EEUU modificará obsoletos controles de productos químicos

El gobierno de Estados Unidos supervisa menos de 500 de las decenas de miles de productos químicos que se consideran de uso habitual en ese país. Crédito: Bigstock
El gobierno de Estados Unidos supervisa menos de 500 de las decenas de miles de productos químicos que se consideran de uso habitual en ese país. Crédito: Bigstock

El gobierno de Estados Unidos comenzó el inédito proceso de recibir sugerencias para que los organismos públicos actualicen el control de productos químicos en el lugar de trabajo que se consideren tóxicos. 

El proceso de recopilación de información se inició  el 10 de este mes y continuará hasta el 8 de abril.[pullquote]3[/pullquote]

La iniciativa conduciría a la primera gran reforma de la normativa de control en más de 40 años. El gobierno de Estados Unidos supervisa menos de 500 de las decenas de miles de productos químicos que se consideran de uso habitual en este país.

“Cada año se incorporan productos químicos nuevos al lugar de trabajo, y luchamos para mantenernos a la par de sus posibles peligros”, declaró David Michaels, director de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, en inglés), una dependencia del Departamento de Trabajo.

«Como consecuencia, 40 años después de la creación de OSHA, miles de trabajadores estadounidenses se enferman y mueren debido a la exposición a sustancias químicas peligrosas”, explicó.

El proceso de recopilación actual se aplica solo a los trabajadores, pero si la ampliación de los controles prospera podría abrir una nueva etapa en la regulación de los productos químicos en general, criticada desde hace tiempo por haberle cedido el control a la industria química.

Las leyes fundamentales sobre la seguridad química en Estados Unidos se remontan a los años 70 y son consideradas prácticamente inútiles. Aunque hay un mayor interés de los legisladores por actualizarlas, agencias de salud pública y organizaciones ecologistas criticaron las propuestas para sustituirlas.

Ahora, la industria química sugiere que apoya el plan de OSHA, aunque el sector luchó con energía en el pasado contra normas más rigurosas. De hecho, uno de sus principales grupos de presión dio a entender que los esfuerzos actuales ya tuvieron éxito.

«Compartimos el compromiso de OSHA de proteger la seguridad de los trabajadores y mantener la… regulación actualizada”, declaró a IPS un portavoz del Consejo Estadounidense de Química, una asociación empresarial. “Nuestras compañías redujeron sus tasas de incidencia de lesiones y enfermedades… un 80 por ciento desde 1990”, aseguró.

Sin embargo, el portavoz también advirtió sobre la extralimitación del gobierno.

«Mientras el gobierno avanza, le instamos a que continúe haciendo participar a los interesados ​​y buscar un enfoque claro y viable centrado en las exposiciones laborales que representen un riesgo significativo de daño y que generen los mayores beneficios de seguridad”, añadió.

Peligrosamente obsoleta

En la regulación de las sustancias químicas peligrosas que entran en contacto con los trabajadores en su lugar de trabajo, el punto crucial del mecanismo de supervisión de OSHA es una lista de lo que se conoce como los límites de exposición permisibles (PEL), que determina la cantidad de productos químicos que puede haber en el aire, por ejemplo, el formaldehído, el asbesto o el plomo, sin que llegue a ser perjudicial para la salud.

Es comprensible que expertos en salud pública, representantes sindicales y empresarios discrepen sobre estas cifras. Pero mucho más preocupante que los PEL en sí es la dificultad, de hecho, casi imposibilidad, que existe para añadir compuestos adicionales a la lista.

Como señaló Michaels, la lista de PEL de OSHA solo incluye unos 500 compuestos. Desde su creación en 1971, solo se agregaron o actualizaron 30 productos químicos.

«Muchos de los PEL están peligrosamente obsoletos y no protegen adecuadamente a los trabajadores», afirmó Michaels.

«En consecuencia, muchos trabajadores están expuestos a niveles de productos químicos que son legales, pero no seguros… El proceso por el cual OSHA expide límites de exposición nuevos o actualiza a los viejos está interrumpido”, sostuvo.

La actualización de la supervisión de OSHA tendrá un fuerte impacto en grupos de población marginados en Estados Unidos. Los inmigrantes, las minorías étnicas y los pobres están sobrerrepresentados en sectores laborales con el mayor uso de productos químicos peligrosos.

Y aunque la normativa laboral de Estados Unidos no se aplica por lo general en el extranjero, ni siquiera en las empresas de propiedad estadounidense en otros países, una modificación grande de la misma podría tener importantes efectos en cadena en algunos sectores.

«Este proceso tiene el potencial de mejorar las condiciones de trabajo en el extranjero”, sostuvo Matt Shudtz, el director interino del Centro para la Reforma Progresista, una organización independiente estadounidense.

“Muchas empresas transnacionales tienen departamentos de seguridad. Así que si tienen una planta en Estados Unidos, donde abordan estos peligros, podrían optar por aplicar ese mismo principio en todos lados”, dijo.

Un portavoz de OSHA compartió esa opinión. “Esperemos que la actualización de los PEL aliente a las empresas de todo el mundo a proteger a sus trabajadores de los riesgos químicos”, indicó a IPS.

Aplicación selectiva

La organización de Shudtz apoya firmemente el plan de OSHA, así como una eventual expansión de los PEL, pero agrega que la modificación de la normativa no es la única manera de lidiar con el problema actual.

La ley que rige a OSHA le da la facultad de redactar normas para peligros específicos. Pero este proceso queda limitado por un requisito, de principios de los años 90, que exige a la agencia un análisis de costo-beneficio para toda acción reguladora.[related_articles]

Este enfoque ha sido una prioridad para las empresas estadounidenses y se refleja en la advertencia del Consejo Estadounidense de Química mencionada al principio de este artículo.

Pero Shudtz y otros apuntan a una disposición genérica, llamada la Cláusula del Deber General, que permite a OSHA investigar a una empresa por su comportamiento peligroso si existe tanto acuerdo con el sector industrial de que el comportamiento es peligroso como una alternativa evidente al mismo.

«En la industria de los productos químicos existen normas adoptadas por consenso que una gran cantidad de empleadores aplican porque protegen a los trabajadores bastante bien. Y, en general, esas normas están más actualizadas que las de OSHA”, según Shudtz.

«La Cláusula del Deber General dice que OSHA puede emplear esas normas de consenso como base para su aplicación. Lamentablemente, rara vez aprovechan la oportunidad”, observó.

Eso se debe probablemente a la escasez de recursos, ya que las empresas pueden impugnar las citaciones negativas para alargar el proceso y aumentar los costos. Sin embargo, Shudtz dice que la aplicación rigurosa pero selectiva de la Cláusula del Deber General logaría un objetivo importante.

«Si OSHA eligiera una sustancia química que tiene una amplia exposición y para la que se pueda emplear una norma clara… para aplicarla en algunos casos… eso enviaría un mensaje importante a otras empresas: que deberían cumplir normas más estrictas”, concluyó.

Editado por Kits Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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