Los recurrentes problemas que irrumpen con estruendo entre los países del Mercosur están lejos de afectar las bases del proyecto de integración regional que, aún con dificultades, se mantiene sólido, atrae a nuevos socios y avanza sin prisa pero sin pausa, según funcionarios y expertos argentinos.
"No compartimos las visiones negativas que buscan magnificar cada crisis", declaró el coordinador del Mercosur en Argentina, Alfredo Chiaradía, en vísperas de la cumbre del bloque conformado por este país, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
"El Mercosur (Mercado Común del Sur) es un instrumento fundamental de proyección de nuestros países, y las desavenencias que aparecen no ponen en duda el proyecto", señaló este viernes Chiaradía en reunión con la prensa extranjera para informar de la reunión de presidentes a celebrarse el 20 y 21 de este mes en la central provincia argentina de Córdoba.
El bloque "tiene plena vigencia pese a sus dificultades", aseguró.
Según datos de la cancillería argentina, el bloque está cerca de superar este año la marca de 40.000 millones de dólares de intercambio que se había alcanzado en 1998 y, en conjunto, ya duplicó el comercio con países de afuera de la región respecto de aquel mismo año, al pasar de 133.500 a 227.000 millones de dólares.
La visión optimista sobre la marcha del bloque es compartida por el ex secretario de Comercio e Industria Dante Sica, hoy presidente de la consultora privada Abeceb.
"Los discursos políticos sugieren un ambiente caldeado y de crisis continua entre algunos socios del Mercosur, pero a nivel técnico hubo avances sustanciales en el último año", destacó el analista ante un grupo de corresponsales de medios extranjeros entre ellos IPS.
Para Sica, la conflictividad en el comercio entre Argentina y Brasil en algunos rubros se neutralizó con la creación de una comisión de monitoreo. Hubo progresos marcados en la integración aduanera, ventajas para los países más chicos, y un fuerte impulso al proyecto con la incorporación como miembro pleno de Venezuela.
"Aún con todas las suspicacias y desprolijidades de su adhesión, la inclusión de Venezuela es un hecho muy significativo", dijo Sica, y remarcó que a partir de su incorporación el Mercosur se llega a congregar 75 por ciento del producto bruto sudamericano.
En el último semestre, durante la presidencia temporaria del bloque a cargo de Argentina, se agudizó la controversia entre este país y Uruguay por el impacto ambiental de dos plantas de celulosa sobre un río compartido, un asunto que ahora se dirime en la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya.
Además, el bloque sufrió un sacudón el 1 de mayo con la decisión del presidente Evo Morales de nacionalizar los hidrocarburos de su país, Bolivia, estado asociado del Mercosur.
Por sus implicancias regionales, el anuncio mereció una reunión extraordinaria de los presidentes Morales, Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Hugo Chávez, de Venezuela.
La medida de Bolivia obligó a Argentina a negociar un nuevo precio por el gas natural que le compra y abrió un frente de debate Brasil, su principal inversor petrolero.
A su vez, los nuevos valores del gas boliviano se trasladaron a Chile, otro estado asociado al bloque, que le compra el combustible a Argentina. Esta resolución del gobierno de Kirchner provocó malestar en Santiago, que lo acusó de tener un doble discurso en materia de integración.
Esos conflictos bilaterales no formarán parte de la agenda de la cumbre de Córdoba, aunque podrían influir en el clima político del encuentro. Sin embargo, los funcionarios argentinos minimizaron esta posibilidad y sostuvieron que el proyecto de integración es sólido como para resistir las rencillas domésticas.
Para Chiaradía, la controversia entre Buenos Aires y Montevideo está "encapsulada" ahora en el ámbito judicial y, si bien admitió que "genera ruido", no impide avanzar con la agenda del bloque. Más aún, destacó los progresos para lograr que el Mercosur "sea útil para todos los socios y tenga beneficios equilibrados".
En este sentido dijo que en los últimos tiempos "hubo un reconocimiento de Argentina y de Brasil" sobre la necesidad de "compensar" a Uruguay y Paraguay, las economías más pequeñas. El ingreso de Venezuela ayudará en ese sentido.
Respecto de la discusión con Chile por el incremento del precio del combustible que le vende Argentina, Chiaradía lo consideró que es parte de que "hay demanda excedente y necesidades insatisfechas, nada más"..
En cambio destacó los "avances sustanciales" que hubo en el proceso de integración durante la presidencia argentina. Los progresos más significativos fueron en el ámbito aduanero, en la liberalización de los servicios de cada país, y en las contrataciones públicas (compras gubernamentales).
Tras la decisión de eliminar el doble cobro de arancel dentro del bloque, los socios acordaron lineamientos comunes para un Código Aduanero del Mercosur que deberá entrar en vigor en 2008. En Córdoba se dará un aval a este consenso y se establecerá una comisión que redactará el nuevo código..
Los países miembros discutieron mecanismos para la distribución de la renta aduanera. "Está en juego ahora definir qué organismo se encargará de recaudar y distribuir" esas ganancias, adelantó Chiaradía a IPS, y aseguró que este paso será "fundamental para perfeccionar el bloque".
Los gobiernos también acordaron que para fines de 2007 debe funcionar un sistema de interconexión de las aduanas a fin de poder monitorear de manera simultánea en el bloque los productos que ingresan por alguno de sus puertos.
En el área de servicios, Chiaradía remarcó que Brasil, Uruguay y Paraguay "asumieron nuevos compromisos" para la liberalización de normas en múltiples rubros, un paso que facilitará la operación de empresas de un país en territorio de otro estado miembro. Argentina ya había abierto ese mercado.
Respecto de las contrataciones públicas, se acordaron procedimientos de transparencia para la participación de empresas del bloque en las distintas etapas de licitaciones para la adquisición de productos y servicios por parte de los gobiernos a nivel exclusivamente federal.
En Córdoba se firmará, además, un acuerdo de complementación económica con Cuba y un acuerdo marco de comercio que fijará las bases de un convenio de preferencias con Pakistán, se avanzará en las negociaciones para la incorporación de México como miembro pleno, y se seguirá la discusión con Israel.
Los presidentes también escucharán propuestas de un grupo de alto nivel sobre empleo, que hará recomendaciones para incrementar el empleo en el bloque, y por primera vez habrá un foro de la sociedad civil convocado por los gobiernos para que funcione en paralelo a la cumbre.
