ECONOMÍA-ZIMBABWE: Tan, tan pobre no… ¿o sí?

Zimbabwe rechazó la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de «degradarse» a la categoría de «país menos adelantado», en la que se ubican los más pobres del Sur en desarrollo.

La recomendación, formulada por el Comité para las Políticas de Desarrollo integrado por 22 expertos designados por la ONU, puede implementarse solamente si es aceptada por el país involucrado, que, en el caso de Zimbabwe, atraviesa una severa crisis económica.

Pero en una carta al Comité, el gobierno de Zimbabwe anunció que no dará su "consentimiento para ser degradado".

Un diplomático africano dijo a IPS que algunos países perciben la condición de menos adelantado —con o sin razón— como "un estigma político y económico". "No me sorprende que Zimbabwe haya rechazado la recomendación", agregó.

Además, algunos consideran que el estatus de país menos adelantado constituye el reconocimiento de fracaso de la política económica por parte de un gobierno. Y el del presidente Robert Mugabe se niega a aceptarlo.
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Mugabe acusa de la crisis económica a las sanciones impuestas por la Unión Europea —alentadas por Gran Bretaña— en represalia por su reforma agraria, por la que se transfirieron propiedades de hacendados de la minoría blanca a zimbabwenses pobres de la mayoría negra, muchos de ellos héroes de la independencia.

El presidente defendió su política como necesaria "para reparar los gruesos desequilibrios" del colonialismo británico. La Unión Europea también le prohibió a él y a funcionarios de su gobierno a los países del bloque.

De los actuales 50 países menos adelantados, 34 son africanos. Desde que la Asamblea General de la ONU creó esta categoría en los años 70, los países incluidos en ella pasaron de 22 a 50. Hasta ahora, el único que se "graduó" a "país en desarrollo" es Botswana.

Como resultado de significativas mejoras económicas, otros cuatro países son considerados "aptos para una graduación" similar: Guinea Ecuatorial, Kiribati, Tuvalu y Vanuatu.

En cuanto a "degradaciones", el Comité para las Políticas de Desarrollo formuló la misma recomendación que a Zimbabwe a Papúa-Nueva Guinea, cuya respuesta está pendiente.

El grupo de expertos International Crisis Group, con sede en Bruselas, dijo la semana pasada que la inflación llegó en Zimbabwe oficialmente a 1.000 por ciento, alentada por la impresión de moneda zimbabwense por el equivalente a 230 millones de dólares para pagar deudas internacionales y mantener las operaciones del Estado.

"El desempleo es de 85 por ciento, la pobreza de 90 por ciento, y las reservas de moneda extranjera están casi agotadas. Alrededor de cuatro millones de personas necesitan alimentos desesperadamente. El VIH/sida y la desnutrición matan a miles de personas cada mes", según el informe del grupo.

La agricultura, principal fuente de ingresos en divisas extranjeras, fue particularmente golpeada. "Hay una severa escasez de elementos de consumo básico, y los precios del combustible y los alimentos están más allá del alcance de muchos", agregó el reporte.

La recomendación del Comité de la ONU deja en evidencia el renovado esfuerzo del foro mundial por resolver la compleja crisis que devastó lo que una vez fue "la panera de África", dijo a IPS Ralph Black, de la Asociación de Zimbabwenses Residentes en el Exterior.

"Por fin, la crisis de Zimbabwe está firmemente en la agenda de la ONU", agregó Black.

En ese sentido, mencionó la evaluación del enviado especial de la ONU sobre los efectos de la gubernamental Operación Murambatsvina —que incluyó la destrucción de asentamientos pobres de vivienda— y el involucramiento del secretario general, Kofi Annan, en la búsqueda de una resolución a la crisis política.

La vulnerabilidad de Zimbabwe se elevó por la elevada educación, el deterioro de la educación, los problemas alimentarios, las carencias en atención a la salud y el trastorno de la producción agrícola, según Annan.

Antes de mayo de 2005, dijo, 200.000 personas debieron abandonar sus hogares como consecuencia de la reforma agraria, situación que empeoró por la Operación Murambastvina, que derivó en el desplazamiento de 700.000, con 2,4 millones indirectamente afectadas.

El principal beneficio que la comunidad internacional confiere a los países menos adelantados es un acceso a los mercados exteriores libre de aranceles y cuotas, así como una atención especial a la asistencia oficial para el desarrollo, dijo a IPS el subsecretario general de la ONU para esos países, Anwarul Karim Chowdhury.

Además, señaló, todo el sistema de la ONU, en particular sus fondos y programas, apoya cada vez más a los países menos adelantados en términos de asignación de recursos y asistencia técnica.

Black dijo que la ONU también debe alentar al gobierno de Zimbabwe a comprometerse con una reforma democrática y fortalecer la capacidad de la sociedad civil para que se comprometa con la reconstrucción y el desarrollo.

Eso aumenta el sentimiento de vulnerabilidad de un gobierno aferrado al poder, lo que, según Black, explica su reticencia a aceptar la inclusión en la lista de países menos adelantados.

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