La gravedad de las estadístics sobre la condición de la mujer y la pobreza en el Caribe logró que los gobiernos de la región estudien la forma de tomar medidas inmediatas, en la primera Reunión Ministerial sobre Erradicación de la Pobreza iniciada hoy en esta capital.
La región entrará en crisis debido al alto número de hogares a cargo de jefatura femenina y las familias que se sitúan por debajo de la línea de la pobreza, cuyo promedio supera a las de Africa subsahariana, alertaron investigadores.
Gobiernos regionales participan hasta el viernes en la reunión ministerial, junto a representantes de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Barbara Boland, subdirectora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señaló que la reunión se propone articular de forma coherente un plan de acción directivo que pueda adoptar la forma necesaria para los objetivos particulares de cada gobierno.
La Encuesta Mundial sobre el Papel de la Mujer en el Desarrollo de 1994 indicó que la más alta proporción de hogares con jefatura femenina se encontraba en el pasado en Africa Subsahariana. No obstante, estudios recientes revelan que en el Caribe la cifra es ahora de 34,6 por ciento.
Asha Kambon, representante de CEPAL, dijo que "nunca podemos perder de vista" que los hogares a cargo de mujeres representan una porción significativa de los pobres.
Los gobiernos caribeños admiten que la situación es algo que ya no pueden ignorar, afirman analistas. Por ejemplo, el número de hogares bajo mando femenino en Suriname alcanza 20 por ciento, en Jamaica la cifra salta a 46 por ciento, y en Antigua y Barbuda es de 58,5 por ciento.
El único país en el Caribe en que prevalecen los hogares de jefatura masculina es Trinidad y Tobago, donde los hombres son el sostén de 36,5 por ciento de los hogares.
Pero el economista Lloyd Best afirma que no sería cierto afirmar que las jefaturas femeninas se encuentran en hogares únicamente pobres, aunque hay "significativas evidencias de pobreza en esas viviendas".
Otros grupos vulnerables son los ancianos, los discapacitados y los "recientemente desempleados".
Un informe de 1996 del Banco Mundial confirma que en países como Belice, Santa Lucía y Trinidad y Tobago, la incidencia de la pobreza entre las familias a cargo de mujeres es alta, particularmente en las áreas urbanas.
La situación se ha atribuido al alto desempleo, la discriminación salarial y las restricciones de tiempo debido a las tareas de la crianza de los hijos.
Las mujeres pobres también enfrentan la violencia doméstica, altos índices de fertilidad, embarazos adolescentes y altos índices de mortalidad materna, sostienen los expertos.
En el área del desempleo, resultados de estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan el impacto del problema en las mujeres.
En Belice, por ejemplo, un estudio de 1993 indicó una incidencia de 38 por ciento en las personas que estuvieron desempleadas más de 12 meses. De esa cifra, unos dos tercios eran mujeres.
Un estudio similar en Jamaica reveló que, en una cifra media de 30 por ciento de desempleados de largo tiempo, las mujeres representan 68 por ciento.
En Trinidad y Tobago, 50 por ciento de la población femenina económicamente activa y 32 por ciento de la masculina declara haber estado sin empleo por períodos superiores a los 12 meses.
La alta correlación entre la pobreza y el desempleo alerta sobre la lucha de las mujeres, en especial las jefas de hogar, afirman los economistas.
También preocupa a los expertos del área la carga desigual de las mujeres para administrar los escasos recursos, manifestada en la "pobreza de tiempo" de los hogares a cargo de ellas.
Muchas mujeres pobres afirman que no hay suficientes horas en el día para trabajar y ganar lo suficiente para mantener a sus familias. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/lp/pr-ip/96
