La inserción de Chile en el mundo está con sobresaltos. Hasta la escala sobre globalización publicado en 2001, Chile estaba a la cabeza de esa materia en América Latina. Aun más, se ubicaba en el puesto 26 del mundo. Un año después descendió al segundo lugar de la región latinoamericana y al lugar 34 en la consideración mundial, posición que mantuvo en 2003. Pero en la estadística divulgada este año retrocedió más y quedó tercero en América Latina, detrás de Panamá y Argentina y 37 en el mundo. Este es el peor desempeño de Chile en este índice, que elabora la consultora estadounidense A.T. Kearney y la revista Foreign Policy y en la que se mide cómo una nación se integra al resto del mundo, con variables como las llamadas telefónicas internacionales, la inversión extranjera, los tratados alcanzados y hasta la cooperación en la Organización de las Naciones Unidas para la preservación de la paz.