YUGOSLAVIA: Annan define los pasos que seguirán a la paz

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó que el Consejo de Seguridad del foro mundial considerará una resolución que formalice el fin del conflicto de Yugoslavia una vez que se aclaren detalles del acuerdo con el presidente de ese país, Slobodan Milosevic.

Annan concedió una entrevista al diario italiano La Repubblica, tras un almuerzo de trabajo el jueves con el papa Juan Pablo II, y enfatizó que ante todo debe quedar muy claro que los refugiados podrán volver a Kosovo "en condiciones de seguridad que protejan sus derechos humanos y políticos".

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) relató en la entrevista, publicada este viernes, que el Papa le había preguntado de qué manera podía ser útil a la causa de la paz, y que él le respondió: "Siga ejerciendo su alta función de autoridad moral, que todos respetamos".

El Papa y Annan coincidieron en que será preciso un trabajo político de entre cinco y diez años para reconstruir el tejido material y moral de los Balcanes y establecer una "cultura de la paz" en la región

El nuevo presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, sostuvo este viernes, en una entrevista concedida a la cadena de televisón estadounidense CNN, que los costos de reconstrucción en Kosovo serán "enormes".

Esos costos se estiman, según Prodi, entre cinco y seis mil millones de euros anuales (entre unos 4.800 y unos 5.800 millones de dólares) durante al menos cinco años, o sea dos por ciento del producto interno bruto de la Unión Europea (UE).

Prodi afirmó que la UE desea "establecer una autoridad para la coordinación" de la reconstrucción de Yugoslavia, "como lo hizo Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción de Europa".

Añadió que la UE empezó a reflexionar sobre la estrategia que debía aplicarse cuando se alcanzara la paz desde el día en que comenzaron los ataques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Yugoslavia, y aseguró que se hará un plan que considere toda la región de los Balcanes como una zona económica.

Según los medios de comunicación italianos, la paz está muy cerca y es probable que este domingo cesen los bombardeos de la OTAN.

El jefe del gobierno de Italia, Massimo D'Alema, expresó su satisfacción afirmando que este país ha "trabajado para que se llegara a una paz justa".

"Ahora se trata de transformar el plan de paz en el inicio de un proceso de paz verdadero, que lleve al cese de las operaciones militares", agregó.

D'Alema opinó, al igual que Annan, que el primer objetivo es "llegar rápidamente a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que apruebe una resolución" para dar por concluidas las hostilidades.

Al mismo tiempo, indicó, "es necesario iniciar una negociación militar, que no será simple, para el retiro de las fuerzas armadas yugoslavas de Kosovo y el ingreso a ese provincia de un contingente internacional".

El inminente cese de los bombardeos solucionará además el gran problema que han creado a D'Alema las posiciones pacifistas de la mayoría de los partidos que integran su gobierno de centroizquierda, que reclamaban a la OTAN una tregua unilateral.

Armando Cossutta, el presidente del Partido de los Comunistas Italianos (PDCI), que forma parte del gobierno, advirtió que no piensa que se pueda decir aún que la paz está garantizada, porque a su juicio Estados Unidos podría crear alguna dificultad imprevista.

"Estados Unidos no quería la paz. Era Europa la que la quería, a pesar de sus contradicciones", aseguró Cossutta, añadiendo que la permanencia de su partido en el gobierno había sido un hecho positivo, porque si se hubiera retirado de él habría "entregado el país a la derecha".

El presidente del PDCI sostuvo que la guerra pudo evitarse, y que no fue el gobierno de Yugoslavia, sino Estados Unidos, el responsable de que fracasaran las negociaciones previas.

En su opinión, ese fracaso fue causado por los representantes estadounidenses al introducir en las negociaciones dos cuestiones muy delicadas como las de un referendo sobre la independencia de Kosovo y el reconocimiento del grupo guerrillero que combate por su independencia.

"La guerra termina porque Italia, Alemania y Francia han dicho categóricamente 'no' a la invasión de Yugoslavia, y sin ella no tenía ningún sentido continuar con los bombardeos", aseveró.

Cossutta destacó el papel del gobierno italiano, que mantuvo siempre abierta su embajada en Belgrado, fue el primero en pedir la participación de Rusia en las negociaciones y realizó las primeras gestiones para que la cuestión yugoslava fuera considerada en una reunión del Grupo de los Ocho (G-8).

El G-8 reúne al Grupo de los Siete, formado por los países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) y Rusia.

El presidente del PDCI dijo también que nunca creyó que el bombardeo de la embajada de China en Belgrado hubiera sido un error, sino que se trató de "una demostración de arrogancia de Estados Unidos". (FIN/IPS/jp/mp/ip/99)

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