NACIONES UNIDAS: Iraq a un paso de presidir comité de derechos humanos

La Asamblea General de la ONU, de 191 miembros, podría elegir a Iraq para presidir un comité clave sobre derechos humanos y desarrollo social.

Crédito: UN/DPI Photo
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El Tercer Comité de la Asamblea General tiene entre sus potestades vigilar la actuación del recién creado Consejo de Derechos Humanos.

La postulación llega mientras la ONU (Organización de las Naciones Unidas) como varias organizaciones de derechos humanos acusan a las sucesivas administraciones iraquíes respaldadas por Washington de cometer o ignorar abusos a los derechos humanos en ese país ocupado militarmente por Estados Unidos desde 2003.

El Grupo Asiático de la ONU, entre cuyos 54 miembros está Iraq, aprobó la candidatura del país luego que Nepal, que atravesó entre 2005 y este año una grave crisis política, fuera obligado a retirar la suya el mes pasado, principalmente a causa de sus antecedentes en materia de derechos humanos y de la ausencia del Estado de derecho.

"Teníamos dos males ante nosotros", dijo a IPS un diplomático del mundo en desarrollo. "Y decidimos elegir al menos malo".
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La aprobación de grupos regionales a las postulaciones para varios comités clave de la ONU —y esta vez para la sexagésimo primera sesión de la Asamblea General, que comenzará en septiembre— recibe por tradición el visto bueno de la Asamblea sin que medie una votación.

Se espera que la presidencia de Iraq del Tercer Comité sea ratificada esta semana por la Asamblea, organismo máximo en materia de elaboración de políticas. La elección es prácticamente un hecho.

"Es verdad que Iraq fue postulado por su grupo regional para presidir el Tercer Comité", dijo a IPS Pragati Pascale, portavoz de quien fue hasta el miércoles presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson.

Consultado sobre las declaraciones de Eliasson, Pascale dijo: "Estas elecciones son un proceso de la Asamblea General, realizadas según sus reglas de procedimiento, y no es el rol del presidente formular comentarios sobre candidatos individuales o sobre los electos", dijo.

El mes pasado, la Asamblea General rechazó la candidatura de Iraq para el recién creado Consejo de Derechos Humanos. En 191 miembros, Iraq recibió solamente 52 votos, la peor votación de todos los candidatos propuestos desde el Grupo Asiático. Se requerían 96 sufragios para obtener un asiento en el Consejo.

Desde la invasión de una coalición internacional liderada por Estados Unidos a Iraq, en marzo de 2003, sucesivos gobiernos controlados por Washington fracasaron en impedir la creciente violencia que ha marcado la resistencia a la ocupación y en proteger los derechos humanos de los habitantes del país.

En un informe difundido a comienzos de este año, la Misión de Asistencia de la ONU para Iraq (Unami), dijo: "Los derechos humanos en Iraq continuaron siendo severamente debilitados por la creciente inseguridad, los altos grados de violencia y la crisis de la ley y el orden resultante de la acción de las milicias y las bandas criminales".

El estudio también señaló que el derecho a la vida seguía muy afectado por los ataques insurgentes y terroristas en curso, así como por matanzas por represalias y la acción de grupos armados.

"Mujeres, niños y profesionales, incluyendo a académicos y jueces, fueron cada vez más los blancos de la violencia", agregó.

El informe también destacó que, según el Ministerio de Derechos Humanos de Iraq, todavía hay más de 28.700 detenidos en el país, la gran mayoría en manos de las fuerzas de Estados Unidos, y los ministerios de Justicia y del Interior, entre otros.

"Las condiciones generales de la detención en instalaciones iraquíes no cumplen los estándares internacionales de derechos humanos", agregó el informe. "La cantidad de detenidos en el país continúa siendo alta y una fuente de descontento para la población en general".

La semana pasada, el Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, urgió al nuevo primer ministro de Iraq, Nouri Kamal al-Maliki, a dar pasos inmediatos para poner al país "en línea con estándares internacionales para una prensa libre, y para tomar una rápida acción a fin de asegurar la capacidad de los periodistas para llevar a cabo su trabajo sin interferencia oficial".

Mientras, una organización no gubernamental llamada Monitoreo de Derechos Humanos en Iraq emitió una declaración esta semana pidiendo "a todos los estados miembro de la ONU que impidan este plan vergonzoso y rechacen al régimen violador de los derechos humanos, tal como lo hicieron en la elección del Consejo de Derechos Humanos".

La declaración sostiene que la presidencia del comité para el régimen iraquí, cuyo Ministerio del Interior es acusado de permitir que milicias ilegales manejen cámaras de tortura en el sótano del edificio ministerial "sería un escándalo de grandes proporciones y un insulto a todos los defensores de los derechos humanos del mundo".

Phyllis Bennis, del Instituto para los Estudios Políticos, con sede en Washington, sostuvo que en la votación para el nuevo Consejo de Derechos Humanos, la ONU hizo lo correcto al rechazar la candidatura del gobierno del ocupado Iraq.

"Sin embargo, buena parte del pueblo iraquí puede querer la democracia, y aunque muchos iraquíes asumieron grandes riesgos para votar, un gobierno elegido pero que opera bajo condiciones de ocupación militar extranjera nunca puede ser plenamente legítimo", dijo Bennis a IPS.

El propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró "ilegal" la invasión a Iraq. Cambiar el nombre del gobierno de "interino" a "transitorio" y a "constitucional" no modifica su legitimidad cuando la soberanía de la nación todavía está comprometida, dijo Bennis, autora de "Before and After: U.S. Foreign Policy and the September 11 Crisis" (Antes y después: La política exterior de Estados Unidos y la crisis del 11 de septiembre).

"El gobierno de Iraq continúa siendo cómplice de violaciones masivas a los derechos humanos. Desde las atroces condiciones (en que viven) los prisioneros, muchos de ellos mantenidos (en prisión) sin cargos o juicios, hasta las depredaciones de milicias sectarias que operan dentro de ministerios del gabinete, la administración sigue siendo el rostro visible de violaciones gubernamentales a los derechos humanos", afirmó Bennis.

La ONU comprendió esto en el caso de la postulación iraquí al Consejo de Derechos Humanos, evaluó.

"Pero ahora parece que la ONU puede estar olvidando esa realidad. Iraq está por ser elegido para presidir el Tercer Comité de la Asamblea General, que entre otras cosas vigila el trabajo del Consejo de Derechos Humanos", añadió.

Si tiene éxito, dijo Bennis, el mismo gobierno violador de derechos humanos estará en una posición potencialmente más poderosa para influenciar el trabajo de la ONU en materia de derechos humanos, presidiendo ese comité de control.

Eso podría redundar en presiones al Consejo para que no investigue violaciones pasadas o futuras a los derechos humanos por parte del gobierno iraquí.

El nuevo Consejo de Derechos Humanos fue creado a raíz de que la antigua Comisión de Derechos Humanos había sido desacreditada por incluir entre sus miembros a algunos regímenes violadores de los derechos humanos, como Sudán y Zimbabwe, señaló Bennis.

El nuevo Consejo, elegido por una gran mayoría de votos de la Asamblea General, será "más creíble" que la comisión que le precedió.

"Pero si el gobierno de Iraq, no soberano y violador de los derechos humanos, se convierte en presidente del comité encargado de vigilar el trabajo del Consejo, la credibilidad del trabajo de la ONU en materia de derechos humanos sufrirá", opinó Bennis.

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