/Integración y Desarrollo/ R.D.CONGO: Tras la erupción, la ayuda humanitaria

Organizaciones de ayuda humanitaria comenzaron a distribuir paquetes de emergencia a los afectados en República Democrática de Congo por la peor erupción volcánica ocurrida en Africa en los últimos 25 años.

La centroriental ciudad de Goma, devastada el jueves 17 por la erupción del volcán Nyiragongo, comienza a recuperar la normalidad. Se cree que 25 por ciento de Goma quedó destruida por la lava.

Los ríos de lava del volcán, ubicado 19 kilómetros al norte de Goma, desplazaron a casi la totalidad de los 350.000 habitantes de la ciudad, que está separada de Ruanda por el lago Kivu.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a distribuir paquetes de ayuda, después que un experto en volcanes estimó que no habrá nuevas erupciones.

«La fase de erupción activa llegó a su fin», dijo Jacques Durieux, jefe del Grupo para el Estudio de Volcanes Activos, con sede en Francia, después de haber sobrevolado el cráter aún ardiente.

Para Durieux, contratado por la ONU para evaluar la situación, la única amenaza presente son posibles temblores de tierra.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aguarda informes de otros expertos para decidir si aumentará o no su ayuda a Goma.

Otros dos vulcanólogos llegaron el martes por la mañana al Nyiragongo «para dar otras opiniones sobre la salud del volcán», dijo el portavoz de ACNUR Paul Stromberg.

Funcionarios de ayuda humanitaria prevén que la distribución a gran escala de alimentos a los 350.000 residentes de Goma atraiga más desplazados a la ciudad, que podría ser afectada por una nueva erupción.

No obstante, el PMA inició el lunes la distribución de alimentos a 60.000 desplazados ubicados en Sake, 20 kilómetros al oeste de Goma. El PMA fue criticado por la lentitud del operativo de reparto de raciones, pues la mayoría de los afectados estuvo sin comer desde el jueves pasado.

Pero cientos de miles de residentes hambrientos de Goma deberán esperar un día más para recibir alimentos, aunque hay un depósito lleno de raciones en la ciudad. Las organizaciones de asistencia consideran compleja la situación, por tratarse de un área urbana.

«Distribuir alimentos no es sólo abrir un depósito y comenzar a entregarlos. Debemos identificar a los jefes de las familias, y organizar a la población. De lo contrario podría haber hasta saqueos», dijo Laura Melo, portavoz del PMA.

«Empezaremos por las personas más vulnerables, las que perdieron sus pertenencias y viviendas. Daremos raciones para una semana y repartiremos más cuando lleguen más alimentos», agregó Melo.

Los trabajadores de las agencias humanitarias describen el operativo de rescate como una pesadilla logística.

El aeropuerto de Goma fue arrasado por la lava, que también cortó la única ruta desde la ciudad de Gisenyi, en la vecina Ruanda.

Por ahora, el medio de transporte empleado para la ayuda de emergencia son embarcaciones que cruzan el lago Kivu desde Gisenyi.

Las agencias humanitarias esperan poder utilizar la ruta en las próximas semanas, cuando la lava endurecida soporte los pesados camiones de abastecimiento.

El servicio de energía eléctrica ya está restaurado en gran parte de Goma, a la que retornó casi la totalidad de los desplazados.

El Comité Internacional de la Cruz Roja anunció el martes que las aguas del lago Kivu, a las que llegó la lava, no constituyen amenaza para la salud, como se temía. Además, se recuperó una planta potabilizadora.

«Nos preocupaba la calidad del agua del lago Kivu, la única fuente del recurso hídrico para la ciudad», dijo John Jacques Simon, encargado de prensa de la Cruz Roja.

La amenaza de un brote de cólera es grande y se agrava porque la mayoría de las instalaciones médicas fueron destruidas por el desastre.

Dos grandes hospitales quedaron sepultados por la lava, así como muchos centros de salud, dijo Simon. La Cruz Roja envía equipos médicos que recorren la zona evaluando las necesidades de los habitantes.

Algunos desconfían de la aparente quietud telúrica. «Mi única preocupación es el volcán, y es una gran preocupación. Este volcán en particular ha sido impredecible. Aunque los especialistas digan que se ha calmado, aún es un gran signo de interrogación», dijo Simon.

En medio de la crisis, las personas están decididas a seguir adelante. Muchos piensan en la forma en que reconstruirán sus casas, y un bebé nacido el lunes fue llamado Volcán.

«La solidaridad es grande en Africa», señaló Simon. «He hablado con muchas personas que perdieron sus viviendas y ya están viviendo con sus familiares o amigos. La mayoría de las personas están bien cuidadas», destacó. (FIN/IPS/tra-en/ks/mn/lp/dv en/02

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