Jueces de España, Francia, Italia y Suiza recibieron este mes más pruebas sobre la Operación Cóndor, el plan de coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras en el Cono Sur de América en los años 70 y 80.
El abogado paraguayo Martín Almada visitó, entre el día 7 y este miércoles, a jueces de los cuatro países ante los que se instruyen procesos por los crímenes cometidos bajo las dictaduras que imperaron en Argentina (1976-1983), Chile (1973-1990), Paraguay (1954-1989) y Uruguay (1973-1985).
Esas pruebas proceden de los archivos de la cancillería de Paraguay, de la sección de Interpol en ese país y del "Archivo del Terror", como se conoce a más de cinco toneladas de documentos descubiertos por Almada en 1992 en una dependencia de la policía en Asunción, informó el jurista a IPS.
En Italia, Almada declaró ante el fiscal Giancarlo Capaldo, quien investiga la desaparición forzada de ocho personas, entre ellas tres argentinos de origen italiano.
Capaldo prestó especial atención a nuevos datos sobre la desaparición del argentino de origen italiano Alejandro Logoluso, detenido en Paraguay el 29 de marzo de 1977 y desaparecido desde entonces.
Almada le entregó copia de una nota dirigida por un subalterno a Pastor Coronel, jefe de investigaciones de Paraguay, para informarle de que Logoluso y otros detenidos argentinos y uruguayos fueron entregados al Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) de Argentina, el 16 de mayo de 1977.
Mientras declaraba ante Capaldo, el 7 de octubre, el juez británico Ronald Bartle dictaminó a favor de la extradición a España del ex dictador chileno Augusto Pinochet.
Después, en Ginebra, Almada testimonió ante la jueza de instrucción Christine Junod sobre el caso de Alexis Jaccard- Siegler, un estudiante que poseía la doble nacionalidad chileno- suiza, detenido en el aeropuerto de Buenos Aires el 15 de mayo de 1977 y entregado a la policía chilena.
Dos días más tarde lo hizo en París ante el juez Roger Leloir, quien instruye un sumario por la desapareción de ciudadanos franceses en Argentina, cuando ese país estaba bajo la dictadura que encabezó en sus inicios el general Jorge Videla.
Finalmente, en Madrid, Almada entregó al juez Baltasar Garzón 17 documentos, procedentes del Archivo del Terror, la cancillería y la policía paraguayas, éstos últimos descubiertos en las últimas semanas.
La aparición de documentos archivados en la cancillería y la policía de Paraguay llevó a los abogados acusadores en el juicio que instruye Garzón a solicitar que el juez requiera por vía judicial y diplomática la apertura y entrega de archivos similares a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay.
Entre los nuevos documentos figura uno del comisario Alberto Cantero, "director de política y afines" de la policía secreta paraguaya, del 9 de abril de 1977, en el que informa al jefe de ese organismo la reunión de un equipo de trabajo.
El equipo estuvo integrado por militares paraguayos, dos oficiales del Servicio de Informaciones del Ejército argentino y uno de su similar uruguayo.
Según Cantero, el equipo interrogó "minuciosamente" a cada uno de los detenidos, ciudadanos uruguayos y argentinos, y destacó como rescatable el interrogatorio de Gustavo Edison Insaurralde Meliar, del Partido de la Victoria del Pueblo, de Uruguay.
Otro documento incluye las fotografías y datos personales de medio centenar de uruguayos reclamados por Montevideo. Sobre algunas de las fotos aparece pegado un papel con la inscripción "Capturado, 25/4/75".
Ese material se completa con una carta del jefe de policía de Paraguay dirigido al jefe de ese organismo en Asunción, pidiendo datos sobre una lista de personas "sobre quienes pesa captura por parte del Ejército del Uruguay".
Por último, el jurista paraguayo depositó ante Garzón otro documento del Archivo del Terror, en el que el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Paraguay remite a Pastor Coronel una lista nominal y fotografías "de los subversivos brasileños radicados en la República Argentina". (FIN/IPS/td/mj/ip hd/99
