BRASIL: Ciudades se vuelcan a reciclaje de basura

Sao Paulo decidió reciclar en gran escala las más de 12.000 toneladas de basura que saturan a diario sus depósitos, mientras otras ciudades de Brasil adoptan programas específicos que apuntan a la educación ambiental.

El Programa de Macrorreciclaje paulista tiene como meta reaprovechar 70 por ciento de la basura local, que hasta ahora se acumula en los llamados "aterramientos" cuya completa saturación hace absolutamente necesarias otras soluciones.

"Solo tenemos un área que puede aguantar cinco años más y otra que se agotará en un año, mientras cuatro aterramientos están saturados", señaló Mario Melo, coordinador del programa.

La imposibilidad de abrir nuevas áreas hace proliferar basurales ilegales en la ciudad y su periferia.

Sao Paulo está, por lo tanto, obligada a dar una otro destino dentro de cinco años a sus desechos residenciales. El reciclaje es "la única alternativa" para el actual y los futuros gobiernos, sentenció Werner Zulauf, secretario municipal de Medio Ambiente.

El programa comprende varias acciones, incluso la producción de biogás en los aterramientos, separación de la basura en las propias residencias y su aprovechamiento industrial.

"El gran volumen y la continuidad de oferta" hace factible inversones empresariales en plantas y tecnologías de reciclaje, sostuvo Melo.

La basura orgánica se destinará a cuatro centrales de procesamiento para conversión, principalmente en fertilizantes. La "seca" pasará por unidades de selección, separando materias primas, como vidrio, plásticos y metales para la industria. Los residuos inaprovechables se dirigirán a los incineradores.

"La tarea más dificil será convencer la población de que separe la basura seca de la orgánica", previó el coordinador del programa.

El paso inicial es construir camiones que puedan recolectarlas por separado. La alcaldía está promoviendo un concurso público para obtener el mejor diseño del vehículo.

Hacer la recolección en dos camiones no será viable porque duplica los costos, complica la operación y congestiona el tránsito, observó Melo.

Con el biogás producido en los basurales, por tecnología anaeróbica que "hace en diez días lo que la naturaleza hace en años", se pretende obtener energía eléctrica para iluminar todas las calles y plazas de la ciudad.

En Rio de Janeiro, donde una gran central de procesamiento de basura enfrenta problemas desde su instalación en el inicio de la década, la preocupación de las autoridades industriales es evitar la contaminación por pilas y baterías variadas.

Esa "basura tecnológica", incrementada por las baterías de teléfonos móviles, contiene plomo, mercurio y otros metales que perjudican la salud, provocando anemia, problemas renales y neurológicos.

Puede contaminar el agua y fertilizantes hechos de basura, llegando así a los productos agrícolas.

Esta semana se distribuyeron por la ciudad 500 basureros especiales para que la población eche las baterías inútiles. En eso también se exigirá una fuerte campaña de educación.

Brasil no cuenta aún con tecnología para reaprovechar las baterías, admitió Paulo Carvalho, presidente de la Compañía de Limpieza Urbana local. Por eso, serán depositadas en locales protegidos hasta que se pueda reaprovecharlas.

Una experiencia que puede servir de ejemplo a muchas ciudades se desarrolla en Goiania, capital del estado de Goiás, en el centro de Brasil.

El Instituto Don Fernando, vinculado a la iglesia católica, creó un Núcleo Industrial de Reciclaje que produce materias primas para variadas industrias, bienes finales y fertilizantes a partir de la basura.

Actualmente se procesan 27 toneladas, 20 de las cuales suministradas en convenio por la alcaldía y el resto recogido en los cinco barrios donde opera el proyecto, beneficiando a sus 15.000 habitantes.

Esa capacidad podrá triplicarse y alcanzará a ocho por ciento de toda la basura generada por el milln de habitantes de Goiania, informó el coordinador de la iniciativa, Washington Novaes, periodista y ex secretario de Medio Ambiente de Brasilia.

El Núcleo es operado por una cooperativa de 65 vecinos, que también responde por la recolección selectiva de la basura en los cinco barrios, con educación ambiental para los pobladores.

La actividad hace parte de un programa de desarrollo comunitario que contempla también un centro de capacitación profesional, otro de recuperación de niños de la calle a través de una escuela de circo y una unidad de producción de plantas medicinales.

"Ya recibimos más de 200 consultas de alcaldías y organizaciones no gubernamentales de Brasil y Argentina, interesadas en aplicar el modelo", reconocido como ejemplo de gestión social por el gobierno central, dijo Novaes. (FIN/IPS/mo/mj/en/98

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