/DERECHOS HUMANOS/GUATEMALA: Fantasmas del pasado asolan tierra de repatriados

"Ni cuando cruzamos a Mexico con la balacera nos paso nada y ahora que volvimos, que somos hijos de Dios, el ejercito chupo la sangre de mi mama", llora desconsolada Margarita Grave.

"Si nos hubiesemos quedado en Mexico, mi mama no habria muerto", agrega Margarita, familiar de una de las 11 victimas de la "masacre de Xaman", este jueves en Alta Verapaz, a 140 kilometros de la capital de Guatemala.

De apenas 18 anos, lleva de su mano a un nino y en su espalda, a la usanza indigena, un bebe. Durante dos horas, su quejido se une de manera intermitente al de los otros familiares que profieren gritos por sus muertos en un improvisado velorio, en un descampado de la aldea Aurora 8 de octubre.

Es un llanto tipico de los indigenas: largo, sin altibajos, ininterrumpido, melodioso, que mas alla de la tristeza que expresa se oye como un entonado coro de la tragedia.

El canto rodea a los muertos, colocados en el suelo sobre plasticos, cubiertos por techos de lona y rodeados de velas de colores.

La aldea lleva el nombre de un dia que creyeron triunfal y mesianico: el dia en que hace exactamente un ano, 90 familias guatemaltecas, exiliadas durante mas de 12 anos en campamentos del sur de Mexico, fueron reasentadas en su tierra natal como parte de los acuerdos suscritos con el gobierno.

Cruzaron la frontera para huir de la violencia desatada por los gobiernos dictatoriales militares de inicios de la decada de 1970 e inicios de la de 1980, que en las recordadas como "campanas de tierra arrasada", borraron del mapa centenares de aldeas indigenas, masacrando a hombres, mujeres y ninos.

Hoy, cuando creian que la democracia les devolveria la paz perdida, la historia parecere repetirse.

Los testimonios son todavia confusos y lo son aun mas cuando se entrelazan con lagrimas. Todavia no saben nada del destino de sus heridos, 10 de los cuales – los mas graves – fueron llevados de urgencia a ciudad de Guatemala.

" Los ejercitos estaban en una curva de la carretera, alla", senala Antonio Medina, mirando hacia un cerro boscoso.

"Ellos rodearon el contorno de la comunidad y entraron. No se que intencion tenian ni si ya sabian que iban a hacer con la comunidad retornada, pero luego empezaron a disparar", continua el repatriado, que perdio a su padre en la balacera.

Segun la version castrense, un subteniente a cargo de una patrulla de 25 soldados, ingreso a la comunidad por invitacion de los retornados, pese a que los acuerdos con el gobierno prohiben esas incursiones.

El relato del subteniente agrega que su tropa fue provocada por los pobladores con gritos e insultos, que le arrebataron tres de sus fusiles y que, en defensa propia, los soldados pasaron al contraataque.

"Esas son mentiras. Mi papa se habia quedado tendido por una bala y cuando paso otro ejercito (soldado), ahi lo remato", reacciona Antonio.

"Nosotros volvimos aqui, pero no para pelear. Nosotros queremos vivir tranquilos. No queremos lo que hicieron ayer los ejercitos, ahora que voy a hacer con mis hijos, soy pobre" dice la madre de Antonio, desfigurada.

Sus nueve hijos, cuatro de ellos menores de 10 anos, miran aterrados el cuerpo de su padre, con una visible perforacion de fuego de fusil en el pecho.

"Ellos vinieron a dispararnos y mataron a nuestra gente. Ahora todo fue cambiado y dicen que nosotros le robamos sus fusiles. Todo fue cambiado, todo fue cambiado", repite en medio de lagrimas Manuel Morente, que perdio a su esposa en la matanza.

"Son mentiras, fueron los ejercitos, la mataron a mi mama, ella sufrio el dolor que le hicieron, mi hermanito tambien fue al hospital, quiera Dios que quiera vivir, si no seran dos, mi mama y mi hermanito muertos", agrega Margarita.

La masacre, que el presidente de la Republica, Ramiro De Leon Carpio, prometio investigar, podria poner en peligro el proceso de repatriacion, que desde que se instauro la democracia liberal, en 1986, logro el reasentamiento de 27 mil de los 45 mil refugiados en Mexico.

Apolinio Choc Coy, explica que esta pensando volver con su familia al refugio en Mexico "y nacionalizarnos de una vez".

"Es muy duro vivir aca, nos van a seguir haciendo esto los soldados y los militares y sin saber vamos a estar trabajando y ellos van a llegar", dice Apolinio, que integra una cooperativa de hule, que debia permitir a los retornados reinsertarse.

La desolacion en Aurora 8 de octubre es tan grande, que ni los representantes del gobierno, ni de Naciones Unidas, ni de la Iglesia Catolica, ni los periodistas pueden abstraerse del dolor.

Visiblemente abatido y vencido, De Leon, ex procurador de derechos humanos, llega al lugar en un helicoptero para verificar personalmente la situacion.

"Diez vidas humanas se perdieron, independientemente de las diversas versiones que tendremos que corroborar, yo estoy consternado, dolido, lamento esto, acepto que hay una responsabilidad directa e institucional..", admite.

Los integrantes de la patrulla militar fueron consigandos a la jurisdiccion militar correspondiente.

"Acepto la responsabilidad institucional, con tristeza pero con firmeza. Yo soy el comandante general del ejercito de Guatemala y acepto esta responsabilidad institucional. Aunque por supuesto como todos saben esto no forma parte de una politica de gobierno, no hubo una orden del gobierno ni mucho menos", agrega. (FIN/IPS/ff/dm/hd-pr-ip/95)= 10080900 MVD01

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