La ciudadanía venezolana puede desconocer hasta después de la Asamblea General de la OEA, del 6 al 8 de junio en Quito, si finalmente las firmas que se verifiquen el próximo fin de semana alcanzaron para poner o no a referéndum el mandato presidencial de Hugo Chávez.
La incertidumbre sobre los plazos para conocer el resultado de las tres jornadas cruciales para la consulta constitucional planteada por la oposición, que se iniciarán este viernes, se debe a la creciente desconfianza del oficialismo frente a la misión de la OEA (Organización de Estados Americanos) que observa este proceso junto al estadounidense Centro Carter para la Paz.
Humberto Calderón, portavoz de la opositora Coordinadora Democrática para asuntos internacionales, fue quien puso el alerta este miércoles ante corresponsales extranjeros respecto de que los considerados delegados afines al gobierno en el Consejo Nacional Electoral podrían demorar su informe sobre los reparos hasta después de la asamblea de la OEA.
Pero el cronograma de las autoridades electorales prevén que tres días después del fin de los reparos, como se denomina aquí a la verificación o retiro de firmas, estará listo el informe sobre si se convocará o no al referéndum revocatorio.
El secretario general de la OEA, César Gaviria, está de salida, puede romper la taza y botar el café con un informe sorpresivo contra Chávez, advirtió este miércoles Diosdado Cabello, cercano colaborador del presidente y dirigente del gobernante Movimiento V República.
Ismael García, otro líder oficialista, solicitó formalmente al Consejo Nacional Electoral, árbitro del proceso, que retire la condición de observador al jefe de la misión de la OEA en Venezuela, Fernando Jaramillo, director del gabinete de Gaviria.
Jaramillo es un factor de perturbación, indigno de estar en Venezuela, y para nosotros es un miembro más de la Coordinadora Democrática, la coalición opositora que solicita el referéndum, apuntó García.
Cualquier informe que firme Jaramillo para nosotros carece de validez, afirmó Cabello, quien criticó también al Centro Carter por declaraciones como la de que hará un conteo paralelo, cuando el único facultado para dirigir el proceso y ofrecer resultados es el Consejo Electoral.
Las observaciones y críticas públicas de la OEA y el Centro Carter al proceso de reparos, son consideradas por los sectores afines al gobierno como ajenas a su papel de meros observadores.
Portavoces de esas fuerzas oficialistas indicaron también que algunos observadores de las dos entidades internacionales han hecho viajes de recreación con gastos pagados por empresarios alineados con la oposición, lo cual ha sido desmentido por los responsables de la OEA y del Centro Carter.
Las misiones de la OEA y del Centro Carter no reaccionaron a las críticas de este miércoles, mientras se aguarda que sus titulares, Gaviria y el ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) y ganador del premio Nobel de la Paz, lleguen a Caracas el sábado, en pleno proceso de reparos.
Chávez, en cambio, estará ausente del país en esos días, pues viajará a la central ciudad mexicana de Guadalajara para asistir a la Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe.
Gaviria fue el artífice de un acuerdo firmado hace un año entre el gobierno y la Coordinadora Democrática para buscar una salida a la crisis política por la vía de referendos revocatorios, que pueden solicitar 20 por ciento del padrón comicial, bajo ciertos requisitos, contra cualquier funcionario elegido en las urnas.
El secretario general presentará a la asamblea de la OEA un informe sobre Venezuela, que puede ser un capítulo de su memoria o bien, por la importancia del caso, un informe especial, dijo Calderón, quien fuera canciller y luego ministro de Energía de Venezuela.
El informe de Gaviria, a punto de concluir su mandato este año, sería relativizado por una decisión pendiente del Consejo Nacional Electoral venezolano, con lo cual la asamblea de la OEA se encontraría con materia insuficiente para considerar el caso.
Nosotros no buscamos que la OEA sancione a Venezuela con un boicot, o que la aísle de organismos internacionales, sino que condene el comportamiento de su gobierno. Jugamos simultáneamente en dos tableros, el nacional, que es el más importante, y también el internacional, dijo Calderón.
Felipe Mujica, negociador de la Coordinadora ante el Consejo Electoral, opinó que las trabas puestas por el oficialismo al proceso de referéndum han sido como un fraude en cámara lenta, pero este fin de semana, cuando recojamos las firmas, Chávez tendrá que decidir si se comporta o no como un demócrata.
Chávez y sus seguidores han dicho que respetarán el veredicto del Consejo Nacional Electoral, cualquiera que sea, mientras que la oposición evade formular el mismo compromiso. El Consejo llamó a más de tres millones de ciudadanos que solicitaron el referéndum para que del 28 al 30 de este mes ratifiquen o retiren sus firmas de la solicitud.
Hasta ahora el Consejo consideró válidas 1,9 millones de firmas, y la Coordinadora necesita agregar poco más de medio millón para alcanzar las 2.436.083 de rúbricas requeridas, es decir 20 por ciento del total de venezolanos inscriptos para votar que daría vía libre a la convocatoria.
En paralelo, el oficialismo, que acusa a la Coordinadora de fraude en algunas planillas, aspira a que 15 por ciento de firmantes retiren sus nombres de la solicitud.
Las reglas del juego establecidas por el Consejo Nacional Electoral son en general aceptables, y estamos muy, muy optimistas de que podremos recoger las firmas, porque tenemos toda la logística necesaria, dijo Alberto Quirós, otro de los negociadores de la Coordinadora de oposición..
La Coordinadora está en una carrera contrarreloj para desalojar del poder a las fuerzas de Chávez, porque el calendario del Consejo prevé que, si se recogen suficientes firmas válidas, convocará el referéndum el 8 de agosto.
Si la consulta se hace antes del 19 de agosto y Chávez lo pierde se convocará a nuevas elecciones presidenciales, pero si ocurre después de esa fecha y el resultado es adverso al mandatario entonces el vicepresidente, libremente escogido por el gobernante, completará el período hasta enero de 2007.
