Dos tercios de los países que integran la ONU reclamaron hoy en Nueva Delhi, donde concluyó la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (Noal), los escaños que le corresponden a su fuerza numérica en el Consejo de Seguridad.
Los 113 miembros de la Noal consideran que no gozan de la capacidad de incidencia que les corresponde en la ONU (Organización de Naciones Unidas), y sus ministros de Relaciones Exteriores consideraron las propuestas de creación de nuevos puestos permanentes en el Consejo.
"Les urjo desde Nueva Delhi, desde el gran continente asiático, a dirigir una propuesta que introduzca vientos de equidad y democracia en Naciones Unidas", dijo en la sesión de apertura de la 12 reunión ministerial la canciller de Colombia, María Emma Mejía, quien ocupa la presidencia de la Noal.
"Debemos rechazar con firmeza cualquier intento de excluir a los países no alineados de la ampliación del Consejo de Seguridad y debemos limitar la anacrónica práctica del veto con miras a su eliminación", afirmó Mejía.
Sin embargo, las negociaciones entre los países de la Noal concluyeron en el retiro de una propuesta contenida en el borrador de declaración final, que calificaba de "inaceptable" la "ampliación de los miembros permanentes solo para acomodar a los países industrializados" en el Consejo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a la Noal que respalde sus gestiones sobre la reforma, que podrían "corregir, entre otras cosas, la baja representación de los países no alineados y en desarrollo".
Annan, quien asistió a la reunión ministerial el lunes, sostuvo que los países no alineados deberían tener un papel decisivo en el proceso de reformas del cuerpo mundial.
"Sus propuestas en materia de reformas ayudarán a asegurar la legitimidad y eficacia de la ONU", dijo, y recordó que seis de los principales 10 contribuyentes a las operaciones de mantenimiento de la paz eran miembros de la Noal.
Annan manifestó más tarde, en una conferencia de prensa, que las reformas se encuentran en una "etapa crucial". La estructura del Consejo de Seguridad "debería ser acorde con las realidades de hoy", agregó.
La Noal no respalda una iniciativa del presidente de la Asamblea General de la ONU, el malayo Razali Ismail, que consiste en ampliar el Consejo a cinco miembros permanentes más, pero sin derecho a veto.
De los 15 países que integran el Consejo de Seguridad, diez son rotativos, mientras los cinco que poseen armas nucleares (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) son permanentes. Cada uno de ellos puede vetar resoluciones del organismo, así cuenten con 14 votos conformes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Zimbabwe, I. S. Mudenge, rechazó la propuesta de Ismail, que, dijo, crea categorías de "toros y novillos" dentro del Consejo.
"Un miembro permanente del Consejo de Seguridad sin poder de veto es un novillo. Solo aquéllos con poder de veto son toros. Deberían ser todos toros o todos novillos", sentenció Mudenge.
La cumbre de jefes de gobierno de la Noal celebrada en 1995 en Cartagena, Colombia, reclamó una reforma de la ONU sobre una "base no discriminatoria", así como limitaciones al derecho a veto tendentes a su eliminación definitiva.
Tres países no alineados, Egipto, India y Sudáfrica, aspiran a un escaño permanente en el Consejo de Seguridad.
Los representantes concluyeron, en una sesión a puertas cerradas el lunes, que es necesario un equilibrio geográfico en la integración eventualmente ampliada del Consejo y ratificaron su reclamo de restricciones al poder de veto.
En esa instancia, se resolvió proponer la ampliación del Consejo a 11 nuevos miembros, aunque no se acordó cuántos de ellos debían ser permanentes, si bien en una primera etapa debían ser todos ellos rotativos.
Las guías de la discusión fueron, entre otros puntos, el fortalecimiento del papel de la ONU en materia de desarrollo y la instalación de un fondo para suministrar asistencia a países afectados por sanciones dispuestas por el cuerpo mundial.
La mayoría de las propuestas se referían al Consejo de Seguridad, que, según la Noal, no debe vincularse a las reformas generales de la ONU.
La Noal también manifestó su preocupación por la "usurpación del papel y las funciones de la Asamblea General, el principal órgano de la ONU", a manos del Consejo de Seguridad, y reclamó un "equilibrio" en tal sentido.
Los países no alineados también se manifestaron en contra de la disminución de la importancia de la ONU en materia de seguridad por el auge de alianzas militares y bloques regionales.
En ese sentido, reclamaron mayor incidencia de la Asamblea General en el mantenimiento de la paz, que debería también distinguirse claramente de la asistencia humanitaria. (FIN/IPS/tra- en/mu/an/mj/ip/97