SALUD: Posible cuarentena para tuberculosos

La única forma de combatir una mortal cepa de tuberculosis resistente a los antibióticos en Sudáfrica y otros países sería declarar una cuarentena, según varios expertos.

Un brote de tuberculosis resistente a los medicamentos, registrado en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica, llamó la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el año pasado. Cientos de personas contrajeron la enfermedad y hubo gran cantidad de muertes.

"El problema supera por lejos nuestros conocimientos", dijo a IPS Jerome Amir Singh, experto en VIH/sida de la Facultad de Medicina Nelson R. Mandela de la Universidad de KwaZulu-Natal, en la ciudad de Durban.

"Los altos índices de infección con los bacilos normales de la tuberculosis y con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) creó un cóctel de enfermedades muy explosivo", explicó Singh desde Durban.

Una encuesta realizada el año pasado mostró que 51 por ciento de los portadores de la cepa resistente no habían sido sometidos antes a tratamiento contra el bacilo de Koch, causante de la enfermedad, sugiriendo que se habían infectado por primera vez con esta variedad letal.

"En menos de 25 años, murieron 52 de los 53 infectados con la cepa resistente, una tasa de mortalidad sin precedentes en el mundo", escribieron Singh y sus colegas en el informe político "Tuberculosis resistente en Sudáfrica: No hay tiempo para la negación ni la autocomplacencia".

El estudio fue publicado este lunes por Public Library of Science (PLoS Medicine), una organización que reúne a médicos y científicos.

Dado el auge turístico de Sudáfrica y su ubicación en el sistema de transporte y comercio internacional, un brote resistente de tuberculosis representa "una posible crisis sanitaria internacional y explosiva", sostienen los especialistas.

El desplazamiento de millones de trabajadores desde países vecinos, como Mozambique, Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe, y el de las distintas regiones dentro de Sudáfrica, así como la gran prevalencia del VIH crean las condiciones ideales para la propagación de la cepa mortal de la tuberculosis.

De hecho, se detectan al menos 30 nuevos casos de esta enfermedad por mes en esa provincia sudafricana. "Esto podría quebrar el sistema de salud sudafricano", alertó Singh.

"Sudáfrica acaba de comenzar a medir la dimensión de la cepa, pero las naciones vecinas desconocen el problema y no tienen recursos para detectar la enfermedad", señaló. Su diagnóstico requiere de laboratorios especializados y lleva varias semanas.

"No me sorprendería que se hubiera propagado a todos los países vecinos", señaló el especialista.

Alrededor de un tercio de la población mundial es portadora del bacilo de Koch. Por suerte, el sistema inmunitario puede mantenerla inactiva. Pero cuando éste está debilitado por otras enfermedades o por la desnutrición, el germen se manifiesta.

Los medicamentos desarrollados en la década del 30 resultaron herramientas eficaces para luchar contra la enfermedad, que desapareció en muchas partes del mundo.

Pero los esfuerzos para erradicarla disminuyeron totalmente y en la década del 80 surgió el VIH, lo cual complicó aún más la situación.

"Las personas infectadas con el VIH son un campo fértil para el regreso de la tuberculosis", señaló David Olsen, asesor de la organización humanitaria internacional Médicos Sin Frontera, desde Nueva York.

Las cepas resistentes aparecieron en el disuelto bloque socialista europeo en los años 90 debido a tratamientos incompletos y al deterioro de los sistemas de salud.

La tuberculosis es una enfermedad difícil de curar porque la bacteria responsable crea subpoblaciones que permanecen latentes por meses o hasta años.

Deben rotarse entre tres y cuatro fármacos durante meses y puede ser necesario aislar al paciente en un hospital durante más de dos años para su tratamiento.

Condiciones similares se dieron en Sudáfrica, donde 15 por ciento de los infectados con esa bacteria no completaron el tratamiento de primera línea de seis meses y 30 por ciento abandonó en el de segunda línea, de un lapso similar.

El resultado fue una bacteria resistente a múltiples fármacos que a su vez generó la tuberculosis resistente.

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras señala que se detectan 450.000 nuevos casos de tuberculosis muy resistente por año en el mundo y la OMS señaló que 1,7 millones de personas mueren por año.

El problema es que no se desarrolla ningún nuevo medicamento desde la década de los 60.

Lo más alarmante en el caso de Sudáfrica es que la tuberculosis resistente se registra en pacientes infectados con VIH, lo que quiere decir que su propagación será más rápida y la enfermedad más agresiva, dijo el asesor de esa organización a IPS.

La tuberculosis se transmite por la tos o el estornudo de un paciente infectado.

El tratamiento adecuado para las bacterias resistentes o las resistentes a múltiples fármacos implica el uso de viejos fármacos, muy tóxicos, y el asilamiento total en habitaciones privadas y con ventilación especial para evitar su propagación por un plazo de más de 24 meses, indicó Olsen.

"Ese tipo de tratamiento es imposible en la mayor parte de África y muchas otras regiones del mundo", añadió.

KwaZulu Natal sólo tiene un hospital para tratar esas variedades de tuberculosis y sólo tiene 11 camas, a pesar de que el gobierno conoce el problema desde 2005, indicó Singh.

"Dada la casi falta de acción en Sudáfrica contra el VIH/sida y el peligro que está en juego, la comunidad internacional debe controlar la respuesta que dé el gobierno a la incipiente crisis", señaló el doctor Nesri Padaytchi, subdirector del Centro para Programas de Investigación de SIDA de Sudáfrica (Caprisa).

Es urgente que salud pública actúe para frenar la propagación de la variedad resistente de tuberculosis en Sudáfrica, concuerda el coautor Ross Upshur, director del Centro Conjunto de Bioética de la Universidad de Toronto.

El derecho al libre tránsito de personas que se presume infectadas debe restringirse hasta que el resultado de sus análisis sea negativo, declaró Upshur, entrevistado en Toronto.

Poner en cuarentena a decenas de miles de personas fue la clave para contener un brote del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) en Canadá, en 2004.

Pero será muy difícil hacer lo mismo en Sudáfrica, porque más de 10 millones de personas viven de los beneficios sociales públicos. Ese dinero representa a menudo el único ingreso de una familia y queda en suspenso si el beneficiario es hospitalizado.

Por lo tanto, "muchos enfermos de tuberculosis reciben tratamiento como si fueran pacientes externos, sin permanecer internados", indicó Singh.

"Sudáfrica tendrá que disponer de condiciones para el aislamiento de este tipo de pacientes y crear redes de apoyo social, auspiciadas por el Estado, para ayudar a los enfermos y sus familias", consideró.

Si no se actúa en forma urgente, el único método práctico y efectivo para aislar grandes cantidades de personas infectadas con las nuevas cepas de la tuberculosis, por periodos prolongados, sería algo similar a las colonias para leprosos.

"Los tuberculosos no deben ser tratados como criminales. La propagación de la enfermedad es un fracaso de todos nosotros", subrayó Upshur.

***** + PLoS Medicine, en inglés (http://www.plos.org/) (FIN/IPS/traen-vf-mj/af he pr sr sd/07)

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