Países en desarrollo deben invertir en tecnologías verdes

El empleo de energías limpias hace parte de la revolución tecnológica que ofrece buenas oportunidades a los países en desarrollo, y la cual requiere más inversión, cooperación de la comunidad internacional y mejores políticas comerciales. Foto: Sonpichit Salangsing/Shutterstock-Unctad

GINEBRA – Los gobiernos y la comunidad internacional deben invertir más si quieren que los países en desarrollo aprovechen el potencial económico de las tecnologías verdes, planteó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en un informe publicado este jueves 16.

Rebeca Grynspan, secretaria general de la Unctad, dijo al presentar el informe que “dejar escapar esta oleada tecnológica a causa de una falta de atención política, o por una insuficiencia de inversiones dedicadas a crear las capacidades necesarias, tendría consecuencias negativas que se sentirían durante mucho tiempo”.

El “Informe sobre Tecnología e Innovación 2023” de la Unctad advierte de que las desigualdades económicas pueden agravarse si los países desarrollados obtienen la mayor parte de los beneficios derivados de las tecnologías verdes y otras como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y los vehículos eléctricos.

Las tecnologías verdes son las que se utilizan para producir bienes y servicios con menores emisiones de carbono, desarrollan productos responsables con el ambiente, apelan al reciclaje, gestionan residuos sólidos, ahorran agua y energía, y evitan elementos tóxicos.

“Esta nueva oleada de cambio tecnológico tendrá fuertes efectos sobre la economía mundial. Los países en desarrollo deben quedarse con una parte mayor del valor generado en esta revolución tecnológica para que sus economías crezcan”, planteó Grynspan.

La Unctad estima que las 17 tecnologías de frontera cubiertas en el informe (desde las de energía renovable hasta plásticos biodegradables, inteligencia artificial y vehículos eléctricos) podrían crear un mercado de más de 9,5 billones (millones de millones) de dólares para el año 2030.

Eso representa aproximadamente tres veces el tamaño actual de la economía de la India, recuerda el informe presentado en la sede de la Unctad en esta ciudad suiza.

Pero hasta ahora las economías desarrolladas se están quedando con la mayor parte de las oportunidades, dejando más atrás a las economías en desarrollo.

Las exportaciones totales de tecnologías verdes de los países desarrollados pasaron de 60 000 millones de dólares en 2018 a más de 156 000 millones en 2021. En el mismo período las exportaciones de los países en desarrollo crecieron de 57 000 millones de dólares a solamente 75 000 millones.

“Esta nueva oleada de cambio tecnológico tendrá fuertes efectos sobre la economía mundial. Los países en desarrollo deben quedarse con una parte mayor del valor generado en esta revolución tecnológica para que sus economías crezcan”: Rebeca Grynspan.

En tres años la parte de los países en desarrollo del total de exportaciones bajó de más de 48 % a menos de 33 %.

El análisis de la Unctad indica que los países en desarrollo deben actuar rápidamente para aprovechar esta oportunidad y colocarse en una trayectoria que les conduzca hacia unas economías más diversificadas, productivas y competitivas.

Las revoluciones tecnológicas anteriores muestran que los pioneros en la adopción de las nuevas tecnologías se adelantan más rápidamente y crean ventajas duraderas.

El informe incluye un “Índice de preparación para las tecnologías de frontera”, el cual muestra que muy pocos países en desarrollo tienen capacidades para aprovechar estas tecnologías, que incluyen “blockchain” (cadenas de bloques que soportan el dinero digital), drones, modificación de genes, nanotecnología y energía solar.

Se espera que las tecnologías de frontera verde como los vehículos eléctricos, la energía solar y eólica, y el hidrógeno verde alcancen un valor de mercado de 2,1 billones de dólares en 2030, cuatro veces más que su valor actual.

Las ventas en el mercado de los vehículos eléctricos podrían multiplicarse por cinco hasta alcanzar 824 000 millones de dólares para 2030, desde el valor actual de 163 000 millones de dólares.

El índice clasifica a 166 países según indicadores de tecnologías de información y comunicación, habilidades, investigación y desarrollo, capacidad industrial y finanzas. Está dominado por economías de altos ingresos, en particular Estados Unidos, Suecia, Singapur, Suiza y Países Bajos.

Si bien los países en desarrollo son los menos preparados para utilizar tecnologías de punta, varias economías de Asia han realizado importantes cambios de política que les han permitido desempeñarse mejor de lo esperado según su producto interno bruto per cápita.

India sigue mostrando el mejor desempeño, clasificándose en 67 posiciones mejor de lo esperado, seguida de Filipinas (54 posiciones mejor) y Vietnam (44 mejor).

El índice muestra que los países de América Latina y el Caribe, y los de África subsahariana, son los menos preparados para aprovechar las tecnologías de vanguardia y corren el riesgo de perder las oportunidades tecnológicas actuales.

Para beneficiarse de la revolución de la tecnología verde, se necesitan políticas industriales, de innovación y energéticas que sean proactivas y que tengan por objetivo las tecnologías verdes en los países en desarrollo, dijo Shamika Sirimanne, directora de la división de tecnología y logística de la Unctad.

“Los países en desarrollo tienen que actuar con decisión y urgencia para encontrar las respuestas políticas correctas”, afirmó Sirimanne.

La Unctad insta a los gobiernos de los países en desarrollo a alinear sus políticas ambientales, científicas, tecnológicas, de innovación e industriales.

Les llama también a priorizar la inversión en sectores más verdes y más complejos, para proporcionar incentivos que desvíen la demanda de los consumidores hacia bienes más verdes y que impulsen la inversión en investigación y desarrollo.

Admite que los países en desarrollo no pueden aprovechar las tecnologías verdes por sí solos, y sostiene que gran parte del éxito de sus políticas internas dependerá de la cooperación global a través del comercio internacional.

Para ello se requieren reformas en las reglas comerciales existentes, para garantizar su coherencia con el Acuerdo de París, que en 2015 fijó pautas para abordar el calentamiento global.

El informe dice que las reglas del comercio internacional deberían permitir a los países en desarrollo proteger las industrias verdes emergentes a través de aranceles, subsidios y adquisiciones públicas, de modo que satisfagan la demanda local y alcancen economías de escala que les permitan ser competitivas.

El apoyo internacional para transferir tecnologías verdes a los países en desarrollo también es fundamental, y el informe propone aplicar los mismos principios que se invocaron frente a la pandemia covid-19, cuando se permitió a algunos países producir y suministrar vacunas sin el consentimiento del titular de la patente.

Eso ofrecería a los fabricantes de los países en desarrollo un acceso más rápido a tecnologías verdes clave.

A-E/HM

 

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