COMERCIO-CHILE: La conquista del Oriente

El tratado de libre comercio que Chile puso en marcha finalmente este mes con Corea del Sur es el punto de partida para una ofensiva negociadora de este país sudamericano en Asia, con China, India y Singapur como probables nuevos socios.

El empeño del gobierno de Ricardo Lagos en ampliar los vínculos comerciales al también llamado Lejano Oriente tiene como estímulo adicional la realización en noviembre en Santiago de la cumbre de los 21 líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Esta cumbre ”constituye para Chile una inmejorable oportunidad para potenciar su posicionamiento internacional y liderazgo regional, ya que lo sitúa en el epicentro del comercio mundial justo en la coyuntura de un eventual reimpulso liberalizador en el ámbito multilateral”, dijo a IPS Jacqueline Weinstein, directora subrogante de ProChile, entidad semiestatal de promoción de exportaciones.

El tratado chileno-sudcoreano ”es el primer acuerdo entre un país latinoamericano y un país asiático, y es a su vez el primero que firma Corea del Sur”, destacó a su vez a IPS Pamela Aróstica, asistente del Departamento Asia Pacífico y Nuevos Mercados de Prochile.

”Estamos, pues, frente a la primera asociación comercial transpacífica que refleja muy bien la apuesta estratégica chilena de constituirse en un puente de comercio e inversión entre Asia-Pacífico y el sur de América Latina”, puntualizó Weinstein.

El parlamento sudcoreano ratificó el 16 de este mes el tratado bilateral de comercio con Chile, suscrito por ambos gobiernos el 15 de febrero de 2003. La votación tuvo lugar entre intensas protestas de productores agrícolas que impidieron cuatro intentos previos de completar la tramitación del convenio comercial, ratificado a su vez en enero por los legisladores chilenos.

Desde el 1 de abril, las exportaciones chilenas de productos mineros, pesqueros y forestales entrarán al mercado de Corea del Sur sin pago de aranceles. Lo mismo ocurrirá con las compras chilenas a Seúl de automóviles, receptores de televisión y equipos de telefonía celular.

La desgravación de las frutas, hortalizas y productos agroindustriales tendrá un plazo de cinco años, lo que favorecerá sobre todo la colocación de vinos chilenos. ”En los países asiáticos cada vez más las generaciones jóvenes están adoptando costumbres occidentales, como por ejemplo el consumo de vino”, comentó Aróstica.

En cambio, la Asociación de Exportadores de Manufacturas de Chile (Asexma) no ve grandes perspectivas de aumentar sus ventas al exterior en el tratado con Corea del Sur, según dijo a IPS su vicepresidente, Haroldo Venegas.

”Los productos que tienen más ventajas, que son más competitivos en el mundo, son los productos manufacturados que hacen los asiáticos: textiles, calzados, automóviles, televisores, línea blanca. La producción de valor agregado en cualquier país asiático es muy competitiva”, señaló el dirigente empresarial.

Asexa reúne a fabricantes de manufacturas con ”un tercer proceso de elaboración”, como las describe Venegas, las cuales no incluyen productos chilenos industrializados con tratamiento secundario, como el cobre, la celulosa o el salmón.

Estas manufacturas terciarias ”tienen un alto contenido de mano de obra, eso es bueno porque detrás está el empleo y está también la distribución del ingreso”, señaló el dirigente de Asexma.

Los productos chilenos con mayor valor agregado tienen su principal mercado en América Latina y se espera que el tratado de asociación suscrito en 2002 con la Unión Europea favorezca también su expansión, lo cual no ocurre en acuerdo biltareal con Estados Unidos, que entró en vigencia este año.

En cuanto a Asia-Pacífico, Venegas dijo a IPS que Asexma ”ha identificado algunos nichos”, como la venta de calzado de seguridad industrial a Malasia y de máquinas para abrillantar pisos de madera a otros países de esa región.

”Lo que sí vemos como importante en la relación con cualquier país asiático, y obviamente con Corea del Sur, es incorporar tecnología de ellos acá en Chile, ya que tienen una alta tecnología y son muy competitivos”, señaló el empresario, quien también destacó el interés en atraer capitales de ese país.

Aróstica indicó que en sectores como la innovación tecnológica ”claramente a nosotros nos interesa posicionar a Chile como una plataforma de negocios de mercado asiáticos hacia América Latina”. ”Eso es absolutamente posible. Estamos en una coyuntura muy favorable”, sentenció.

Las exportaciones de Chile a Corea del Sur aumentaron de 806,3 millones de dólares en 2000 a 1.023 millones en 2003, pero aún más espectacular fue el crecimiento de las ventas a China, que pasaron en el mismo período de 907,2 millones a 1.865,4 millones.

”La mitad de nuestras exportaciones a China están constituidas aproximadamente por cobre. También destacan los envíos de celulosa, harina de pescado, metanol y algunas maderas aserradas. Entre los productos con mayor valor agregado se encuentran los vinos, el papel prensa, algunos mariscos en conserva y las cartulinas”, señaló Weinstein.

”Nuestra mayor aspiración es diversificar nuestra venta de productos no tradicionales en el mercado chino”, dijo la directora de ProChile, entidad que tiene oficinas comerciales en Hong-Kong, Shangai y Beijing.

Aróstica especificó que en una primera fase a Chile le interesa llegar a las zonas costeras de China, donde están los consumidores con mayor poder adquisitivo, ya que en rigor ese país de 2.000 millones de habitantes no es un mercado en sí, sino ”varios mercados”.

Como sexta potencia económica mundial y sus tasas anuales de crecimiento del producto en torno a nueve por ciento, China es uno de los próximos objetivos de Chile para la firma de tratados comerciales en Asia. En enero, viajó a Beijing una misión exploratoria del gobierno de Lagos.

También está en carpeta un tratado bilateral con India, acotado a listas específicas de productos que el gobierno de Nueva Delhi entregó en 2003, y sobre el cual las autoridades chilenas entregarán una respuesta en marzo próximo.

India, con 1.000 millones de habitantes que lo ubica en el segundo país más poblado del mundo después de China, importó en 2003 productos chilenos por 222 millones de dólares, una cifra por ahora marginal, pero que implicó 23 por ciento de aumento en relación con 2002.

Durante este año, Chile espera retomar conversaciones con Singapur para un tratado comercial y hacer otro tanto con Nueva Zelanda, completando así las iniciativas de corto plazo en el Asia-Pacífico, donde también Santiago tiene puesta la mira en Japón.

Todas estas iniciativas potenciarán los lazos con APEC, foro del cual Chile es uno de los tres miembros latinoamericanos. Los otros dos son México y Perú.

Con vistas a la cumbre de noviembre, los días 2 y 3 de marzo se realizará en Santiago la primera reunión anual de Altos Representantes de los 21 miembros de APEC, quienes recibirán las propuestas de 600 expertos de los 15 comités asociados del foro, reunidos en esta capital desde el día 23.

Se da así la partida para el proceso de reuniones ministeriales que tendrán lugar en Chile durante los próximos meses, para culminar en la cumbre de noviembre.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe