Ecuador en conmoción y militarizado ante bandas criminales

La imagen de delincuentes sometiendo a punta de pistola a periodistas y otros trabajadores de la estación televisora TC llegó en vivo a los hogares en Ecuador. El gobierno reaccionó decretando un estado de conflicto armado interno y sacó al ejército a las calles para combatir a las bandas criminales. Imagen: Captura de pantalla

QUITO – La espectacular incursión de bandas criminales conmocionó a Ecuador y lo colocó en un clima de expectación marcado en esta capital y en Guayaquil, su ciudad más poblada a orillas del Pacífico, por calles inusualmente desoladas y escasa actividad comercial, fabril y de oficinas este miércoles 10.

El presidente Daniel Noboa, de 36 años, declaró al país en situación de “conflicto armado interno”, con orden para que las fuerzas armadas se incorporen a combatir a 22 bandas criminales identificadas en su decreto y que investigaciones locales vinculan a organizaciones narcotraficantes de Colombia y México.

Efectivos del ejército y la marina fuertemente armados patrullan y custodian puntos clave de las principales ciudades, cosechando aprobaciones e incluso aplausos de ciudadanos impactados por la ofensiva de las organizaciones criminales. Las clases fueron suspendidas en las escuelas de todo el país.

Al mediodía del martes 9 una docena de delincuentes irrumpió en la estación televisora TC de Guayaquil, en plena transmisión de un informativo, y los televidentes pudieron seguir en vivo cómo eran reducidos periodistas y otros trabajadores, apuntados por las pistolas y escopetas de los asaltantes.

Uno de los asaltantes encapuchados dijo ante las cámaras que su acción era “para que sepan que no se puede jugar con las mafias”. La policía consiguió reducir a los delincuentes y rescatar a los trabajadores tomados como rehenes.

En la misma jornada, un grupo delictivo atacó una universidad para tomar estudiantes y profesores como rehenes, protagonizaron balaceras y enfrentaron a la policía en varias ciudades, lo que dejó 10 muertos y, entretanto, proseguía la agitación en las cárceles empleadas como base de operaciones por las bandas.

Un jefe criminal, Fabricio Colón Pico, de la banda “Los Lobos”, acusado de secuestro y de planificar el asesinato de la fiscal general del país, se escapó de la cárcel de la central ciudad de Riobamba, mientras los presos se amotinaban y retenían a decenas de guardias penitenciarios.

En las calles de Guayaquil delincuentes prendieron fuego a vehículos particulares estacionados en algunas de sus calles. En Quito hubo conatos de saqueos.

La nueva oleada delictiva estalló con la fuga, detectada el día 7, de Adolfo Macías, alias “Fito”, jefe de la principal banda criminal del país, “Los Choneros”, quien purgaba en una cárcel guayaquileña una condena de 34 años.

Desde entonces rige en el país un estado de excepción que incluye las penitenciarías, con un toque de queda nocturno de seis horas.

En lo que va de década, este país andino y amazónico de 256 370 kilómetros cuadrados y 18 millones de habitantes ha experimentado un auge del crimen y de sangrientos motines carcelarios.

El año 2023 cerró con más de 7800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, en este país cuyas principales fuentes de ingreso han sido la producción y exportación de petróleo crudo, bananos y camarones –sectores con empresas de la familia Noboa- y las remesas de sus migrantes.

Noboa, elegido para completar durante 18 meses –desde el 23 de noviembre pasado- el período presidencial inconcluso de su predecesor Guillermo Lasso, al emitir su decreto anunció que “no vamos a negociar con terroristas”, pues “estamos en un estado de guerra y no vamos a ceder y dejar que la sociedad se muera lentamente”.

Una vez emitido el decreto, el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerza Armadas, anunció que “a partir de este momento, todo grupo terrorista identificado se ha convertido en un objetivo militar. El presente y el futuro de nuestra patria están en juego”.

El expresidente izquierdista Rafael Correa (2006-2016) produjo un vídeo en respaldo a la decisión de Noboa y le pidió no ceder ante los grupos delictivos, dejando para después la discusión de diferencias con el actual gobierno, de corte liberal.

Perú reforzó su frontera con Ecuador, y los gobiernos de Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, República Dominicana y Venezuela, la Unión Europea y la secretaría general de la Organización de Estados Americanos expresaron su respaldo a las medidas tomadas por Noboa ante la ofensiva de las bandas.

Noboa tiene entre sus planes la deportación de extranjeros acusados de delinquir, y descongestionar las prisiones –donde hay más de 31 000 presos- con la construcción de cárceles de gran seguridad, como las hechas en El Salvador, e incluso colocar a los presos más peligrosos en barcazas ancladas en el Pacífico.

El canal de televisión TC de Guayaquil suspendió sus emisiones y un cartel de su pantalla anuncia que en breve estará al aire nuevamente.

A-E/HM

 

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