La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo adecenta a España, señaló este jueves el jefe del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, luego que el parlamento aprobara un proyecto al respecto fuertemente discutido.
El Congreso de los Diputados, la cámara alta del parlamento, resolvió por 187 votos a favor y 147 en contra legalizar el matrimonio homosexual, norma que será promulgada por el próximo Consejo de Ministros, convocado para este viernes.
La oposición parlamentaria a la ley provino del centroderechista Partido Popular (PP), el principal grupo de oposición, apoyado por la jerarquía de la Iglesia Católica y por el conservador Foro de la Familia, que presentó el miércoles al Congreso de Diputados 600.000 firmas contra la norma, asegurando que las mismas se suman a 500.000 ya entregadas en abril para accionar una consulta popular.
Con esta ley, España se pone a la cabeza de los Estados que reconocen los derechos de los homosexuales, junto a Bélgica, Holanda y próximamente Canadá, donde hace dos días la Cámara de los Comunes aprobó una ley similar.
También la nueva norma permitirá la adopción por parte de parejas del mismo sexo, un derecho implícito en la ley matrimonial pero que en otros países se lo ha excluido expresamente o lo incorpora con limitaciones.
Zapatero explicó ante el Congreso que la ley permite construir un país decente, porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros.
Además, señaló que pronto vendrán otros muchos países impulsados por dos fuerzas imparables: la libertad y la igualdad, que adoptarán leyes similares y avanzarán en la conciencia de la sociedad.
En ese sentido Beatriz Gimeno, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales (FELGT), dijo estar convencida de que ahora hay que pasar de la lucha de trincheras a la de los despachos para hacer programas y proyectos que vayan erradicando la homofobia social.
No se trata solo de lograr que la legislación no les impida llevar una vida normal, sino de que en la sociedad desaparezcan los estereotipos y discriminaciones contra los homosexuales, lo que requiere no solamente leyes sino también educación y concienciación, añadió.
La votación en el Congreso mostró que la mayoría a favor de la ley es más amplia aún de la que expresó el escrutinio del voto de los diputados.
En primer lugar porque el PP ordenó a sus diputados que respetaran la disciplina partidaria y votaran en contra, pese a lo cual algunos de ellos se abstuvieron y una de sus parlamentarias en particular, Celia Villalobos, incluso se pronunció a favor y defendió su voto públicamente.
Pero entre los populares hay más divergencias. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, miembro de ese partido, aseguró que en su municipio se aplicará la ley y se garantizará que no exista ningún tipo, no ya de discriminación, sino de diferencia en cuanto al tratamiento a los distintos tipos de matrimonio.
Fuentes de esa agrupación política, no adscriptas a su secretaría general, aseguraron a IPS que una prueba de esa disposición será el casamiento de Francisco Javier Gómez, coordinador del grupo de Gays y Lesbianas del PP, quien desea que el propio Ruiz-Gallardón sea quien oficie el matrimonio con su pareja, previsto para este verano.
En el lado opuesto, el concejal del ayuntamiento de Madrid y secretario de Movimientos Sociales y Organizaciones No Gubernamentales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Zerolo, declaró que nunca antes una reforma legal tan pequeña ha supuesto un paso social tan grande (…).
Hoy ganamos todos y todas, hoy acabamos con una intolerable discriminación de siglos, agregó.
Como herencia de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), los homosexuales fueron perseguidos policial y judicialmente hasta 1979, fecha en que se abolió la ley que lo permitía y que llevó a la cárcel a más de 5.000 personas.
Eso ya no puede ocurrir en España, pero la homofobia o desprecio a los homosexuales se mantiene en una parte importante de la población, como lo demuestran las firmas presentadas este jueves al Congreso.
Por esa razón, ahora hay que esforzarse por terminar con esa homofobia, a la que calificó de lacra social, enfatizó Carlos Biendicho, presidente de Plataforma Gay.
El cineasta Pedro Almodóvar también se declaró satisfecho con la ley que, a su entender, recoge los cambios producidos en la sociedad y recordó que hace 19 años eso se reflejó en su película La ley del deseo.
En ese filme, la protagonista era una transexual con una niña heredada de una relación anterior y que estableció vínculos con otra mujer.
Desde el Vaticano llegó un mensaje rotundo contra la ley en España, donde la mayoría de sus habitantes se declaran católicos.
El cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, afirmó que se trata de una ley aberrante y contra natura.
Para Martino, que interpreta la línea oficial del papado de la Iglesia Católica, la aprobación de la ley es una aberración de los principios que provienen de la naturaleza. Adicionó que esa decisión no refleja la verdadera voluntad del pueblo español.
Ante ello, los partidos políticos que aprobaron la ley y las organizaciones de la sociedad civil que la apoyan recordaron que en un país democrático, como España, la voluntad de los ciudadanos se expresa a través del parlamento, que la ha discutido y votado libremente.
Ante la posibilidad de que se susciten enfrentamientos, Zapatero manifestó su profundo respeto a las personas que se oponen a la ley, aunque sean minoría y pidió a quienes la apoyan que hagan lo mismo. El presidente citó como un ejemplo a los homosexuales por el valor demostrado hasta ahora y les pidió a ellos que expresen su alegría con respeto a todas las creencias.
Para celebrar la aprobación de la ley, las organizaciones de gays y lesbianas convocaron para este sábado una concentración en la céntrica plaza madrileña de la Puerta del Sol, frente a la sede del gobierno de esta Comunidad Autónoma, que preside Esperanza Aguirre, del PP.
Este jueves, el colectivo Triángulo, que agrupa a gays y lesbianas, reunió manifestantes en la plaza de la Puerta del Sol y allí brindaron con champán, entre gritos de júbilo y alegría.
