PETROLEO: El Pacto de Ryad busca salidas en terapia de grupo

Agobiados por precios inmunes al sacrificio de producción de los exportadores de petróleo para impulsarlos, los protagonistas de la estrategia de recorte de la oferta realizarán este viernes una especie de terapia de grupo, para intercambiar ideas sobre lo que está pasando en el mercado.

Los ministros de petróleo de Arabia Saudita, Ali Al-Naimi, de Venezuela, Erwin Arrieta, y de México, Luis Téllez, analizarán en la capital mexicana por qué los precios petroleros se mantienen tan bajos, identificarán a quienes no cumplen las restricciones y resolverán si esas medidas aún tienen sentido.

"Vale la pena establecer para qué ha servido esto", dijo Arrieta, en referencia a la estrategia de recortes productivos voluntarios impulsados por los tres países desde el 22 de marzo, en lo que se conoce como el Pacto de Ryad, por ser fruto de un encuentro de los tres ministros en la capital saudí.

El pacto impulsó un primer retiro del mercado desde abril de 1,7 millones de barriles por día (bpd), en un sacrificio inédito conjunto de los 11 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y exportadores independientes abanderados por México.

"No está planteado sumar un barril más de recortes a los ya realizados, los que queremos evaluar son los que se han implementado", precisó Arrieta, al explicar los objetivos de la tercera reunión formal del "trío de Ryad" desde marzo.

"No se trata de cerrar una llave, la situación es algo más complicada que eso", reafirmó desde México el ministro Téllez al comentar los objetivos del encuentro y negar que el impulso de los precios vaya a buscarse con un nuevo recorte productivo.

Ante la indiferencia de un mercado saturado por la sobreoferta previa y la caída de la demanda como efecto de la globalización de la crisis asiática, los tres ministros se reunieron el 4 de junio en Amsterdam, para concertar un recorte adicional, que fue secundado por el resto de la OPEP 20 días después.

En base a esa serie de acuerdos, desde julio y en un proceso paulatino que debió haber concluido ya, la OPEP se comprometió a restar respecto a su producción de febrero 2,6 millones de bpd, y un grupo de exportadores independientes otro medio millon.

Pero en agosto, la reacción del mercado fue la reanudación del descenso, amortiguado en el mes previo, y los precios puntuales de los crudos marcadores están en niveles similares a los de la gran crisis de 1986 y 50 por ciento por debajo respecto a su promedio de 1997.

"Estudiaremos las percepciones de cada uno de lo que está sucediendo y qué otras variables están impactando los precios del petróleo", comentó desde su país a una radioemisora venezolana el viceministro mexicano de Eenergía, Jorge Chávez.

Según el país anfitrión, del cónclave del viernes no debe esperarse ni la iniciativa de un nuevo recorte de producción ni el abandono de las restricciones voluntarias ya concertadas.

El Centro Global de Energía, con sede en Londres, dijo este mes que los países de la OPEP percibirán este año 135.000 millones de dólares en divisas petroleras, frente a los 185.700 millones de 1997 y los 191.800 millones de 1996.

El negocio petrolero mundial, en base a un consumo de 74,7 millones de bpd, se aproxima al billón (millón de millones) de dólares, teniendo en cuenta el precio final que pagan los consumidores por los productos derivados del crudo.

Los analistas internacionales coinciden en lo que en voz baja, o al menos sin poner el dedo indice sobre nadie, se dice en Caracas: una de las razones del nuevo desplome de los precios es el incumplimiento parcial de los productores de los acuerdos.

Una alta fuente cercana al ministro Arrieta admitió a IPS que, en términos generales, los participantes en los acuerdos cumplieron totalmente el primer recorte y los tres miembros del pacto la disminución adicional decidida en Amsterdam.

Pero, acotó, "practicamente nadie" ha cumplido el recorte pactado en la conferencia ministerial del 24 de junio en Viena, porque para cuando el paulatino cierre de los grifos llegó al porcentaje señalado, el desaliento por la falta de reacción del mercado agotó la disciplina.

La OPEP debía estar bombeando en total poco más de 26 millones de bpd, frente a los 28,7 millones de bpd que producía en febrero. Pero en la práctica su extracción está en algo más de 27 millones de bpd.

Entre tanto, los consumidores tienen los mayores inventarios acumulados de la historia. La OPEP, la Agencia Internacional de Energía y otros supervisores del mercado los sitúan en el equivalente a entre 93 y 107 días y la fuente venezolana consideró que la cifra más alta es la real.

Alberto Quiros, antiguo directivo de la industria petrolera venezolana y participante en todos los encuentros del Pacto de Ryad, planteó que Venezuela cumpla escrupulosamente el recorte ofrecido de 525.000 bpd hasta octubre.

Pero añadió que, si para entonces los precios no reaccionan, "deberemos revisar la situación" y reabrir el 15 por ciento de la producción cortada desde febrero.

Hasta ahora, se calcula que Venezuela redujo entre 325.000 y 365.000 bpd y mantiene en programación el recorte que le queda para completar su compromiso.

Pero las presiones sobre Arrieta y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para que no sigan disminuyendo la producción "mientras otros socios incumplen", es cada vez más fuerte.

Se calcula que unos 6.000 trabajadores de empresas contratistas de PDVSA han sido despedidos en los dos últimos meses, mientras que los estados del oeste del país en que se concentraban las mayores inversiones petroleras están sumidos en una alta recesión, al igual que las empresas privadas del sector.

Los directivos del sindicato petrolero y del gremio de los empresarios del sector unieron esfuerzos este lunes para demandar a Arrieta que vaya a México con un mensaje: el esfuerzo no dio frutos y nuestro compromiso acabó.

Arrieta y el presidente de PDVSA, Luis Giusti, replican ante las presiones internas que "hay que analizar qué hubiera sucedido con los precios sin el Pacto de Ryad".

En este marco, el encuentro de Ciudad de México pareciera ser el último intento para mantener incólume el Pacto de Ryad en cuanto a su estrategia frente a la debacle de precios.

De no brindar los efectos terapeúticos que se esperan desde julio, se podría comenzar más pronto que tarde a desandar el camino iniciado en marzo o a promover una estrategia que brinde frutos más a corto plazo para las agobiadas sociedades de los productores petroleros del Sur en desarrollo.

En esa estrategia, según algunos analistas, podrían cooperar los productores del Norte industrial, como las empresas petroleras estadounidenses, que vieron caer sus ganancias en 1.315 millones de dólares en el segundo trimestre del año.

La Asociación Independiente de Petróleo de Estados Unidos demandó días atrás el apoyo de su gobierno ante una situación "extremadamente crítica", que les ha obligado a cerrar muchos pozos, por no ser rentables.

"Estos precios ya no le sirven a nadie, ni a los que compran ni a los que venden y hay que hacer algo", dijo un directivo de esa Asociación. (FIN/IPS/eg/ff/if/98

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