A 15 meses de la asunción al gobierno de Lucio Gutiérrez, dos hechos generan tensión entre los miembros de las Fuerzas Armadas, de las cuales el mandatario fue separado en 2000 por sumarse junto a otros oficiales y efectivos a una revuelta social contra el entonces presidente Jamil Mahuad, que culminó con su derrocamiento. Uno es que por más de dos años los militares no han recibido incrementos salariales y el otro es el desgaste institucional que implicó la vinculación de 111 oficiales, afines al gobierno, a puestos gerenciales, que desembocó en casos de corrupción y desprestigio de la fuerza. Una prueba de que la crisis salarial también causó inquietud en el mando militar es que desde el pasado enero, la Comandancia del Ejército dispuso que no se cobre a los militares por el arrendamiento de las viviendas existentes en los cuarteles del país. "La vivienda fiscal ahora es gratis para tratar de ayudar económicamente al personal", dijo una fuente de la Fuerza Terrestre.
