Un nuevo organismo va a fortalecer desde este año la pequeña agricultura orgánica de Perú, con su apoyo a unos 43.000 exportadores ecológicos y a otros 350.000 dedicados a abastecer el mercado interno de productos amigables con el ambiente.
El Consejo Nacional de Productos Orgánicos (Conapo) nace para apoyar al eslabón más débil de la cadena alimentaria, la pequeña agricultura familiar, precisamente en el año que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedica a esta actividad en el mundo por su valor social y productivo.
“No existe inversión pública que priorice a los pequeños agricultores. El presupuesto para la agricultura se reduce cada año, a pesar de que más de 70 por ciento de los alimentos que consumimos los peruanos provienen de estas pequeñas parcelas”, señaló a IPS el agricultor Moisés Quispe.
El último censo agrario, de 2012, indica que 72 por ciento de las unidades agropecuarias son parcelas de menos de seis hectáreas y abastecen principalmente al mercado nacional.
Quispe es el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú (ANPE), que agrupa a 21.000 productores ecológicos, 60 por ciento de ellos pequeños productores.
Para todos ellos el Consejo es una oportunidad para lograr los acuerdos con el Estado que nunca antes fueron posibles, aseguró Quispe, con más de cuatro décadas de dedicación a la agricultura en el sureño departamento de Cusco.
El sector agrícola representa actualmente 25 por ciento del empleo total en Perú, en torno a 7,5 por ciento del producto interno bruto y nueve por ciento de las exportaciones, según cifras oficiales.
El secretario técnico de Conapo, José Muro, informó a IPS que el 24 de este mes se realizará la primera reunión de sus integrantes, entre los que figuran representantes de sectores claves del Poder Ejecutivo, de los consejos regionales de producción orgánica y de la sociedad civil.
Según la Ley de Promoción de la Producción Orgánica o Ecológica, vigente desde 2008, los gobiernos regionales y locales deben priorizar el apoyo a la producción orgánica en sus planes, programas y proyectos. [related_articles]
Asimismo, la norma exige que el Banco Agropecuario otorgue préstamos a los productores certificados durante el periodo de conversión a la modalidad de producción orgánica, y que el gobierno entregue incentivos para promover la producción y comercialización de este tipo de producción.
“La producción orgánica resulta de suma importancia para Perú”, apuntó el ministro de Agricultura, Milton von Hesse, durante la instalación del Conapo, el 22 de diciembre.
Hesse subrayó que el Consejo reconoce el hecho de que “los pequeños productores tienen un papel clave en el desarrollo del campo”, uno de los argumentos por los que la ONU declaró 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar.
Quispe señaló que urge que se cumpla totalmente la ley de 2008 para ampliar las fronteras agrícolas en beneficio de la pequeña agricultura familiar, con problemas desde diversos flancos: la falta de acceso a créditos, la escasez de agua, bajos precios por su dependencia con los intermediarios y la ausencia de inversión estatal en la infraestructura.
Muro respondió que el Ministerio de Agricultura ya ha avanzado en políticas de apoyo, gracias a las cuales las exportaciones de productos orgánicos, principalmente cacao, banano y café, superan los 350 millones de dólares anuales.
Unos 43.000 pequeños productores se encuentran registrados en el Servicio Nacional de Sanidad Agraria. Pero esta cifra se queda corta porque solo incluye a los que están acreditados para exportar sus productos.
La directora ejecutiva de la Red de Agricultura Ecológica, Alejandra Farfán, señaló a IPS que hay otro gran contingente de agricultores que atienden el mercado interno y que se calculan en 350.000. “No tenemos datos oficiales, pero el reto es ver la forma de visibilizarlos mediante el Consejo para que también puedan beneficiarse”, afirmó.
Farfán considera “un hito” la creación del Conapo, después de años de espera. Ella es representante de la sociedad civil en ese Consejo y también preside el Consorcio Agroecológico Peruano.
“Sabemos que estos pequeños agricultores están marcados por la pobreza. Por eso se espera que en 2014 ingresen a la agenda las políticas de infraestructura productiva”, apuntó a IPS.
Explicó que es necesario incorporarlos a los programas gubernamentales de agricultura ya en marcha, así como mejorar la producción orgánica con énfasis en las familias campesinas más pobres.
Por falta de apoyo, los campesinos han ido abandonando sus pequeñas parcelas para desempeñar otros trabajos temporales que les permitan sostener a sus familias, detalló Quispe.
La migración a centros mineros es una de las consecuencias más evidentes y dolorosas de la desatención a la agricultura familiar, enfatizó.
Pero incluso los que se dedican íntegramente a la producción y exportación orgánica los 12 meses del año deben enfrentar otro gran desafío: la comercialización.
En promedio, 30 por ciento de la producción orgánica de café se vende como grano convencional debido a la falta de mercados, aseguró Miguel Paz, gerente de ventas de la Asociación Central de Productores de Pichanaki en el central y selvático departamento de Junín.
De los valles de Junín sale 25 por ciento del café que se consume a nivel nacional, recordó Paz a IPS.
Para este especialista, llegó el momento de buscar nuevos mercados y apuntar a otros países, como Japón o Australia. Actualmente, la venta del café orgánico peruano se concentra en Alemania y Estados Unidos.
“El gobierno debe abrir mercados para la producción orgánica bajo diversas estrategias, desde la elaboración de un buen folleto en diversos idiomas, hasta instruir a los productores para participar de una ronda de negocios y que conozcan quién es quién”, explicó Paz, quien ha participado en varias negociaciones internacionales.
En febrero, viajará a Alemania, Bélgica y Francia con representantes de una docena de cooperativas de varias regiones del país.
La tarea de abrir mercados recae en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo que también integra el Conapo, junto con el Ministerio de la Producción y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual.
Farfán insistió en que también debe sumarse el Ministerio del Ambiente, porque el cambio climático tiene un gran efecto sobre la producción orgánica.
Lo que sigue en el corto plazo para el nuevo Consejo es la elaboración del Plan Nacional de Producción Orgánica, su reglamento interno y los reglamentos de los consejos regionales. A partir de eso, el gobierno deberá destinar el presupuesto necesario para acometer las acciones establecidas.
“De lo que se trata es de garantizar que la población cuente con alimentos saludables. Una agricultura limpia beneficiará no solo a los peruanos, sino a toda la humanidad”, dijo Quispe convencido.