El mundo avanza hacia el reconocimiento de la existencia de un tercer género, además del masculino y el femenino, pero el proceso es lento y doloroso.
“Los derechos de las personas transgénero a su propia identidad y a la salud, la educación, el trabajo y la vivienda, entre otros, se reconocen cada vez más”, dijo Charles Radcliffe, jefe de la Sección de Asuntos Globales de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, al ser consultado por IPS.
En Asia meridional existe una larga tradición. Bangladesh, Nepal y Pakistán han avanzado hacia el reconocimiento del transgénero o tercer género.
Pero ahora hay más regiones del mundo que se mueven en la misma dirección. En 2012, Argentina aprobó una ley sobre identidad de género que se considera un modelo en la materia.
«Los países europeos, muchos de los cuales exigían a las personas transgénero que se esterilizaran antes de otorgarles un nuevo documento de identidad, ahora revisan uno a uno su política”, indicó Radcliffe.
El mes pasado, la Corte Suprema de Justicia de India reconoció los derechos de las personas transgénero.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, comentó que la decisión de la justicia de India permite reconocer oficialmente un tercer género y confirma que la discriminación por esta causa está prohibida por la Constitución del país.
“Eso debería allanar el camino para reformas que faciliten a las personas transgénero de India obtener un reconocimiento legal de su identidad de género y la posibilidad de conseguir un trabajo y acceder a servicios públicos”, remarcó.
Según datos no oficiales, India tendría unos dos millones de personas transgénero, en una población de 1.300 millones de habitantes.
Grace Poore, coordinara regional del programa para Asia y las islas del Pacífico de la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (IGLHRC), dijo a IPS que el dictamen de la justicia india es “fenomenal”.
“Los jueces no solo desafiaron la opresión que implica obligar a las personas a ajustarse a un sistema de género binario, y la discriminación que acarrea esta conformidad bajo coacción, sino que establecieron que no reconocer la identidad de género viola la Constitución de India”, remarcó.
Poore también señaló que esta violación priva a las personas transgénero de garantías básicas protegidas por la Constitución como el derecho a la vida, a la libertad y a la dignidad, a la privacidad, a la libre expresión y a la educación, así como a no sufrir violencia, explotación ni discriminación.
“Todos esos derechos, según los jueces, pueden gozarse si en un principio existe el reconocimiento de las personas transgénero como un tercer género”, puntualizó.
“Lo asombroso de este dictamen es que legaliza el reconocimiento de las mujeres y de los hombres trans sin exigir una cirugía de cambio de sexo”, explicó.
“Lo que falta ahora es que la Corte Suprema despenalice la homosexualidad y dictamine que el artículo 377 del Código Penal de India es inconstitucional”, apuntó Poore.
Según IGLHRC, Argentina adoptó en 2012 una de las leyes más avanzadas al eliminar todo requisito para solicitar el cambio de identidad de género, en especial los diagnósticos médicos y las cirugías de reasignación de sexo.
Hace poco, Dinamarca, Holanda y Suecia también adoptaron o actualizaron leyes para permitir que las personas cambien su identidad de género sin necesidad de recurrir a una cirugía.
En Chile, los legisladores analizan también una ley avanzada a este respecto, según IGLHRC.
Boris Dittrich, director de políticas del Programa de Derechos de Lesianas, Gays, Bisexuales y Transgénero de Human Rights Watch, consideró el dictamen de la Corte Suprema de India como “histórico”.
Tradicionalmente, las personas del tercer género desempeñaron un papel significativo en la sociedad india, observó.
“La Corte Suprema les restituyó su dignidad al poner fin a una norma que fue introducida por el derecho colonial británico”, explicó Dittrich a IPS.
El máximo tribunal fue muy claro al respecto: la difícil situación de las personas transgénero se reconoce como un asunto de derechos humanos.
El tercer género es injustamente tratado según el artículo 377 del Código Penal, otra herencia colonial que debe revocarse, añadió.
Dittrich también mencionó a Argentina. “Su ley es un ejemplo para el resto del mundo”, opinó.
José Luis-Díaz, director de la oficina de Amnistía Internacional en la ONU, dijo a IPS que el dictamen de la justicia india podría mejorar la vida de millones de personas transgénero.
“Sin embargo, mientras el artículo 377 del Código Penal siga vigente, la discriminación y la violencia ante la orientación sexual y la identidad de género de las personas seguirán siendo una amenaza”, añadió.
“Ese artículo, que la misma Corte Suprema ratificó en diciembre, penaliza las relaciones consensuales entre adultos del mismo sexo. Hay que revocar esa norma”, insistió.
La semana pasada, la ONU lanzó en la ciudad india de Mumbai su primer vídeo musical al estilo de Bollywood, creado especialmente para su campaña contra la homofobia “Libre e Igual”.
También la semana pasada, una comedia musical sobre un artista de rock transgénero,“Hedwig and the Angry Inch”, fue nominada a ocho categorías de los Premios Tony, uno de los más prestigiosos del teatro de Broadway en Nueva York.