GINEBRA – Un mes después del derrocamiento de Bashar al-Asad en Siria, más de 125 000 refugiados que retornaron desde la vecina Turquía afrontan “condiciones desesperadas” de sobrevivencia, según trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas.
Además de los refugiados que regresaron, casi 500 000 desplazados internos desarraigados por una década de guerra lograron regresar al noroeste de Siria a finales del año pasado, según la Oficina de Coordinación de Asuntos humanitarios de la ONU (Ocha).
Antes de la caída del régimen de Al Asad, se estimaba que 7,4 millones de personas habían sido desplazadas internamente dentro de Siria, de las cuales 2,3 millones residían en campamentos y un total de 16,7 millones dependían de la asistencia humanitaria, e un país de poco más de 23 millones de habitantes.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió que, en auxilio de las familias con escaso refugio y pocas perspectivas económicas, la comunidad internacional “pase de las palabras a los hechos” y apoye los programas de asistencia para los refugiados y desplazados más vulnerables.
Gonzalo Vargas Llosa, representante de Acnur en Siria, observó que “en las últimas semanas, en círculos internacionales de alto nivel se ha hablado de la necesidad de una ‘recuperación temprana’ y de una ‘reconstrucción’” en el país del Medio Oriente.
“Pero hasta que pasemos de las palabras a los hechos, para muchos retornados su nueva vida en Siria lamentablemente significará dormir rodeados de láminas de plástico”, apuntó el responsable de Acnur, con sede en esta ciudad suiza.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia y Reino Unido, más la responsable de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Kaja Kallas, se aprestan a reunirse en Roma para evaluar la situación en Siria y medidas de ayuda a la población de ese país.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), por ejemplo, ha solicitado recaudar 73,2 millones de dólares -bastante más que los 30 millones solicitados en diciembre- para ayudar a 1,1 millones de personas desarraigadas o que regresan al país bajo las condiciones del invierno boreal.
“Los fondos se utilizarán para proporcionar artículos de socorro esenciales y dinero en efectivo, refugio y asistencia de protección, agua, saneamiento, higiene y servicios de salud, así como apoyo para la recuperación temprana de las personas en movimiento”, indicó la OIM en una declaración.
Desde diciembre de 2024, la OIM dentro de Siria llegó a más de 80 000 personas con artículos de socorro para el invierno, a 170 000 con servicios de agua y saneamiento de emergencia, y a 15 000 con asistencia en efectivo para usos múltiples.
Entretanto, el enviado especial de la ONU a Siria, Geir Pedersen, informó al Consejo de Seguridad de la organización que continúan los enfrentamientos entre facciones armadas en varias zonas de Siria, así como los bombardeos aéreos de fuerzas israelíes sobre distintos puntos del territorio sirio.
Pedersen reportó que, aunque se puede decir que hay un entorno de ley y orden en una parte importante del país, ha habido numerosos informes de violencia, en particular en la región costera sobre el Mediterráneo, y en las ciudades de Homs y Hama, al norte de la capital, Damasco.
También hay preocupación por la persistencia de acciones y ataques por parte de grupos que responden a la organización integrista Estado Islámico (EI), también conocida como Isis o Daesh.
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