(Arte y Cultura) CINE-SUDAFRICA: Crímenes del apartheid en premiado documental

El filme documental "Largo viaje de la noche hacia el día" obtuvo varios premios internacionales con sus cuatro historias de crímenes cometidos durante el régimen del 'apartheid' en Sudáfrica, que son ventilados en la Comisión por la Verdad y la Reconciliación de ese país.

En 1993, la activista blanca contra el apartheid Amy Biehl fue asesinada a puñaladas por cuatro jóvenes negros cuando se dirigía a su casa en las afueras de Ciudad del Cabo, un día antes de su retorno a Estados Unidos.

Cuatro años después del asesinato de Biehl, las documentaristas Frances Reid y Deborah Hoffman comenzaron el rodaje de "Largo viaje de la noche hacia el día" (Long night's journey into night), cuando acompañaron a los padres de la víctima a Sudáfrica para asistir a audiencias de amnistía en favor de los homicidas convictos.

Las audiencias se realizaron ante la Comisión por la Verdad y Reconciliación, creada en 1995 para otorgar amnistía especial a responsables de crímenes perpetrados bajo el apartheid, a cambio de la confesión de sus actos.

Para sorpresa de muchos, los Biehl no se opusieron a la amnistía para los asesinos de su hija y el cuarteto fue excarcelado.

La historia de Amy Biehl es la primera de las cuatro narradas en la obra que es distribuida actualmente por Seventh Art Releasing, fue rodada durante dos años y exigió ocho viajes a Sudáfrica.

El documental recibió el Premio de la Paz 2000 en el Festival de Cine de Berlín, el Golden Spire en el Festival Internacional de Cine de San Francisco, y el Gran Premio del Jurado en el Festival Sundance de Cine Independiente como mejor documental.

Cuando las estadounidenses Hoffman y Reid supieron de la Comisión, se conmovieron por la apertura y claridad con que tenía lugar el proceso de reconciliación en Sudáfrica.

"Oímos acerca de lo ocurrido en Sudáfrica por la radio, con sus horribles detalles. Me asombró la idea que todo un país aceptara revelar su pasado y luego discutir cómo cerrar las heridas y seguir adelante", comentó Hoffman.

Con 10.000 dólares de una donación privada y una cámara de 35 milímetros, las dos cineastas comenzaron a indagar acerca de algunos de los 10.000 pedidos de amnistía elevados a la Comisión.

La Ley de Unidad y Reconciliación Nacional de 1995 estipula que funcionarios del régimen del apartheid e integrantes de grupos de resistencia que hayan cometido crímenes deben solicitar la amnistía o ser procesados.

Eric Taylor, ex integrante de la policía de seguridad sudafricana, fue uno de los miembros del apartheid que pidió amnistía.

Su testimonio en 1998 ante la Comisión quedó documentado en el filme. Taylor contó cómo él y otros integrantes de las fuerzas especiales asesinaron en 1985 a cuatro activistas negros y dejaron sus cuerpos carbonizados al costado de un camino.

La cámara siguió a Taylor y Nomonde Calata, la viuda de un hombre asesinado por aquél, durante las audiencias y hasta un año después. Con el propósito de hacer las paces con el pasado, Taylor siente que las familias de los activistas asesinados deben perdonarlo.

El arzobispo Desmond Tutu, presidente de la Comisión, cree que casos como ese, en que crímenes del pasado son discutidos abiertamente, son los primeros pasos importantes en el proceso de sanación.

"Este proceso trata de llegar a la verdad para que podamos ayudar a sanar, y para saber lo que tenemos que evitar en el futuro", explicó el arzobispo en el filme.

"Hemos elegido algo denominado 'justicia restauradora'. Los culpables no se liberan fácilmente. Deben hacer una confesión pública, bajo los focos de televisión, de todas las maldades que cometieron, y eso es muy difícil", dijo.

La última historia de la película tiene lugar en Guguletu, la misma barriada pobre donde Amy Biehl fue asesinada. En 1986, siete jóvenes negros del lugar fueron persuadidos de asaltar la sede de la policía local por un "askari", un luchador contra el apartheid capturado y obligado a colaborar con el régimen.

Pero antes de que eso ocurriera, la policía emboscó y masacró a los jóvenes. El filme se concentró en las madres de las siete víctimas que se presentaron ante la Comisión para pedir una disculpa pública y en su reunión con el policía negro que los engañó.

"Esos son relatos que nuestros hijos deben recordar. Queremos que recuerden que pagamos un precio para ser libres hoy", dijo Tutu a las madres en la película.

Hay cientos de casos pendientes sobre los cuales la Comisión aún no se decidió. De los cuatro que aparecen en el documental, sólo los asesinos de Amy Biehl recibieron amnistía por el momento. (FIN/IPS/tra-en/kb/da/ego/aq/cr/00

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