CUBA-EEUU: Alianza contra el cáncer

El Centro de Inmunología Molecular (CIM), de Cuba, y la compañía estadounidense CancerVax trabajarán de forma conjunta en el desarrollo de tres productos terapéuticos contra el cáncer, anunció este jueves la institución científica de la isla caribeña.

CIMAB SA, entidad comercializadora de los productos del CIM, informó en un comunicado que el acuerdo incluye fondos para la fase de investigación, fabricación y comercialización de los candidatos vacunales cubanos.

Para la firma del convenio, CancerVax, con sede en el occidental estado estadounidense de California, esperó desde diciembre pasado una licencia especial de Washington, como requisito por las sanciones económicas impuestas a Cuba hace más de 40 años.

De entrada, CIMAB y CancerVax colaborarán en la actual fase de investigación de la vacuna cubana contra el cáncer de pulmón, en aras de avanzar hacia la segunda fase de pruebas clínicas, detalla el texto enviado a IPS.

Portavoces del CIM anunciaron en un congreso internacional de biotecnología realizado a inicios de este año en La Habana que esa institución trabaja en la obtención de vacunas contra el cáncer de pulmón, colon, mama y próstata.

Informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que anualmente se registran 6,2 millones de muertes por las diferentes variedades de cáncer, la enfermedad más investigada en los últimos 50 años.

Durante 2000 se desarrollaron tumores cancerígenos en 5,3 millones de hombres y 4,7 millones de mujeres, y se estima que en 2020 el número de pacientes alcanzará los 15 millones. El cáncer de pulmón provoca la mayor cantidad de fallecimientos, seguido por el de estómago y el de hígado.

América Latina muestra variaciones geográficas en cuanto a la frecuencia del cáncer, pero este mal ocupa el segundo lugar dentro de las causas de mortalidad en la mayoría de los países, incluido Cuba.

El Centro de Inmunología Molecular de Cuba fue creado en 1994, como parte del llamado polo científico de La Habana, para obtener y producir nuevos biofármacos destinados al tratamiento del cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles.

A inicios de este año se conoció que un equipo de investigación del CIM desarrolló el anticuerpo monoclonal Cima-her, una sustancia que ha demostrado su capacidad de matar células cancerígenas.

El CIM tiene iniciados más de 20 ensayos clínicos de diversas vacunas. Un candidato vacunal contra el cáncer de mama se encuentra en fase de prueba en instituciones hospitalarias de la isla, Argentina y España.

Agustín Lage Dávila, director general del CIM, consideró como un nuevo camino que se abre para la institución cubana el inicio de la colaboración con ”una de las más importantes compañías en el área de las vacunas contra el cáncer”.

El compromiso persigue además unir las experiencias y tecnologías del CIM, de CancerVax y de sus subsidiarias Tarcanta Inc. y Tarcanta, Ltd, en el desarrollo de nuevos tratamientos del cáncer de pulmón.

Un segundo acuerdo para el desarrollo de medicamentos contra otros dos tipos de cáncer fue alcanzado por CIMAB S.A. con la participación de las dos subsidiarias mencionadas y la compañía canadiense YM BioSciences Inc.

En este caso, CancerVax tendrá la responsabilidad del desarrollo clínico y la comercialización de los productos obtenidos, según la fuente cubana.

”Los productos que vamos a desarrollar juntos tienen el potencial de ayudar a pacientes de todo el mundo y de generar ingresos significativos para CIMAB y CancerVax”, aseguró el presidente de la corporación estadounidense David F. Hale.

Un comunicado de la compañía estadounidense precisó que el acuerdo incluye los derechos exclusivos de esa empresa para la comercialización de los productos obtenidos en Estados Unidos, Europa occidental, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelandia y México. Un portavoz del Departamento de Estado (cancillería estadounidense), citado este jueves por el diario estadounidense The New Times, aseguró que la aprobación de licencias no representa ”un relajamiento de la política comercial” hacia Cuba.

El gobierno estadounidense de George W. Bush hizo la excepción ”debido al potencial de los medicamentos experimentales cubanos para salvar vidas”, añadió la fuente.

Una excepción similar fue realizada en 1999, cuando la firma SmithKline Beecham obtuvo licencia para realizar pruebas en Estados Unidos de una vacuna cubana contra la meningitis B, en aras de su futura introducción en ese país.

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