Los jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos asistirán a una función de gala y posarán para la foto de rutina, en el mismo momento en que miles de habitantes de la capital de Cuba estén pidiendo sus deseos alrededor de una ceiba.
Familias enteras, como marca la tradición, se dirigirán desde la noche de este lunes a las cercanías del árbol ubicado en el lugar exacto de la fundación de la ciudad de San Cristóbal de La Habana hace 480 años.
Allí, esperarán la llegada del día 16 y empezarán uno a uno a darle tres vueltas a la ceiba. El ritual se extenderá por varias horas, en lo que es además un tributo al árbol sagrado en la Regla de Ocha o Santería, la religión afrocubana más extendida en la isla.
Los habitantes de La Habana se debaten en estos días entre su rutina y la preparación de la IX Cumbre Iberoamericana, prevista para los días 15 y 16 con las anunciadas ausencias de los presidentes de Argentina, Chile, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua.
"Hay quienes dicen que no van a dejar que la gente se concentre en ese lugar por que coincide con la cumbre, pero yo creo que una cosa no tiene nada ver con la otra", dijo Milagros Gómez, oficinista y santera practicante que va siempre "a pedirle a la ceiba".
Otras personas se preguntan qué pasará si en el recorrido que harán por el centro histórico los gobernantes iberoamericanos, alguno de ellos decide dar las tres vueltas tradicionales al árbol, como hizo en octubre George Ryan, gobernador del estado de Illinois, Estados Unidos.
La capital cubana vive con intensidad los días previos a la reunión iberoamericana.
Por todos lados hay trabajadores que limpian calles, arreglan jardines, remozan parques, tapan baches y pintan casas.
El presidente Fidel Castro, el diferendo entre Cuba y Estados Unidos, la historia de las cumbres y de los países de América Latina, España y Portugal, desplazan a la telenovela brasileña de turno en el horario estelar de la televisión cubana.
La oposición ilegal incentiva sus actividades, una inusual manifestación disidente fue enfrentada esta semana por estudiantes y obreros en un parque del barrio habanero de Lauton y un sacerdote católico convoca a sus fieles a rezar por los presos políticos
La prensa anuncia competencias deportivos, exposiciones, conciertos, puestas teatrales y muestras de cine por el cumpleaños de La Habana, e informa de la cumbre y sobre la visita al país del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que incluirá un juego de béisbol con Castro como técnico del equipo cubano.
Sin embargo, poco se conoce de la visita de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, cuya llegada a la isla está prevista para este domingo por la tarde, y menos aún sobre la eventual caminata que harían la mañana del lunes próximo por las calles de lo que fuera La Habana colonial.
La inauguración de una exposición del pintor catalán Joan Miró y del cubano Wifredo Lam, prevista para este viernes, fue aplazada para fecha indefinida pues, según comentó un funcionario de Cultura a IPS, "existe la esperanza de que aunque sea la reina Sofía pueda asistir".
"El cubano, a quien la vida se le ha convertido en dura batalla renovada, siente que da lo mismo si vienen a Cuba los reyes de España o de cualquier otro lugar. Bastante tienen con sobrevivir", afirmó el novelista y dramaturgo cubano Abilio Estevez en un artículo para el diario español El País.
En Cuba, los precios de los alimentos se mantienen altos, el dólar señorea sobre el peso, hay artículos de primera necesidad que solo se obtienen con la moneda estadounidense y muchas personas dependen de las remesas de dinero que envían sus familiares residentes en el extranjero.
Al mismo tiempo, el acceso gratuito y universal a los servicios de salud y educación y a políticas que vinculan el desarrollo económico con el social, hacen que la pobreza tenga poco que ver con la que se conoce en el resto de América Latina.
"Pobre pero honrado", solía decirse hace algunas décadas en este país del Caribe. Ahora, muchos visitantes extranjeros aseguran estar asombrados de "la dignidad con que el cubano carga la pobreza".
Estudios indican que los más pobres en la isla pueden vivir en casas semiderruidas, en condiciones de hacinamiento, carecer del servicio de agua potable y tener que "inventar para servir la mesa" todos los días.
Pero, al mismo tiempo se benefician de la venta de alimentos, como arroz, azúcar y granos, a precios subsidiados. En Cuba es muy difícil encontrar niñas o niños sin techo, analfabetos, que trabajen para vivir o que se vendan como objeto sexual.
El Informe sobre Desarrollo Humano 1999 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo coloca a la isla en el quinto lugar de los países en desarrollo con menor nivel de pobreza, después de Barbados, Trinidad Tobago, Uruguay y Costa Rica.
El ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, aseguró el miércoles que 1999 será "un buen año para la economía cubana" y pronosticó un crecimiento económico de entre cinco y seis por ciento, por encima del previsto inicialmente de 2,5 por ciento.
Por su parte, el vicepresidente Carlos Lage, uno de los principales estrategas de la reforma económica iniciada en 1993, dijo el lunes que "dentro de 15 años tendremos en Cuba un sistema socialista más fuerte, más organizado y más justo".
En cambio, el cardenal Jaime Ortega sostiene que "son pocos entre nosotros los que conciben de algún modo el futuro" y esa desesperanza podría ser la puerta de entrada a la isla del alcoholismo, las drogas, el escapismo y el éxodo. (FIN/IPS/da/dm/ip/99
