ROMA – Haití y Venezuela figuran en la lista de 45 países que requieren ayuda alimentaria externa, en su caso para más de siete millones de personas, de acuerdo con el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe “Perspectiva de cosechas y situación alimentaria” de la FAO, correspondiente a marzo de 2025, da cuenta de que en Venezuela dos millones de personas de sectores vulnerables, en ese país de 29 millones de habitantes, necesitan asistencia alimentaria al no poder adquirir un mínimo de alimentos.
La inflación ha golpeado a Venezuela durante más de una década y recién en 2024 consiguió la más baja en 12 años, de 48 % según cifras oficiales, aunque subió a 85 % según el privado Observatorio Venezolano de Finanzas.
En los primeros dos meses de 2025 los precios treparon de nuevo, con 7,9 % en enero y 12,8 % en febrero, lo que augura una posible inflación de tres dígitos este año y con ello más dificultades para el acceso a alimentos en sectores vulnerables.
En Haití, se estima que 5,5 millones de personas, casi la mitad de sus 11,5 millones de habitantes, enfrentarán inseguridad alimentaria aguda entre los meses de marzo y junio de 2025, incluidas unas 5600 personas que están en la Fase 5 o de catástrofe, la más aguda en la clasificación integrada en fases (CIF) que se usa internacionalmente.
La situación en Haití, de acuerdo con el informe, es el resultado de una recesión
económica persistente, una baja producción alimentaria interna, precios elevados de los alimentos, escasez de combustible y desastres naturales.
El empeoramiento de la inseguridad civil, agravado por la creciente violencia de las pandillas, ha dificultado el acceso a alimentos y servicios esenciales, y provocado que haya más de un millón de desplazados internos.
De los otros 43 países, 33 corresponden a África (Libia y 32 Estados al sur del Sahara), nueve a Asia y uno a Europa (Ucrania), con la característica de que muchos de ellos están inmersos en conflictos armados.
El reporte también comenta algunas perspectivas en cuanto a la producción de cereales. En el caso de África, las condiciones favorables de lluvia están beneficiando a los cultivos en el sur, pero la producción está perjudicada por las prolongadas sequías en el norte.
En el Lejano Oriente asiático, las perspectivas iniciales apuntan a un crecimiento continuo de la producción de trigo en 2025, impulsado principalmente por grandes plantaciones y buenas perspectivas de rendimiento en los principales países productores, respaldadas por condiciones meteorológicas favorables.
Sin embargo, en el Cercano Oriente, las escasas precipitaciones desde finales de 2024 han debilitado el potencial de rendimiento y la producción de trigo podría caer a niveles inferiores a la media.
En América del Sur, las condiciones climáticas mixtas y el riesgo de brotes de la enfermedad del retraso del crecimiento están conteniendo las perspectivas de producción de maíz en 2025, aunque se espera que todavía la producción total se mantenga por encima de la media, debido a un buen resultado previsto en Brasil.
En América Central y el Caribe, las condiciones climáticas secas han reducido las plantaciones de cereales y frenado las perspectivas de producción en México, mientras que se espera que el clima favorable en el resto de la subregión impulse los rendimientos.
Oro informe de la FAO dio cuenta de que los precios de los productos alimenticios subieron en febrero, impulsados por los valores para el comercio internacional del azúcar, los productos lácteos y los aceites vegetales.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que sigue las variaciones en los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comercializados a escala mundial, registró un promedio de 127,1 puntos en febrero, es decir, 1,6 % más que el mes anterior y 8,2 % por encima del nivel de febrero de 2024.
El índice utiliza como base 100 los promedios de precios internacionales para los distintos grupos de productos durante el período 2014-2016.
El azúcar subió 6,6 % desde enero y alcanzó 118,5 puntos en febrero, debido a preocupaciones por un descenso de la producción en India y condiciones meteorológicas adversas que afectan los cultivos en Brasil.
Para los lácteos el índice aumentó cuatro por ciento desde enero, ubicándose en un promedio de 148,7 puntos, resultado de alzas en todos los productos principales, incluidos los quesos y la leche entera en polvo, ya que la fuerte demanda de importaciones superó a la producción en las principales regiones exportadoras.
El índice de precios de los aceites vegetales se situó en febrero en un promedio de 156, puntos, dos por ciento más que en enero y un alza del 29,1 % respecto del año anterior. El incremento obedeció al alza de los precios de los aceites de palma, soja y girasol, impulsada por las limitaciones estacionales de la oferta en Asia sudoriental.
Los precios de los cereales subieron 0,7 % en febrero, alcanzando un promedio de 112,6 puntos. Los del trigo aumentaron a raíz de la mayor escasez de la oferta en Rusia y la preocupación acerca de las condiciones de cultivo en Europa oriental y América del Norte.
Los precios mundiales del maíz siguieron subiendo, por mayor escasez de oferta en el Brasil y fuerte demanda de exportaciones de Estados Unidos. Por el contrario, los precios mundiales del arroz cayeron 6,8 % en febrero debido a la abundancia de suministros exportables y la débil demanda de importaciones.
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