Referendo en Venezuela afirma reclamo territorial frente a Guyana

El gobernante venezolano Nicolás Maduro, flanqueado por su esposa Cilia Flores y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, celebra con partidarios en la plaza Bolívar de Caracas el triunfo del "Sí" en el referendo del 3 de diciembre. La consulta, con cifras de participación aún discutidas, respaldó el reclamo de Venezuela sobre un extenso territorio que actualmente hace parte de su vecina Guyana. Imagen: Presidencia de Venezuela

CARACAS – Un inédito referendo consultivo en Venezuela respaldó, con 98 por ciento de aprobaciones según informó este lunes 4 su Consejo Nacional Electoral (CNE), el centenario reclamo territorial sobre el occidente de la actual Guyana, un nuevo foco de conflicto en el norte de América del Sur.

“Hemos dado los primeros pasos de una nueva etapa histórica para luchar por nuestra Guayana Esequiba, por la paz y lograr recuperar lo que nos dejaron los libertadores y libertadoras”, celebró el presidente venezolano Nicolás Maduro.

En Georgetown, el presidente guyanés Irfaan Ali ha asegurado que “No hay nada qué temer. El Esequibo es de Guyana, cada metro de él”.

En Venezuela, de unos 29 millones de habitantes, el padrón electoral tiene 20 millones de inscritos y más de la mitad de ellos participaron en la consulta, 10 431 907 ciudadanos, según anunció el CNE, en manos del oficialismo.

La cifra contrasta con las imágenes de centros vacíos de electores en la jornada del domingo 3, así como los testimonios recogidos por redes sociales, medios de comunicación, analistas y dirigentes opositores, que dieron cuenta de una escuálida participación en la consulta y cuestionan los resultados ofrecidos por el CNE.

“Hemos dado los primeros pasos de una nueva etapa histórica para luchar por nuestra Guayana Esequiba, por la paz y lograr recuperar lo que nos dejaron los libertadores y libertadoras”: Nicolás Maduro.

El referendo se realizó después de que los principales grupos de oposición realizaron el 22 de octubre una primaria para escoger un candidato presidencial, reivindicaron la participación de 2,5 millones de electores y resultó ganadora, con 97 % de votos, la liberal María Corina Machado.

Guyana solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que prohibiese el referendo, considerando que las preguntas sometidas al electorado venezolano amenazaban la integridad y seguridad de ese país, pero el tribunal con sede en La Haya se abstuvo de dictar esa medida sobre Caracas.

La CIJ ha asumido la tarea de resolver la controversia territorial, como solicitó Guyana durante años y sistemáticamente ha rechazado Venezuela.

El referendo preguntó a los venezolanos si reprobaban el Laudo de París de 1899 que fijó la actual frontera; si avalaban el Acuerdo de Ginebra que guio la controversia desde 1966; si apoyaban desconocer a la CIJ en esta materia, y si se oponen a la política de concesiones petroleras que adelanta Guyana en áreas por delimitar.

Una quinta pregunta consultó si avalaban declarar la Guayana Esequiba como un estado de Venezuela, el número 24, y entregar documentos de ciudadanía venezolana a los habitantes de ese territorio que así lo solicitasen.

La Guayana Esequiba o territorio Esequibo, al occidente del río de ese nombre que recorre en dirección sur-norte la excolonia Guayana Británica, mide 159 542 kilómetros cuadrados, es un espacio rico en bosques y minerales, con costas sobre el Atlántico bajo cuyas aguas existen abundantes depósitos de hidrocarburos.

Desde 2016, las trasnacionales Exxon de Estados Unidos y Cnooc de China extraen crudo bajo esas aguas, la producción alcanza a 400 000 barriles (de 159 litros) diarios, puede pasar del millón de unidades en un plazo mediano, y Guyana entra así al club de los grandes productores de petróleo.

La tesis de Caracas es que la Exxon influyó sobre responsables de las Naciones Unidas y de la CIJ para que la controversia fuese llevada a La Haya, bajo la presunción de que así se favorece la posición guyanesa.

El conflicto se originó en el siglo XIX, cuando Londres hizo avanzar la frontera occidental de su Guayana Británica, bajo protesta de la entonces muy débil Venezuela, y Estados Unidos intervino reclamando un arbitraje.

En 1899 un tribunal ad hoc en París, con cinco jueces (dos británicos, dos estadounidenses, un ruso y ningún venezolano) dictaminó la actual frontera mediante un laudo que Caracas aceptó a regañadientes pero siempre consideró nulo.

En 1966, poco antes de la independencia de Guyana, en Ginebra (Suiza) se pactó un acuerdo entre Londres, Caracas y Georgetown para tratar de zanjar la controversia.

El “arreglo práctico” previsto en ese acuerdo nunca se consiguió, y el caso quedó en manos del secretario general de la ONU, que en 2018 decidió entregarlo a la CIJ, cuya competencia reconoce Guyana pero no Venezuela.

El gobierno y las fuerzas armadas venezolanas mantienen una campaña publicitaria diaria de reivindicación territorial, bajo el eslogan de que “el sol de Venezuela nace en el Esequibo”.

Analistas como Rocío San Miguel, de la organización Control Ciudadano para la Seguridad y Defensa, sostienen que existe un riesgo real de que Venezuela emprenda una acción armada para afirmar sus reclamos.

Hasta la fecha no hay evidencias de movimientos militares, más allá del mantenimiento de los usuales puestos en la frontera de selvas, sabanas y ríos tanto del lado guyanés como del venezolano.

Estados Unidos, Reino Unido y la Comunidad del Caribe (Caricom) han expresado respaldo a la posición guyanesa.

En Brasil, en tanto, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva desplazó tropas a la frontera con sus dos vecinos y pidió moderación pues “lo que menos necesitamos en América del Sur son más problemas”.

En la 28 Conferencia anual sobre el clima que se realiza en los Emiratos Árabes Unidos, Ali y el presidente de turno de la Caricom, el sanvicentino Ralph Gonsalves, se reunieron con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, estrecho aliado de Maduro, para instarle a que ayude a contener la campaña de reivindicación que adelanta Caracas.

Maduro dijo al recibir el informe del CNE que la voluntad recogida por el referendo “es mandante y vinculante” para su gobierno.

En Venezuela algunos analistas independientes y dirigentes opositores consideran que Maduro encaja un revés con la baja participación percibida en el referendo, de cara a la elección presidencial prevista para el segundo semestre de 2024.

Para Maduro “el verdadero golpe es para sus esperanzas de ser reelegido el próximo año sin recurrir a argucias”, opinó Phil Gunson, de la organización International Crisis Group, con sede en Bruselas y dedicada a la prevención de conflictos.

Machado, investida como abanderada opositora –aunque está formalmente inhabilitada para aspirar a cargos públicos por una decisión administrativa- consideró que “el pueblo suspendió un evento inútil y dañino a los intereses de Venezuela (el referendo), porque la soberanía se ejerce, no se consulta”.

“Ahora debemos presentar una defensa impecable de nuestros derechos ante la CIJ, con el concurso de nuestros mejores especialistas, y demostrar que el Esequibo es de Venezuela”, agregó Machado.

Caracas debería presentar sus alegatos ante la Corte en abril de 2024.

A-E/HM

 

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