ALCA: División empresarial ante acuerdo flexible

A pesar de los deseos manifestados de volver a cada país con acuerdos en progreso, los participantes del VIII Foro Empresarial de las Américas expusieron este miércoles, junto a las conclusiones, sus grandes dudas ante el planteo de crear un ALCA acomodaticio.

En el ambiente empresarial se mantiene la postura de no dar al traste con el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) y por eso muchos tratan de comprender el nuevo rumbo impuesto por Estados Unidos y Brasil, que presiden las negociaciones gubernamentales, y así sumar apoyos.

El Foro Empresarial de las Américas concluyó en la necesidad de "seguir con el ALCA hasta el final y (que) vale la pena salvar los obstáculos con todos lo medios" a su alcance, dijo a IPS Carl Cira, director del comité que condujo los talleres finalizados el martes.

Sin embargo, una decena de los más grandes grupos empresariales de Estados Unidos, incluyendo conglomerados de negocios de alta tecnología y grandes industrias manufactureras, rechazaron de plano la "Nueva Visión del ALCA", propuesta por Washington y Brasilia.

"Instamos a los negociadores, en este momento crítico, a que procuren alcanzar un acuerdo completo que lleve al mayor grado de liberalización comercial y de reglas en todos los sectores", señalaron los delegados de esos consorcios en un comunicado.

La nueva visión hemisférica a la que refieren esas grandes compañías es al planteo de tender a una acuerdo comercial más flexible, elaborado por los gobiernos de Estados Unidos y de Brasil con vista a la VIII Conferencia Ministerial del ALCA, que se realizará este jueves y el viernes en Miami.

Los dos países que comandan las negociaciones entre 34 gobiernos, todos los de América salvo el de Cuba, están dispuestos a imponer en esta reunión, contra viento y marea, un modelo de tratado menos ambicioso que el propuesto originalmente por Estados Unidos hace nueve años en esta misma ciudad.

Luego de los enfrentamientos en semanas previas por subsidios agrícolas, compras gubernamentales, normas para inversiones y de propiedad intelectual, los delegados estadounidenses y brasileños llegaron a un borrador común mínimo que deja esos temas sensibles confinadas al ámbito de la Organización Mundial del Comercio.

Estados Unidos rechazaba el reclamo brasileño de reducir sus cuantiosos subsidios a la agricultura, y oponía a cambio los otros y también urticantes capítulos.

También se establece en la iniciativa una apertura comercial por etapas, y permite a cada país establecer acuerdos bilaterales, dentro del marco general del ALCA.

Tal y como dijo Adhemar Bahadian, representante brasileño y abanderado del ahora llamado ALCA light, los países "no tienen que llegar a un acuerdo" esta semana sobre las cuestiones espinosas.

En el mismo sentido se pronunció el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, al defender su estrategia de acuerdos bilaterales como un impulso para el ALCA.

"Debemos ser conscientes de que los países de la región tienen momentos diferentes, pero el objetivo generalizado es establecer la libertad comercial en América Latina", puntualizó.

Para Cira, con esta sintonía entre Brasil y Estados Unidos ha emergido la esperanza de que "hay una manera de seguir adelante con las negociaciones" y así se lo quieren dejar saber a los ministros que llegarán esta semana a la sudoriental ciudad estadounidense.

Por su parte, Carlo Lovatelli, de la Asociación Brasileña del Agronegocio y parte de la nutrida delegación empresarial de su país, aseguró que los empresarios tienen claro que el ALCA ahora propuesto es "el único con posibilidades políticas reales" de ponerse en marcha.

Es sustancialmente distinto al originalmente concebido en la Cumbre de las Américas de 1994 en Miami, "pero es mejor un ALCA suave o light a ningún ALCA", indicó Lovatelli.

También los representantes de la Cámara de Comercio de Estados Unidos apoyaron el nuevo camino que ensayan Washington de establecer compromisos formales, incluso más allá de las aspiraciones del ALCA, por la vía de acuerdos bilaterales con varios países andinos.

Esa Cámara entiende positivo el posible lanzamiento de negociaciones bilaterales de Estados Unidos con países andinos como Perú, Colombia y posiblemente con Ecuador y Bolivia, las cuales se sumarán al ya firmados en septiembre con Chile y al que está en proceso con cinco países de América Central.

"Pero esto no debe distraernos del objetivo mayor que es el ALCA", advirtió, sin embargo, el vicepresidente para Asuntos Internacionales de la Cámara, Daniel Christman.

"Es tentador el que se crearán nuevos mercados para los exportadores estadounidenses y una amplia gama de oportunidades de negocios y empleo, pero también puede ser tentador para algunos países que ya lograron el acuerdo bilateral, no hacer más sacrificios conducentes al ALCA".

Debe resaltarse que, pese al optimismo de Christman, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, ha insistido en que las negociaciones deben incluir la protección de la propiedad intelectual y de las inversiones, temas tabú para los brasileños.

Además, esa Cámara tiene una actitud visiblemente cautelosa hacia algunos de los acuerdos bilaterales. "Presionaremos a los gobiernos andinos para resolver algunas disputas de inversores pendientes antes del lanzamiento de las negociaciones a principios del próximo año", subrayó Christman.

Es que, a pesar de este espíritu de persistencia, las diferencias entre los intereses corporativos de los distintos países están a la vista.

"El ALCA light tiene el peligro de que la comunidad de negocios americana pierda el entusiasmo por el libre comercio", dijo Mickey Kantor, ex representante de Comercio del gobierno estadounidense de Bill Clinton (1993-2001) y negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conformado por su país, Canadá y México.

"Si queremos ALCA, tenemos que hacer que los países asuman sus obligaciones en forma continua", añadió Kantor, quien hoy forma parte del Comité para el Desarrollo Económico, un grupo sin afiliación política que incluye a más de 200 empresarios y presidentes de universidades de Estados Unidos.

Por su parte, la poderosa Confederación Nacional Industrial de Brasil no cesa de criticar el afán proteccionista de Estados Unidos e insiste en que, si mantiene sus subsidios y barreras pararancelarias, no se verían satisfechas sus aspiraciones de un mayor acceso al mercado de América del Norte.

Así, los empresarios de América le dejaron este miércoles la mesa servida a los ministros y su mensaje es tan ambiguo como los acuerdos flexibles y los pactos multi y plurilaterales promovidos por los gobiernos.

"Estamos con ustedes, pero no compartimos lo que piensan… no todo, no todos", sostienen los delegados empresariales.

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