TELEVISION-CHILE: La venganza de los títeres

Más allá de las repetidas guerras en la televisión chilena entre series, adaptaciones de los ”reality show” o variedades regidas por la vulgaridad, el verdadero suceso este año vino de la mano de los títeres en el noticiero ”31 minutos”.

Los periodistas Pedro Peirano y Alvaro Díaz crearon este espacio como un noticiero infantil, que se transmite cada sábado al mediodía desde abril por la señal abierta de la estatal Televisión Nacional de Chile (TVN).

El éxito del programa llevó a sus creadores a lanzar a comienzos de julio un disco con el mismo título del espacio, cuyas 10.000 copias fueron agotadas en 24 horas por ávidos niños y niñas, lo cual obligó a una segunda emisión de 20.000 ejemplares.

Peirano y Díaz están trabajando ya en la próxima temporada de ”31 minutos” para 2004, mientras planifican una película basada en el noticiero y el canal de cable estadounidense Nickelodeon, especializado en programación infantil, negocia un contrato para emitir el espacio en su oferta internacional.

”Es un programa maravilloso, me encanta. El diseño de los muñecos es genial. Está bien producido y su contenido es maravilloso”, dijo a la prensa chilena Tatiana Rodríguez, vicepresidenta de programación y adquisiciones de MTV, el holding propietario del canal Nickelodeon.

Los elogios no cesan. El presidente de la Asociación Chilena de Agencias de Publicidad, Henry Northcote, escribió que ”31 minutos” es ”un programa innovador, inteligente, formativo, ultra creativo en su producción y, lo más sorprendente, relevante tanto para la audiencia infantil como para la adulta”.

Los dos responsables del ciclo hicieron una apuesta aparentemente sencilla, como fue crear un equipo de producción de un noticiero televisivo a partir de títeres, cuya imagen en muchos casos remite a objetos de uso común o personajes conocidos.

A ello le dieron contenidos que dan una mirada satírica sobre la producción periodística del ”mundo real”.

Pero los periodistas no se limitaron a ello sino que además introdujeron segmentos particularmente atractivos para el público infantil que los noticieros ”de adultos” dejan generalmente de lado en Chile, como cuestiones ambientales y la ecología y los derechos de los niños.

Juan Carlos Bodoque, un conejo rojo, es el reportero que desde los inicios de ”31 minutos” impuso sus ”notas verdes”. En una de las primeras ediciones presentó ”La ruta de la caca”, en una parodia irónica de ”La ruta de la seda”, un programa de reportajes en tierras exóticas que TVN transmitió en 2002.

Allí, Bodoque dio a conocer en forma simple y pedagógica los sistemas de tratamiento y eliminación de desechos orgánicos, al tiempo que explicó el funcionamiento de las redes de alcantarillas para su evacuación, advirtiendo sobre los riesgos de contaminación de las aguas.

”Calcetín con rombos man” es el nombre televisivo de César Quintanilla, un títere construido con un popular calcetín de tejido escocés, quien es un pacífico oficinista que se transforma en un superhéroe para defender y propagar los derechos de los niños.

En el equipo de 14 títeres, que configuran el ”staff” de presentadores, reporteros en terreno, comentaristas y personal técnico en estudio, destaca también Policarpo Avendaño, periodista de espectáculos que cada semana presenta el Ranking Top, con canciones interpretada por sus parientes o amigos.

Precisamente del espacio de Avendaño surgió la idea de producir el disco con 11 temas, que se convirtió en un éxito gracias a la originalidad de los títulos y letras como a la calidad de las interpretaciones, a cargo de algunos destacados músicos chilenos, que también figuran con ingeniosos seudónimos en el álbum.

Así, ”Yo opino” es interpretada por Joe Pino y sus Maniaco Depresivos. ”Señora, devuélvame la pelota o si no, no sé qué haré” es cantada por Pepe Lota. Chascoberto, a su vez, es el cantante de ”Me cortaron mal el pelo”, mientras Joe Quijada aporta la versión de ”Diente blanco, no te vayas”.

”Peirano y Díaz trajeron con '31 minutos' un aire nuevo a una televisión chilena que es cada vez más mediocre y 'chata' (sin gracia), que sólo está preocupada del rating (medición de audiencia) y se aleja de la calidad”, comentó a IPS Mónica Cevallos, una universitaria de 22 años que se declara fanática del programa.

Ambos periodistas egresados de la Universidad de Chile debutaron hace unos seis años en televisión junto a otros jóvenes, como Carolina Delpiano, Angel Carcavila y Rafael Gumucio, en el programa ”Plan Zeta”, un espacio del desaparecido canal juvenil Rock and Pop de audaces parodias e impertinentes entrevistas.

Luego crearon ”El factor humano”, con un perfil más inclinado a lo periodístico, que se constituyó en un ejemplo de buen lenguaje televisivo, a través imágenes y protagonistas que hablaban por sí solos, con una intervención mínima de los realizadores.

”Nunca digas nunca jamás”, reportaje a las reacciones de los seguidores del ex dictador Augusto Pinochet cuando la Cámara de los Lores de Gran Bretaña decidió que el general debía seguir bajo arresto en noviembre de 1998, es considerado hasta hoy uno de los mejores programas de la serie de ”El factor humano”.

Durante la realización del ”Plan Zeta”, Peirano y Díaz crearon el ”Instituto Aplaplac”, en una sátira de los establecimientos privados de educación superior que buscan captar alumnos con propaganda engañosa y rimbombantes siglas.

El nombre fue tan acertado, que los dos periodistas terminaron registrando la marca y crearon ”Aplaplac Producciones” para dar a luz el exitoso programa ”31 minutos”.

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