Grupos de desarrollo y partidos de izquierda de India condenaron el apoyo clave de su gobierno a la candidatura del francés Pascal Lamy al máximo cargo de la OMC, en detrimento del candidato del Sur, el uruguayo Carlos Pérez del Castillo.
Pérez del Castillo retiró su candidatura este viernes tras conocer que la mayoría de los países miembros de la OMC (Organización Mundial del Comercio), incluso India, volcaron su respaldo a Lamy, ex comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), de 58 años.
Lamy tiene ahora el camino despejado hacia la dirección general de esa organización. La designación formal será el día 26.
Según los activistas indios, al dar su apoyo a Lamy, Nueva Delhi ignoró años de amargas disputas con él por los subsidios que la UE ofrece a sus agricultores y que distorsionan el comercio internacional, en perjuicio de los agricultores de los países pobres.
Devinder Sharma, director del Foro para la Biotecnología y la Seguridad Alimentaria, recordó la "ferocidad" con que Lamy impulsaba ideas como la multifuncionalidad de la agricultura en la OMC y hacía todo lo posible para poder ofrecer más subsidios a los agricultores europeos.
La estrategia de Lamy benefició a la UE y a Estados Unidos, pero perjudicó a los países en desarrollo integrantes del Grupo de los 20 (G-20), encabezado por India y Brasil, que combaten las distorsiones del comercio agrícola en la OMC.
Cierta vez se le preguntó al entonces comisario europeo de Comercio de qué manera India podría proteger el sustento de sus 600 millones de agricultores si la UE no eliminaba los subsidios agrícolas. Eso es asunto de su gobierno, respondió.
Ese es el verdadero Lamy, dijo Sharma a IPS. Al apoyarlo para la jefatura de la OMC, India sugiere que sus campesinos deben abandonar la agricultura para unirse a los trabajadores sin tierra, lamentó.
Según un artículo publicado el miércoles en el periódico Times of India, a cambio de su apoyo a Lamy, India recibió la promesa de la subdirección general de la OMC.
Sharma advirtió que a los países en desarrollo les esperan tiempos difíciles con Lamy a la cabeza de esa organización comercial, porque el ex comisario europeo trabajó estrechamente con el ex representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, para impulsar normas comerciales favorables al Norte industrial.
Zoellick es actualmente subsecretario de Estado (vicecanciller) estadounidense, y apoyó firmemente la candidatura de Lamy.
El apoyo de Estados Unidos a Lamy desde las sombras indignó a partidos de izquierda de India.
Según trascendió, Washington comprometió este año su respaldo a Lamy cuando países europeos abandonaron su resistencia a la polémica figura del estadounidense Paul Wolfowitz, principal arquitecto de la guerra contra Iraq, para encabezar el Banco Mundial.
El apoyo de Nueva Delhi a Lamy ejemplifica el tipo de problemas que han creado diferencias dentro de la coalición nacional de gobierno, señaló D. Raja, secretario nacional del Partido Comunista de India, parte de un grupo de partidos comunistas que prestan un apoyo externo clave a la alianza gubernamental encabezada por el partido del Congreso.
Este respaldo (a Lamy) parece muy raro, comentó Raja.
Los comunistas enterraron profundas diferencias con el primer ministro Manmohan Singh, líder del Congreso, para mantener fuera del poder al ex gobernante Bharatiya Janata Party (BJP).
Sin embargo, en varias ocasiones amenazaron con retirarle su apoyo debido a las políticas económicas del gobierno, en particular las que afectan a los 600 millones de agricultores del país.
Los partidos comunistas impidieron en varios casos que India apoyara los intereses de Occidente y no del Sur en Desarrollo en foros internacionales. El caso más claro fue el de las normas de la OMC sobre patentes, este año.
En sus visitas a India para recabar apoyo, la última de ellas en febrero, Lamy no ocultó su afinidad con el primer ministro Manmohan Singh, ex economista del Banco Mundial e iniciador de la apertura económica de India como ministro de Finanzas, entre 1991 y 1996.
Aparentemente, la fortaleza de los vínculos entre ambos hizo que India ignorase sus compromisos con el G-20, que promovió a Pérez del Castillo, ex embajador uruguayo ante la OMC y presidente de su Consejo General, como candidato a la dirección general de esa organización.
Según un funcionario del Ministerio de Comercio, India quedó con pocas opciones después que el candidato de Brasil, Luiz Felipe de Seixas Correa, quedó eliminado en la primera ronda, dejando a Lamy enfrentado a la débil oposición de Pérez del Castillo y del ministro de Comercio de Mauricio, Jaya Krishna Cuttaree.
Con China, India y Sudáfrica unidas, parecía posible que Correa pasara la primera ronda, pero el brasileño no contaba con apoyo en su propia región, América Latina, y Pérez del Castillo no tiene el mismo calibre, dijo el funcionario.
Pérez del Castillo tenía al menos el apoyo de 12 países latinoamericanos, los 22 miembros de la Liga Árabe y Australia.
Además de India, Lamy también realizó visitas a China y Sudáfrica en busca de apoyo.
La selección del director general de la OMC se basa en criterios como el apoyo geográfico, pero la organización no revela el número real de miembros que apoyaron a cada candidato. La elección final se realiza por consenso.
El embajador de India ante la OMC, Ujal Singh Batia, dijo a la prensa que le hubiera gustado más que se supiera qué apoyo recibió cada candidato en las sucesivas rondas de votación.
La falta de transparencia del mecanismo fue criticada durante la competencia de 1999 entre el ex primer ministro de Nueva Zelanda, Mike Moore, y el ex viceprimer ministro de Tailandia, Supachai Panitchpakdi. Finalmente, se acordó que cada uno ocupara la dirección general de la OMC durante un período de tres años.
Al final, hubo poca diferencia entre Moore y Supachai para los países en desarrollo. Moore fue más proclive a la UE, mientras que Supachai parecía respaldar a Estados Unidos, comentó un funcionario del gobierno indio.
Supachai terminará su mandato el 31 de agosto.
Una de las primeras tareas del nuevo director general será guiar a la OMC hacia un acuerdo para la reducción de barreras comerciales en la Sexta Conferencia Ministerial de la organización, a celebrarse en Hong Kong el próximo diciembre.
