COMERCIO: Un striptease colectivo

Países ricos y pobres desnudarán este fin de semana en Londres sus posiciones para el último tramo de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales de comercio.

Delegados de Australia, Brasil, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea (UE), que representan las principales tendencias y bloques dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y son conocidos como Grupo de los Seis (G-6), deliberarán este sábado y domingo.

El objetivo será propiciar conversaciones hacia un acuerdo global de comercio, bloqueado con el estancamiento de la sexta conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebrada en Hong Kong en diciembre pasado.

Tanto entonces como en deliberaciones posteriores —en especial, las informales realizadas en ocasión del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos—, los países en desarrollo y los industrializados quedaron en punto muerto a causa de las divergencias.

El mundo en desarrollo aspira a concesiones en materia de acceso para sus productos agrícolas a los mercados del Norte industrializado y un compromiso con plazo estipulado para poner fin a los subsidios a la producción y a la exportación.

Por su parte, los países ricos pretenden que el mundo en desarrollo abra sus mercados a los productos manufacturados y los servicios.

La reunión de Londres servirá como indicador, en cierto modo, de quién está preparado para abrir el camino y hasta dónde.

"La UE y Estados Unidos ofrecieron muy poco", dijo a IPS Alex Wijeratne, de la organización humanitaria ActionAid. "Y ahora vamos a ver qué es lo que realmente están ofreciendo. Ellos van a mostrar sus cartas y el mundo en desarrollo también. Es lo que se llama un striptease colectivo."

Pero no lo suficientemente colectivo. En las conversaciones del G-6, Brasil e India se han transformado, en efecto, en los portavoces del mundo en desarrollo.

Pero los países más pobres entre los pobres no están representados directamente y deberían estarlo, dijo Wijeratne. "No están en la mesa, no están en esta reunión, y estamos muy enojados por eso", afirmó.

Sin embargo, Brasil e India están en posición de representar efectivamente a los países en desarrollo, opinó Mohan Kaul, director general del Consejo Empresarial de la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones). Ambos "velan por todos los países en desarrollo", dijo a IPS.

Las conversaciones comerciales de Londres no son formalmente parte del proceso de la OMC. Pero marcan un punto significativo rumbo a negociaciones más formales previstas para abril y julio.

"Estas conversaciones intentan vincular el calendario para la reducción de subsidios a productos agrícolas junto con el calendario de servicios", dijo Kaul.

"Ahora sabemos qué es lo que está sobre la mesa: que nosotros queremos acceso al mercado agrícola y que los subsidios sean reducidos en los países en desarrollo. Necesitamos una reducción de aranceles, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados", agregó.

Las conversaciones de este fin de semana aspiran a impulsar un entendimiento más que llegar a decisiones, dijo Kaul, "para comprender la compulsión política de cada uno y ver si podemos obtener un calendario que vincule la liberalización de los servicios con una reducción de los subsidios agrícolas".

El pequeño grupo trabaja hacia un acuerdo de la OMC, dijo Kaul. "No sé cuán bueno sería ese acuerdo, pero India y Brasil, junto con Europa y los estadounidenses, están intentando tener pronto uno para fines de este año".

"No queremos un acuerdo si es malo", dijo Wijeratne a IPS. "El que está sobre la mesa en este momento no es suficientemente bueno, no ayudará realmente a combatir la pobreza y, en realidad, hasta podría exacerbarla."

En esta etapa, cualquier acuerdo sería vital, afirmó. Esta instancia es "realmente crucial. Estamos en el juego final de las conversaciones comerciales. Éste es el momento en que ocurre todo. Los hechos y las cifras realmente comienzan a quedar sobre la mesa".

Las conversaciones serán sobre la puja política detrás de los números, dijo. "Es sobre inyectar velocidad política a las conversaciones. Se han tambaleado y están en punto muerto. Esto tiene que ver con romper ese punto muerto e intentar acordar hechos y cifras sobre el tratado comercial para que pueda ser concluido para fin de año".

Los países ricos deben ser los que abran el camino, dijo. "Estamos buscando reducciones mucho mayores en los subsidios que conducen al dumping (venta de un producto en mercados externos a precio menor al del mercado donde es producido) en el mundo en desarrollo. Queremos que la UE y Estados Unidos retiren su presión", señaló.

"Ellos quieren abrirse y reducir muy drásticamente los aranceles en el mundo en desarrollo. Eso generará decenas de miles de pérdidas de puestos laborales. Queremos que retiren esa presión ya", reafirmó.

En eso, dijo, Brasil e India tienen un rol crucial que jugar. "India es un país clave. Junto con Brasil, es un líder de los países en desarrollo. Queremos que ambos se mantengan muy firmes y no se rindan ante la presión de la UE y Estados Unidos".

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