora local.
"Hicimos una evaluación de que estamos en un momento clave para construir una relación con Perú que supere los traumas históricos, y me pareció que era necesario que ellos (TVN) tuvieran todos los elementos de juicio", declaró el canciller chileno.
Foxley aseguró haber dicho a Vidal que "dar una opinión —y fui absolutamente explícito en eso— no constituía lobby, mucho menos censura y ni siquiera presión" y asumió toda la "responsabilidad" de la llamada al canal.
Vidal, quien fue portavoz del gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), también negó que el Ejecutivo hubiera ejercido censura ante el directorio de TVN, integrado por siete profesionales de distintas tendencias políticas.
El periodista Rafael Cavada, conductor del espacio, señaló que "no es un episodio de censura absoluta, porque el directorio de TVN, por el cual tengo mucho respeto, decidió en forma unánime que el documental se daría" en el transcurso del año.
Pero se declaró "descorazonado" por la actitud de las autoridades del canal, que cedieron ante las "presiones" de la cancillería, para no perjudicar al gobierno chileno que acaba de tener un roce con Perú por "hacer mal su trabajo en la Ley de Arica", dijo.
A fines de enero, el gobierno peruano de Alan García protestó porque el proyecto de ley que crea la nueva región chilena de Arica y Parinacota —todavía en el parlamento— contenía una delimitación errónea de la frontera entre ambos países. El conflicto lo zanjó el Tribunal Constitucional de Chile, que dio la razón a Perú.
Esto llevó a Lima a plantear la necesidad de modificar los límites marítimos, lo que Chile rechaza. Santiago incluso teme que García lleve esta demanda a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya.
En Lima, García y su canciller José Antonio García Belaúnde celebraron la decisión de suspender la emisión del filme. El mandatario calificó a Chile como "socio fundamental" y afirmó que seguiría conversando con Santiago "para afirmar y profundizar lo que marcha bien".
La Guerra del Pacífico, que estalló 128 años atrás, sigue muy viva para los tres países, especialmente Bolivia y Perú, que perdieron importantes territorios a manos de Chile. Mientras Perú perdió la actual región chilena de Tarapacá, Bolivia se quedó sin la hoy segunda región de Antofagasta, que le daba acceso al océano Pacífico.
Por esta razón, Chile y Bolivia interrumpieron sus relaciones diplomáticas en 1978 y mantienen la tensión, debido al reclamo boliviano de recuperar una salida al mar.
"Epopeya" consta de tres capítulos de 52 minutos, en los que sus autores intentan explicar cómo el conflicto aún divide a estas naciones vecinas.
Para ello, conversaron con ciudadanos peruanos, chilenos y bolivianos, ingresaron a escuelas para ver lo que se enseñaba a los escolares sobre la guerra y entrevistaron a historiadores y políticos.
Ninguno de los actores políticos y diplomáticos envueltos en la decisión de suspender el documental conocen su contenido. Esto no impidió al embajador peruano en Chile, Hugo Otero, ser el primero en alertar a Vidal sobre las presuntas repercusiones que tendría su emisión. Éste llamó al representante chileno en Lima, Cristián Barros, para conocer su opinión, coincidente con la de su par peruano.
El directorio de TVN resolvió entonces mantener la fecha de estreno del documental. La decisión fue comunicada a Otero, lo que motivó que García Belaúnde recurriera a la cancillería chilena. El sábado, Foxley llamó a Vidal para insistir en la postergación del programa, esgrimiendo "razones de Estado".
El directorio se reunió de modo extraordinario el sábado y el domingo y, en votación dividida, con cinco votos a favor y dos en contra, optó por no difundirlo este miércoles, pero acordó de modo unánime emitirlo sin cortes antes de fin de año.
Manuela Gumucio, directora del no gubernamental Observatorio de Medios Fucatel, no ve en lo ocurrido un acto de censura "porque es un canal público y el ministro adujo razones de Estado, pero sí pone de manifiesto otro problema más profundo de nuestra televisión", la no apertura hacia creaciones de otros países latinoamericanos.
"En Chile no se emiten películas, ficciones o documentales argentinos, peruanos, bolivianos", que aborden temas de interés común, "lo que alimenta la aparición de chauvinismos", ya que no se conoce ni la opinión ni la riqueza cultural de esos países, dijo a IPS.
"Este documental no habría representado el riesgo que representó si hubiera una política de este tipo", acotó.
