El proyecto de Constitución de Venezuela que terminó de ser discutida hoy dejó una situación de enfrentamiento entre el presidente Hugo Chávez y los empresarios privados.
El mandatario, que partió este lunes rumbo a la IX Cumbre Iberoamericana en La Habana, acusó a los empresarios de haber contribuido a la crisis venezolana, indignado por las críticas e incluso rechazos que recibió el texto.
"Mucho empresario se enriqueció al amparo del Estado corrupto que tuvimos", dijo Chávez, quien ha advertido que si la principal organización empresarial, Fedecámaras, se opone a la Constitución, "será derrotada".
El antagonismo entre el presidente y los empresarios marcó una semana durante la cual la Asamblea Constituyente de 131 miembros dio los toques finales al texto de la carta fundamental, que será entregada este martes tras realizar ajustes técnicos y de estilo.
Un mes después, el 15 de diciembre, los electores venezolanos serán convocados a acudir a las urnas para decidir si aprueban o no el proyecto, que en ese caso entraría en vigencia en el 2000.
Chávez, quien encabeza la campaña por el "si" a la Constitución en ese referendo, aseguró antes de partir a Cuba que en Venezuela "está concluyendo una etapa histórica".
El contenido del texto fue intensamente debatido, y el resultado final no está libre de controversias. Algunos agentes económicos han advertido que es excesivamente estatista y que pone trabas a la iniciativa privada.
"Profundizará aun más la crisis que aqueja a la nación", advirtió una asamblea extraordinaria de Fedecámaras realizada el jueves pasado, con una masiva asistencia que estaba de acuerdo en rechazar el borrador de la Constitución.
Aunque no hubo una declaración expresa llamando a votar por el "no" en el referendo constitucional, los empresarios sí calificaron la nueva carta fundamental de "retardataria".
La declaración evidentemente molestó a Chávez, quien en los últimos días atacó al empresariado.
"Se acabó la época de la corrupción, y Fedecámaras era uno de los componentes del sistema que degeneró, eso tienen que reconocerlo", comentó Chávez en su programa dominical de radio "Aló, presidente".
Los empresarios "también son culpables" de la crisis, precisó el mandatario.
Fedecámaras, que está en sesión permanente para analizar el proyecto constitucional, se mostró dolida por los comentarios presidenciales y, en declaraciones difundidas este lunes, reivindicó el derecho a disentir.
"No nos merecemos descalificaciones gratuitas del presidente, que está en la obligación de escuchar nuestras propuestas, gústenle o no le gusten", comentó el máximo portavoz de Fedecámaras, Vicente Brito.
La Asamblea Constituyente reconsideró este fin de semana algunos artículos que limitaban la inversión privada en áreas como la seguridad social y el petróleo, pero las dudas empresariales persisten.
Una de las principales críticas del sector privado se refiere al excesivo peso del Estado, que, según sus cálculos, deberá enfrentarse con un creciente déficit fiscal por cargas financieras en áreas como educación, salud y seguridad social.
Brito ha comentado que podría generarse un "estatismo salvaje", en directa alusión al reiterado discurso del presidente Chávez rechazando el "neoliberalismo salvaje". (FIN/IPS/lc/mj/ip/99
