La Unión Europea debe transformarse en una federación que consolide la democracia, la seguridad y la paz, afirmó hoy José María Gil-Robles, al asumir como presidente del Movimiento Europeo Internacional (MEI).
Gil-Robles, un demócrata cristiano, integrante del centroderechista Partido Popular español y presidente saliente del Parlamento Europeo, ue elegido este sábado, en Helsinki, para reemplazar en el cargo al socialista Mario Soares, ex presidente de Portugal.
El MEI fue creado hace cuatro décadas y desempeñó un papel muy importante en la democratización de España. Gil-Robles, hijo de un político del mismo nombre que fue uno de los fundadores del movimiento, recordó ese papel al reivindicar una acción más política y social para la Unión Europea (UE).
En el Movimiento Europeo que se opuso al régimen del dictador Francisco Franco (1936-75) participaron personalidades que jugarían un papel importante en la transición española a la democracia.
Uno de ellos fue Fernando Alvarez de Miranda, demócrata cristiano y actual defensor del Pueblo, quien fue el presidente del Parlamento que elaboró la Constitución vigente. Su sucesor en ese cargo, el socialista Gregorio Peces-Barba, es en la actualidad rector de la Universidad Carlos III.
El 8 de junio de 1962 el MEI se reunió en Munich, Alemania, con la presencia de 118 españoles, entre residentes en su país y exiliados. La prensa franquista quiso descalificar a ese encuentro llamándolo "El Contubernio de Munich".
En aquella ocasión, el escritor Salvador de Madariaga expuso el rechazo de los liberales españoles a la aceptación de España y Yugoeslavia en la Comunidad Económica Europea, precursora de la UE.
"Si toleráis un tirano en cualquier provincia de Europa, la española o la yugoeslava, ¿quién os dice que mañana no intentará ese tirano apropiarse también de vuestra libertad?", preguntó el escritor.
Cuatro décadas después, Gil-Robles (hijo) retomó la misma concepción para señalar que la ampliación de la UE debe tener sus límites no sólo en lo económico y comercial, sino también en lo político.
"Una Europa política, para ser viable, exige un mínimo de homogeneidad y no podría englobar en su seno a sociedades bajo el dominio de la teocracia o del fundamentalismo', afirmó.
La UE tampoco "puede extenderse progresivamente a Estados cuyo territorio se encuentra en su mayor parte en Asia, ni desbordar hacia Africa", añadió.
Gil-Robles se pronunció por la evolución de la UE hacia una federación que permita "realizar en común las tareas que los Estados miembros no pueden ya asumir por separado", al exponer en su discurso las líneas de acción del MEI para los próximos cuatro años .
"No queremos que esta Unión perezca ni de anorexia ni de bulimia", expresó, para fundamentar que debe equilibrarse el poder de la futura federación con el de los Estados nacionales, que se mantendrán.
"Los europeos exigen cada vez más a la Unión. No se contentan y no se contentarán nunca más con una Europa tipo centro comercial. Ya han vivido la experiencia de una unión más profunda y más prometedora para el futuro", puntualizó.
Según Gil-Robles, los europeos "piden cada vez más democracia, seguridad y paz. Estos son valores que un supermercado, incluso de una dimensión continental, no puede darles".
El nuevo presidente del MEI dijo que la UE, "federación imperfecta todavía", afirma cada día sus democracias parlamentarias, y se preguntó si "no es lo más natural que se reproduzca a escala del conjunto lo que ya ha dado buenos resultados en todos los lugares"
Por eso, propuso que la UE evolucione hacia una estructura en la cual un Parlamento que legisle y controle, una Comisión (órgano ejecutivo) gobierne y un Tribunal aplique el derecho.
"La UE necesita un gran paso en esa dirección, una reforma lo suficientemente completa para que funcione una Europa con 30 miembros", opinó. En la actualidad los miembros de la UE son 15.
Gil-Robles se opuso a que haya, como en la actualidad, un gobierno europeo en el cual cada Estado cuenta con voto ponderado según su fuerza, y afirmó que en cambio "se debe estudiar seriamente que haya una dirección a largo plazo y una organización mejor estructurada".
El MEI es conciente de que los cambios se producen si la opinión pública se moviliza, y para ello compromete su accionar, agregó.
"Debemos seguir estando atentos y ser tenaces en la búsqueda de nuestro objetivo: una Europa a la medida de la gente, y al servicio de todas las mujeres y hombres de nuestro continente", indicó.
La gran tarea es, según Gil-Robles, "unir a los europeos entre sí, como único y verdadero medio de reunir a nuestras naciones en un único haz", para enfrentar el "viraje decisivo" hacia la consolidación de la UE en una federación.
De lo contrario, se correrá el riesgo de sucumbir "ante las exigencias de la ampliación, con el riesgo de regresión que ello conlleva", pronosticó. (FIN/IPS/td/mp/ip/99)
