Cuba reiteró hoy en las Naciones Unidas (ONU) que no retrocederá en el camino socialista elegido, al reivindicar ante la Asamblea General el derribo de dos avionetas que partieron de Estados Unidos el 24 de febrero.
El canciller Roberto Robaina dijo a la Asamblea que "Cuba, la isla de los atrevidos, no va a renunciar al camino elegido. Somos un país pequeño, pero nuestra tierra, cielo, aguas y bandera no serán humillados".
La crisis de las avionetas estalló luego que aviones militares cubanos derribaron dos aeronaves Cessna sobre el estrecho que separa a Cuba de Estados Unidos, el 24 de febrero, y perecieron cuatro tripulantes de la organización anticastrista "Hermanos al Rescate".
Estados Unidos promovió en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que deploró la acción cubana, y solicitó una investigación de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI).
En paralelo, el presidente estadounidense Bill Clinton anunció su respaldo a la ley Helms-Burton, que aprobó el Senado en Washington el martes y prevé represalias contra empresarios de terceros países que hagan negocios con La Habana.
Robaina defendió la posición de La Habana con un discurso en la tradicional línea cubana, que asemeja la confrontación con su poderoso vecino a la lucha entre un David y un Goliat.
"?Por qué el Consejo de Seguridad, que tan diligentemente actuó para condenar el incidente (del 24 de febrero) no actúa frente al bloqueo estadounidense contra Cuba, condenado nada menos que cuatro veces por esta Asamblea?", interrogó.
Al explicar que el derribo ocurriese en el inoportuno año electoral estadounidense, Robaina aseguró que "este incidente no fue producto de una acción deliberada por parte de Cuba", harta de "las provocaciones de Hermanos al Rescate".
Hizo una enumeración de las ocurridas en los últimos 20 meses, de las advertencias de La Habana a Washington, y destacó las que se produjeron el 9 y 13 de enero, cuando aeronaves de Hermanos al Rescate incursionaron en territorio cubano.
"Después de las provocaciones del 9 y el 13 de enero, la situación para nosotros llegó a un punto intolerable", pues "la población cubana reaccionó con indignación ante tan flagrante violación de nuestro espacio aéreo", dijo Robaina.
Fue entonces cuando "el gobierno de Cuba dio instrucciones a la Fuerza Aérea de que lo ocurrido el 9 y el 13 de enero no podía repetirse bajo ningún concepto", anadió.
"Le rogamos al gobierno de Estados Unidos que hiciera lo posible por impedir esos vuelos, que violaban no sólo nuestra legislación, sino la estadounidense", agregó.
Al reivindicar el derribo de las aeronaves, dijo que si algún error incumbía a La Habana fue confiar en que "un país tan poderoso como Estados Unidos tenía la capacidad de impedir que grupos de gente irresponsable pudiera realizar acciones perfectamente evitables".
Sostuvo que los cazas cubanos ahuyentaron la mañana del día 24 a tres aviones de la organización, y que en la tarde, ante dos reincidentes, "hicieron un pase preventivo de advertencia", tras lo cual "el puesto de mando ordenó el derribo".
"El gobierno de Cuba asume la responsabilidad de la acción patriótica efectuada en defensa de la soberanía del país", dijo Robaina, y agregó que su gobierno "fue el primero que lamentó la pérdida de vidas humanas".
El gobierno de Estados Unidos no quiso provocar el incidente, según La Habana, "pero no tomó medidas que hubieran impedido a tiempo que ocurriera".
De cara a la investigación de la OACI, Robaina recordó que los aviones de Hermanos al Rescate violaban normas de la aviación civil, con alteración de planes de vuelo, intención de transmitir propaganda subversiva y volar a baja altura en zonas no autorizadas de Estados Unidos y Cuba.
Cuba, resumió Robaina, "tiene todo el derecho a defender su patria, la tranquilidad de sus ciudadanos y a no tolerar lo inadmisible".
Respecto de la ley Helms-Burton, Robaina dijo a la asamblea de la ONU que a Estados Unidos "le molesta que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba. No es una ley contra nosotros, sino contra todos ustedes", aseveró.
Los sectores conservadores que promovieron la ley "muestran un modelo de gobierno que buscan para el próximo siglo. Es un balón de ensayo para ver hasta dónde se puede imponer la agenda de la ultraderecha".
Robaina agradeció a los países que en el Consejo de Seguridad objetaron una condena abierta contra Cuba, y que la Asamblea tomase la decisión de escuchar sus planteamientos.
A Robaina respondió la repreaentante de Estados Unidos en la ONU, Madeline Albright, quien dijo que "hemos oído de Cuba mucha propaganda, pero no hechos. Y los hechos son que derribaron dos aviones que no llevaban armas".
"No permitiremos el asesinato de nuestros ciudadanos -tres de los tripulantes muertos eran estadounidenses de origen cubano- ni que Cuba nos transfiera su culpa", afirmó Albright. (FIN/IPS//jc/ip/96)