Los mandatarios y representantes de 21 países reunidos en la XIV Cumbre Iberoamericana, que terminó este sábado en la capital costarricense, apostaron en su declaración final a la educación como principal herramienta para reducir la pobreza y el analfabetismo en la región.
La conversión de la deuda externa de los países latinoamericanos es uno de los principales mecanismos a los que acudirán para obtener fondos con destino a la educación.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este sábado que convocará el año próximo a una conferencia de países de la Unión Europea, para proponerles canjear deuda por educación con las naciones latinoamericanas.
América Latina destina anualmente 48,8 por ciento de su producto bruto interno y 172,1 por ciento de lo obtenido por exportaciones a pagos de deuda externa, lo que obviamente limita sus posibilidades de fortalecer el ámbito educativo.
La declaración de San José se basó en lo acordado por la XIV Conferencia Iberoamericana de Educación, efectuada en Costa Rica los días 28 y 29 de octubre.
La Cumbre, que adoptó el lema "educar para progresar", comenzó el viernes y concluirá hoy en Costa Rica, caracterizada por ausencias de los presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva (Brasil); Fidel Castro (Cuba), Hugo Chávez (Venezuela), Ricardo Lagos (Chile) y Alejandro Toledo (Perú).
"La educación requiere el carácter de política de Estado y de una visión multisectorial que permita ubicarla en un contexto económico, político y social", reza la declaración final, que enfatiza la voluntad de fomentar la cooperación iberoamericana en la materia.
El gran desafío educativo para Iberoamérica es lograr mayores equidad y calidad, dijo a IPS el director para América Latina del Fondo de las Naciones Unidas (Unicef) para la Infancia, Nils Kastberg.
Existen, por ejemplo, "grandes brechas" entre la educación que reciben los indígenas y la del resto de los habitantes de Iberoamérica, y otro enorme reto es el representado por el alto porcentaje de quienes deben repetir cursos, destacó.
El 3,4 por ciento de los niños latinoamericanos "sólo terminan el octavo grado y tardan casi once años en lograrlo", porque tienen que repetir varios niveles, y cuatro de cada 10 niños de la región no terminan la educación primaria, explicó Kastberg.
"En una región en la que 44 por ciento de la población vive en la pobreza, y esa proporción es 59 por ciento entre adolescentes, la educación se convierte en un recurso esencial para el desarrollo", aseveró.
El representante regional del Unicef también consideró preocupante que la educación preescolar en América Latina abarque sólo a 51 por ciento de la población en edad de recibirla, como surge de un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
"Los niños que no cumplen con la etapa preescolar tienen 10 veces menos probabilidades de concluir la secundaria", apuntó.
Mientras no aumente la proporción de estudiantes que concluye secundaria, que en América Latina es sólo 52 por ciento, será muy difíciles disminuir la pobreza, pronosticó Kastsberg, quien explicó que, entre los padres de jóvenes que no terminan la secundaria, 96 por ciento no finalizaron la primaria y viven bajo la línea de pobreza. .
En relación con la posibilidad de que se realicen canjes de deuda por educación, como propone la declaración, entre países pobres e industrializados, el funcionario citó el ejemplo de un acuerdo entre Alemania e Indonesia que permitirá condonar deuda del país asiático por valor de 30 millones de dólares.
Esos acuerdos significan "dar mayores oportunidades a aquellos que normalmente están excluidos", alegó.
Para lograr avances significativos en educación, es preciso que la inversión regional en la materia pase del actual promedio de 4,7 por ciento del producto interno bruto a seis por ciento, adujo Kastberg.
"La Cumbre ha demostrado que existe esa voluntad política para alcanzar las metas", manifestó.
El doctor en ciencias políticas Vladimir de La Cruz, catedrático de la Universidad de Costa Rica, que siguió de cerca la XIV Cumbre, opinó que el imperativo de mejorar la educación no responde a una necesidad determinada por los países iberoamericanos, sino a imposiciones del norte industrializado.
"Debido a los tratados de libre comercio en la región, las compañías necesitan mayores proporciones de mano de obra calificada, y por eso la educación se convirtió en un tema central", afirmó.
"Se requiere un mínimo de educación para ciertos sectores, en un contexto en el que las transnacionales pretenden modificar jornadas de trabajo y horarios. Todo obedece a un modelo foráneo", recalcó.
La XIV Cumbre Iberoamericana, que coincidió con la realización en Chile de la XII cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico, aprobó los estatutos de la Secretaría General Iberoamericana (SGI), que estará encargada de dar seguimiento a los acuerdos de los presidentes.
Todo indica que el primer secretario general será, desde marzo o abril del próximo año, el español-uruguayo Enrique Iglesias, actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que cuenta con consenso entre los participantes en la cumbre iberoamericana.
En la declaración final se exhortó al gobierno de Estados Unidos a eliminar leyes unilaterales que atentan contra el derecho internacional, como la ley Helms-Burton que establece sanciones a quienes comercien con Cuba.