IRAQ: EEUU enfrenta escepticismo en Asia

Vista desde Asia, la campaña de Estados Unidos por el cambio de régimen en Iraq lleva la marca de una aventura anglo-sajona, dado que todos los países de la región se muestran renuentes a apoyarla, salvo Australia.

Australia ha sido un aliado incondicional del presidente estadounidense George W. Bush en su ”guerra contra el terrorismo” y es el único país, además de Gran Bretaña, que envió tropas al Golfo para fortalecer el despliegue militar de Estados Unidos alrededor de Iraq.

Este lunes, el primer ministro australiano John Howard inició una gira por varios países para sumar su voz a la causa militar de Washington.

La gira de Howard iba a comenzar por Estados Unidos, donde se reuniría con Bush en la Casa Blanca. Luego, viajará a Londres para encontrarse con el primer ministro británico Tony Blair, y a Indonesia para reunirse con la presidenta Megawati Sukarnoputri.

”El desafío eterno de Australia es ser un país occidental en la región Asia-Pacífico, fuertemente vinculado con Europa y América del Norte”, declaró Howard al periódico australiano The Sun Herald.

”Estoy absolutamente convencido de estar haciendo lo correcto”, dijo el mandatario, pese a la fuerte oposición de la opinión pública australiana a la participación nacional en la ”guerra contra el terrorismo” y el conflicto en Iraq.

Fuera de Australia, Bush tendrá mucho trabajo para convencer a otros países de Asia-Pacífico de apoyarlo en sus planes contra Bagdad.

China, el país más poblado del mundo y miembro permanente (con poder de veto) del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hasta ahora se ha mostrado ambiguo y los analistas no descartan que se abstenga en una eventual votación de ese organismo sobre la guerra en Iraq.

Después de un llamado el viernes de Bush al presidente chino Jiang Zemin en busca de respaldo en el foro mundial, Beijing se mantiene partidario de una solución política para el desarme de Iraq a través de la ONU y no de una acción militar.

Mientras, en Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo, el gobierno de Sukarnoputri enfrenta una enorme presión política y de la opinión pública para oponerse a la invasión de Iraq.

Atacar a Iraq para derrocar al presidente Saddam Hussein equivaldría a ”terrorismo de Estado”, advirtió Ahmad Syafii Maarif, presidente de la segunda organización islámica indonesia, Muhammadiyah.

Amien Rais, presidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo (parlamento), dijo que ”si Estados Unidos y sus aliados están realmente determinados a atacar a Iraq, el mundo debe saber que Indonesia rechaza categóricamente la idea de una invasión militar”, informó la agencia estatal de noticias Antara.

Una presión similar enfrenta el gobierno de Pakistán, que por ahora se manifiesta partidario de una solución negociada para el desarme de Iraq, a través de la ONU.

Si el presidente Pervez Musharraf quisiera cambiar de opinión, debería pasar por encima de partidos políticos islámicos, liberales y aun de izquierda.

Muttahida Majlis-e-Amal, la mayor alianza opositora pakistaní, se encuentra a la vanguardia de esa campaña y ”se ha reunido con embajadores de Alemania, Francia, Rusia y China en Islamabad para transmitirles su posición”, escribió Nasim Zehra en Arab News, un diario saudí de lengua inglesa.

Aun Japón, que en un comienzo pareció respaldar la política de Estados Unidos hacia Iraq, todavía no ha anunciado públicamente ese respaldo.

”Esa indecisión se debe en parte a la falta de consenso en la coalición de gobierno sobre la sensatez de un conflicto militar en vista de que Francia, Alemania y Rusia se esfuerzan al menos por demorar el comienzo de las hostilidades”, comentó el sábado el diario japonés Asahi Shimbun.

Japón también teme que un apoyo abierto a la campaña contra Bagdad provoque ”una reacción de los vecinos de Iraq, que le proveen la mayor parte del petróleo que consume”, agregó el periódico.

Mientras, India tiene una posición inequívoca con respecto a Iraq, un aliado tradicional.

Aunque Nueva Delhi ha intentado aprovechar la guerra contra el terrorismo para acercarse a Washington, en esta ocasión declaró su oposición a una acción unilateral de Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.

La posición de India fue incluso elogiada el fin de semana por el primer ministro de Francia, Jean-Pierre Raffarin, quien estuvo de visita en Asia meridional.

”Nuestras posiciones son muy similares, y considero muy importante que Francia e India intercambien opiniones y expresen un mensaje conjunto a favor de la paz”, dijo Raffarin a la prensa en Nueva Delhi.

Se prevé que la oposición a la campaña belicista de Bush se reflejará este mes en Kuala Lumpur, Malasia, donde el Movimiento de Países No Alineados, integrado por 114 países en desarrollo, celebrará su décimotercera conferencia.

Activistas vinculados con el gobierno de Malasia están recabando firmas para una declaración contra la guerra a presentar en la cumbre, que se celebrará del 20 al 25 de este mes.

Los oradores de la conferencia probablemente utilizarán los principios del movimiento para sustentar sus argumentos contra la guerra en Iraq.

Esos principios incluyen el respeto a la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en asuntos domésticos y la coexistencia pacífica. (

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